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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Catar, la libertad / por Pla Ventura

"...Hablar de Catar es mentar un país sin libertad alguna, con una dictadura al más alto nivel pero, amigo, como son los dueños del gas y del petróleo, el mundo vive arrodillado a sus pies. Fijémonos hasta donde llegan los petrodólares que, por vez primera en la historia del fútbol, el mundial se ha organizado parando las ligas de todo el globo terráqueo porque al jeque de turno le ha rotado dicha cuestión..."


Catar, la libertad
Pla Ventura 
Toros de Lidia/21 noviembre, 2022
En estos instantes en el mundo solo se habla de Catar, el país que ha organizado a base de billetes el mundial de fútbol cuando les ha rotado. Para nada ha importado que se hayan paralizado las ligas del mundo puesto que, así lo han decidido los árabes y sus miles de millones de dólares o euros, tanto monta, monta tanto y, ya lo sabemos, contra tus mayores no tires piedras. El modo de actuar de dicho país, sin lugar a dudas es un desacato en toda regla pero, ya lo dijo Quevedo, poderoso caballero es don dinero….y tan poderoso, ¿verdad?

Hablar de Catar es mentar un país sin libertad alguna, con una dictadura al más alto nivel pero, amigo, como son los dueños del gas y del petróleo, el mundo vive arrodillado a sus pies. Fijémonos hasta donde llegan los petrodólares que, por vez primera en la historia del fútbol, el mundial se ha organizado parando las ligas de todo el globo terráqueo porque al jeque de turno le ha rotado dicha cuestión.

Ya hemos visto porque así nos lo han mostrado, cómo y de qué manera se han construido los estadios de fútbol en tiempo record. Ahora bien, ¿de qué manera? Mediante una dictadura al más alto nivel que, los cafres que criticaron la construcción del Valle de los Caídos ahora deberían poner el grito en el cielo pero claro, como allí no manda Franco ni ha construido dichos estadios, todo lo damos por bien empleado pero, los datos que nos han mostrado son altamente criminales como para que esos asquerosos de Podemos y demás gentuzas de izquierda, todos deberían de haberse rasgado las vestiduras al comprobar cómo se ha menospreciado al ser humano, obligándoles a trabajar dieciocho horas al día por cuatrocientos euros al mes, eso sí, para dormir tenían una barraca de adobe y para comer un bocadillo de jamón york.

Os pregunto a todos los cobardes de Podemos y adláteres, ¿sabéis cómo se construyó El Escorial? Leed la historia y lo sabréis. ¿Qué digo, leer? Pero si estas gentes son analfabetas y yo pido que lean una parte de la historia. Como es notorio, han echado mucha mierda sobre El Valle de los Caídos porque, claro, lo construyó un hombre de paz como Franco, lo demás no les interesa para nada porque no les conviene; criticar otras felonías cataríes no les da votos mientras que, atentar con el gran socialista del pasado siglo, nada más y nada menos que Franco, eso congratula a muchos imbéciles.

Ahora, para esos que piden liberación a todas horas, los que amparándose en dicha libertad –y una puta mierda- quieren abolir la fiesta de los toros entre otras muchas cosas, es en este momento cuando yo esperaba verles a todos atacando con saña a Catar para exigir la libertad que dicho pueblo no tiene. Pero no, me equivoqué. La cobardía ante el dinero, cae rendida a los pies del vil metal. Fijémonos que, unos cuantos países europeos –excluyendo a España-  sus selecciones, querían que sus jugadores lucieran un brazalete cada uno para protestar contra la falta de libertad y, los cataríes se dieron cuenta de la jugada y, ya sabemos el resultado. El que traiga el brazalete será castigado con dureza y, como mal menor, expulsado automáticamente del país y, de quedarse, sería a la sombra. Eso es democracia, sí señor.

Esa pandilla de gandules que forman parte del gobierno y que se jactan de ser de izquierdas, algunos de la extrema izquierda, defienden las dictaduras de Cuba, Nicaragua o Venezuela, países totalmente empobrecidos por la causa del socialismo criminal que les ha dejado hasta sin pan, pero nadie ha tenido reaños en pronunciarse en lo más mínimo contra el país más sectorial del mundo, un lugar en donde solo opina el dinero mientras que el resto de los seres humanos viven en más absoluta pobreza y, lo que es peor, sin ningún atisbo de libertad ni siquiera a largo plazo. Como sabemos, Catar ha invertido cientos de miles de millones en todo el mundo en cualquier sector empresarial pero, esa inversión queda en manos de unos cuantos, mientras que el pueblo llano de Catar sigue viviendo en la más absoluta indigencia.

¿Ha dicho algo al respecto Irene Montero? ¿No quedamos en que el socialismo o la apestosa izquierda es el paradigma de la libertad? Y lo peor de todo es que todavía quedan millones de inocentes que son capaces de creer las falacias que estas gentuzas les cuentan. Cualquier político debería ser consecuente con sus ideas y llevarlas hasta la tumba si ello hiciera falta pero, como se ha demostrado una y mil veces, todo es mentira. Los seres humanos que viven en Catar que anhelan y piden la libertad, deberían de sentirse respaldados por las democracias del mundo pero, como decía, la cobardía de todos los que proclaman la libertad y la verdad –donde les conviene- ha tenido más peso que la verdad que todo ser humano honrado sigue buscando. 

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