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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 8 de abril de 2011

PEPÍN: ENTRE LA GRACIA Y EL PODER / Por Ignacio de Cossío

 
"...Por eso hoy precisamente cuando el toreo nace de nuevo por Sevilla, y los carteles en la Maestranza se apresuran a levantarnos el ánimo te gritamos mirando al cielo: ¡Viva Pepín..."

PEPÍN: ENTRE LA GRACIA Y EL PODER

Por Ignacio de Cossío
 
A mi querido amigo y maestro Mario Carrión

Pepín, Pepín Martín Vázquez, era exactamente el poder de la gracia y la gracia del poder. Una cornada de un toro de Concha y Sierra en Valdepeñas, frenó una carrera meteórica del mayor vanguardista de la historia del toreo. Su asenso estelar duró el tiempo de rompérsele la femoral en tierra manchega. Nadie entró y se fue del toreo como él.

En poco menos de doce meses el torero macareno debutaba con caballos en Ceheguín y tomaba la alternativa en Barcelona de manos de Domingo Ortega, junto a Pepe Luis y Arruza, estoqueando a “Partidario” del viejo Alipio Pérez Tabernero. Nadie salvo el toro, le detuvo los casi cuatro años de su mandato 44, 45, 46 y 47.

Torero precoz, enciclopédico e inmortalizado en la película “Currito de la Cruz” toreando al natural como los ángeles y recetando estatuarios prodigiosos; frente a frente y venciendo al mismísimo Manolete en Madrid. Torero muy completo en los tres tercios, conocía la técnica y al toro perfectamente, clave este hecho para entender su concepto e inspiración posterior. En él se aunaba por primera vez la gracia de Chicuelo, la estética de Belmonte, y la quietud en redondo de Manolete. Nacía así la senda del llamado toreo clásico por la que han caminado todos los maestros dos décadas más tarde.

Dicen que Manolete le dio un beso torero lleno de admiración y agradecimiento en el coche de cuadrillas que lo llevaba a Madrid tras la durísima cogida Valdepeñas, presagio quizás de la suya veinte días después en Linares….Dos hombres unidos por una misma filosofía del toreo y un trágico destino. Uno perdió la vida y otro perdió al torero.

El maestro de la Resolana con el capote y el compás semiabierto realizaba unos quites de frente por detrás largos y profundos como ninguno se le ha visto hacer, famosas, especiales y diferentes fueron sus chicuelitas, gaoneras y revoleras, nacidas de un toreo lleno de hondura y elegancia natural. Toreaba como baila un seise en la Catedral. Ese fue su mayor poder la de la armonía entre la gracia, el valor y la hondura interpretado en cada lance.

Gracias a los videos hemos nacido una legión de seguidores deseosos de hacer justicia con nuestro paisano, con su legado y con su escuela. Año tras año por estas fechas pedíamos audiencia una y otra vez, nunca fue posible….

Jamás admitió ser creador de su propia obra, truncada por aquel toro para y por el arte, ni que sus recuerdos le volvieran a transportar a aquella faena con el novillo de Hoyo de la Gitana en Madrid, al día de su alternativa catalana, a su lujosa confirmación mejicana con el gran Silverio, a su faena cumbre en la Beneficencia, a sus tardes en Sevilla bendecidas bajo el arco de la Macarena….de fondo la negra estampa de un Concha y Sierra, que frenaría de un plumazo su tormenta taurina.

Por eso hoy precisamente cuando el toreo nace de nuevo por Sevilla, y los carteles en la Maestranza se apresuran a levantarnos el ánimo te gritamos mirando al cielo: ¡Viva Pepín!

Por todo ello Sr. Alcalde, ahí va mi segunda petición, tras la de Manolo González: Por favor bauticen con su nombre una calle en el recinto ferial así lograríamos hacerlo inmortal por nuestra Feria de Abril.
 

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