Por eso, lo de menos es que nuestra Fiesta esté más que seriamente amenazada. Y mira que nos duele… Pero mucho más nos duele la catastrófica situación política repentinamente acontecida aunque lo veíamos venir sin que nadie pusiera remedio a su debido tiempo.
Estamos dejados de la mano de Dios,
¿o no os habíais dado cuenta?
J.A. del Moral · 05/07/2018
Ha sido como un suspiro infernal. España va hacia el abismo y, en la terrible
Padecemos un Gobierno que ha usurpado el poder an-ti-de-mo-crá-ti-ca-men-te. Un presidente no elegido por los españoles en unas elecciones general – ! nunca había pasado esto ¡ – sino impuesto por las varias conveniencias del rojerío de toda especie en infernal compañía de todos los nacionalistas y separatistas. Ya me dirán ustedes a donde nos van a llevar.
El Rey está más solo que nunca. Como abandonado de su pueblo y de los Ejércitos, incapaces de defender la Ley y aún más incapaces de hacerla cumplir.
Por eso, lo de menos es que nuestra Fiesta esté más que seriamente amenazada. Y mira que nos duele… Pero mucho más nos duele la catastrófica situación política repentinamente acontecida aunque lo veíamos venir sin que nadie pusiera remedio a su debido tiempo.
Ya ni Dios puede cogernos confesados. Razón de esta desidia contemplativa que nos va a llevar al mayor desastre de la Historia de España.
Y escribo esto en Pamplona, a la pronta espera del arranque de los Sanfermines de 1918 y con un alcalde que acaba de decir que habría que acabar con las corridas de toros en estas fiestas que, si son universales, es por los toros. O por qué cree este alcalde imbécil de baba que parece un decrépito orangután que los Sanfermines son la Fiesta Mayor del Universo Mundo?
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