Mayab se llama el "ejemplar" lidiado En Mérida (México)
Mayab… un lindo pequeñajo
Por Pepe Mata
En el mes de enero pasado, en la plaza de Mérida… sí, Yucatán, irrumpió de pronto en el festejo, un lindo pequeñajo de nombre Mayab, que procedió de la ganadería de Rodrigo Tapia, y que le correspondió a Joselito Adame.
La gráfica de nuestro admirado, Eduardo Puerto, quien se llenó de tristeza porque nadie dijo que el microscópico bovino fue bueno, ahora le hacemos caso, justicia y lo decimos.
Sin embargo, esa oportuna gráfica, muestra irrebatible la inadmisible falta de presencia, absoluta falta de trapío, así como unas cornamentas alarmantemente mermadas, y por ello, también la propia Fiesta de TOROS exige justicia, clama verdad, y que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes, para que la opinión pública conozca que pasó en la realidad.
La Fiesta requiere de mayor seriedad y mucha… mucha responsabilidad, para que este tipo de especie de astados que suplantan al toro auténtico, no se presenten más en las plazas de TOROS.
No se trata de justificar el hecho porque haya sido obediente, bondadoso, o de una exasperante embestida borreguna, sino de que en una plaza con la categoría que detenta la de Mérida, el toro sea simplemente eso… EL AUTÉNTICO TORO BRAVO.
Que le vieron la dentadura, seguramente le habrá olido muy mal el aliento... como a todos los chiquillos, pero es la prueba que menos da en el clavo, con relación a la edad, porque se ha comprobado que existen toros cinqueños que todavía tiene “dientes de leche”, o toros con un poco más de 3 años y han incrementado el número de palas.
El único resultado serio, veraz es el que realizan los científicos, si han podido determinar sólo con las osamentas de los dinosaurios, la cantidad de años que vivieron y hace cuando miles existieron, usted, lector amigo, ¿no cree que puedan determinar con precisión la edad de Mayab, y si hubo alteración en las astas?
Que no ofendan a la razón.
Si la Universidad de Yucatán hubiera determinado que tenía la edad... lo creería, porque es una institución que no va a exponer su prestigio; pero suponer que era un cuatreño por el número de dientes, eso no lo puede creer ni la vaca que parió a Mayab.
Por otro lado, su cornamenta se ve tan desgastada, que... ahora no vayan a decir que es por la falta de calcio, porque ya no estamos para más pretextos, sino para conseguir que la Fiesta recobre grandeza, a través de la irremplazable luminosidad del AUTÉNTICO TORO BRAVO.
La gráfica de nuestro admirado, Eduardo Puerto, quien se llenó de tristeza porque nadie dijo que el microscópico bovino fue bueno, ahora le hacemos caso, justicia y lo decimos.
Sin embargo, esa oportuna gráfica, muestra irrebatible la inadmisible falta de presencia, absoluta falta de trapío, así como unas cornamentas alarmantemente mermadas, y por ello, también la propia Fiesta de TOROS exige justicia, clama verdad, y que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes, para que la opinión pública conozca que pasó en la realidad.
La Fiesta requiere de mayor seriedad y mucha… mucha responsabilidad, para que este tipo de especie de astados que suplantan al toro auténtico, no se presenten más en las plazas de TOROS.
No se trata de justificar el hecho porque haya sido obediente, bondadoso, o de una exasperante embestida borreguna, sino de que en una plaza con la categoría que detenta la de Mérida, el toro sea simplemente eso… EL AUTÉNTICO TORO BRAVO.
Que le vieron la dentadura, seguramente le habrá olido muy mal el aliento... como a todos los chiquillos, pero es la prueba que menos da en el clavo, con relación a la edad, porque se ha comprobado que existen toros cinqueños que todavía tiene “dientes de leche”, o toros con un poco más de 3 años y han incrementado el número de palas.
El único resultado serio, veraz es el que realizan los científicos, si han podido determinar sólo con las osamentas de los dinosaurios, la cantidad de años que vivieron y hace cuando miles existieron, usted, lector amigo, ¿no cree que puedan determinar con precisión la edad de Mayab, y si hubo alteración en las astas?
Que no ofendan a la razón.
Si la Universidad de Yucatán hubiera determinado que tenía la edad... lo creería, porque es una institución que no va a exponer su prestigio; pero suponer que era un cuatreño por el número de dientes, eso no lo puede creer ni la vaca que parió a Mayab.
Por otro lado, su cornamenta se ve tan desgastada, que... ahora no vayan a decir que es por la falta de calcio, porque ya no estamos para más pretextos, sino para conseguir que la Fiesta recobre grandeza, a través de la irremplazable luminosidad del AUTÉNTICO TORO BRAVO.
Ya es hora de que alguien le diga a este amigo que "pequeñajo" es un adjetivo, no un sustantivo, y que si dejara de usar el terminajo cada dos líneas y a diario quizá sería agradable leerle.
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