Así lucían los tendidos de Las Ventas
"...Final para esta primera del Aniversario que hoy se ha vestido de "cemento y oro", que es una forma clásica de vestirse una plaza cuando un Santo Patrón no la protege..."
LA FUERZA DEL ABONO
Por Antolín Castro
Madrid.-Feria Aniversario.- 07 Junio 2011
Hoy se ha mostrado la cruda y dura realidad, sin la fuerza del abono, sin la exigencia de renovarlo, la plaza no alcanza a llenar medio aforo. Y eso con la inercia de ir todos los días a los toros, con ese supuesto deseo que tiene el público de ir a la plaza cuando no ha podido, por los llenos continuados, en las semanas precedentes. Pues no es verdad. A los toros acuden los del siete en pleno, les acompañan los aficionados del 4, 8 y 9 y los demás tendidos más cemento que otra cosa.
La empresa, que es triunfalista por naturaleza y se supone que por interés también, ha constatado cuál es el secreto del “éxito de sus carteles”. Lo que metido en el paquete llena, fuera de él deja el cemento como elemento mayoritario en los tendidos. La Comunidad es otra que debe tomar nota de lo sucedido, que se repetirá los próximos días aunque vengan toreros del grupo especial, y haremos excepción de la corrida de la Beneficencia que siempre gozó de otros apoyos a la hora de acudir a la plaza. Sobra esta feria del Aniversario y lo que hay que hacer es menos carteles y mejor programados. El invento ha valido mientras José Tomás se anunciaba en este añadido de la feria original.
La corrida de Los Bayones nos ha recordado a otras de la feria precedente: mal presentada, floja, mansa, sosa, salieron los cabestros y hasta con un buen toro para la muleta. ¿Les suena? Pues ante ella ha sucedido casi lo mismo de otras tardes: se estrelló la terna, se pusieron pesados intentando sacar pases a los inválidos o descastados animales. Rafaelillo no terminó de acoplarse a su primero que le dejó en sus primeras tandas y no tuvo opción con su segundo. Diego Urdiales nos mostró su forma de presentar la muleta, de dar el medio pecho, de adelantar la pierna de salida, pero no había opciones y volvió a estar en exceso voluntarioso y a eso se le llama en Madrid, pesado.
Sin embargo, Matías Tejela, torero con suerte en los sorteos, se llevó el toro que permitía torear, sobre todo con la muleta, y lo aprovechó solo a medias. Y no solo por no haberlo rematado con la espada, donde ejecutó dos metisacas infames, sino porque su toreo fue de más a menos, pecando de irregularidad, cierta frialdad y falta de ajuste en buenas fases de la faena. No estuvo mal, pero el toro de dulce mientras duró, le debería haber permitido reventar la plaza. A quien reventó fue al toro con la forma de matar. En el último, sobrero de Valdefresno, ya nada fue igual. Inválido que debió volver a los corrales, nos mostró esa forma de pesadez queriendo dar pases aunque se los afee todo el mundo.
Final para esta primera del Aniversario que hoy se ha vestido de "cemento y oro", que es una forma clásica de vestirse una plaza cuando un Santo Patrón no la protege.
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Opinion y Toros
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