“MANOLETE” LEYENDA VIVA EN K-HITO
Aquilino Sánchez Nodal
Madrid, 20 de Julio de 2011
“Manolete ya se ha muerto. Muerto está que yo lo vi”
La abundancia bibliográfica sobre la vida y obra del gran torero han llenado desde antes y después del luctuoso suceso las rutilantes publicaciones especializadas y muchas de las otras. Los días posteriores a la tragedia todo eran prisas para exaltación o lamentaciones del suceso. Demasiados libros se han escrito carentes de novedad y sentido. Por fortuna apareció uno que supera a todos los demás en auténtica jerarquía documental, el que escribiera K-Hito. Mucho se había dejado oculto de aquel torero inmortal. Se estaba desmenuzando al torero desde todos los ángulos imaginables. Se omitieron muchos datos singulares por pasar desapercibidos, en su tiempo, al tomar el tema un enfoque nacional que lo mantiene pletórico en nuestra época con toda su carga de juicio y de perspectiva histórica. En todos se mezclan sin rubor anécdotas y enseñanzas; críticas y dictámenes. La nueva mirada que refleja el libro de Ricardo García posee el frescor entrañable del compañero y amigo del famoso matador vivo, ya muerto en Linares. Son frases apasionadas ¡naturalmente! que muestran la intensidad dominadora del torero que obliga a superar el drama al amigo. Todo el texto resulta un canto al significado del paso profesional de un hombre por la tauromaquia visto desde la afición y maestría periodística del autor. Fue el creador del apodo, “El Monstruo”, alias que definía una forma extraordinaria y superior de torear. Explica las causas de que muchos fueran sus detractores y que más fueron sus admiradores. Cuenta que tenía seguidores condicionales de afición taurina dudosa o versátil y como cambiaron en incondicionales tras la tragedia, y es que, la muerte colabora para revisar la conciencia a muchos.
Manuel Rodríguez “Manolete” había anunciado su retirada, al final de la temporada de 1.947, pero un torero tan grande no lo podía hacer de manera anodina y diluida en el recuerdo. No podía ser de otra forma, siempre con un sello extraordinario. Nadie podría imaginar a “Manolete” retirado en gran señor, millonario y viviendo en un cortijo.
En su conjunción literaria el libro de K-Hito es pieza esencial porque ninguna edición posterior ha sido rectificada o denunciada. Desde el principio fue considerado de máxima documentación con precisos y sabios comentarios. Si, lleva un cierto aire de sentimiento y pasión, puede decirse que emana más dolor que ufanía aunque, como en todos los libros sobre el “Monstruo”, su epílogo sea terrible. En la vida de este torero impar no solo fue monstruoso su toreo, hubo muchas más cosas monstruosas que han sido rescatadas en este libro ingenioso y ameno, escrito con arte literario insuperable. En este texto sobre Manuel Rodríguez y “Manolete” se observan dos cuestiones diferentes, una la crítica al torero y otra, el cariño del querido amigo.
Es de destacar las primeras actuaciones del genial matador que rectifican los errores documentales cometidos por otros autores. Efectivamente, datan la presentación de “Manolete” en 1.933, el día 8 de Agosto, en la Plaza de Toros de Córdoba en una nocturna. Reses de Flores Albarrán, con Bienvenido Sánchez “Niño de Palma del Río”, que lidió dos novillos; Antonio Flores “Manicha” que estoqueó uno y un eral para “Manolete”. La crónica: - “”Manolete”, en esta primera actuación da la impresión de ser un buen muletero en potencia, con estilo y seguridad”. La anécdota fue que, el empresario que organizaba aquella novillada era José Flores “Camará” que se convertiría en el apoderado del torero.
La segunda novillada en que actuó, también fue en Córdoba y ese mismo año, el día 1 de Octubre. Los novillos fueron, dos de Berzosa Hermanos y dos de doña Enriqueta de la Cova. En aquel festejo se presentaba de luces, Agustín Diaz “Michelín”. “Manolete” dio nota de torero frío y de ser un buen estoqueador.
La verdad es, según cuenta K-Hito, que Manuel Rodríguez “Manolete” se presentó en público en 1.933, pero no en Córdoba. Ya formaba parte de la cuadrilla de “Los Califas Cordobeses” y había actuado una vez anterior a las de Córdoba acompañando a esa banda en la parte seria, el día 22 de Julio de ese año, en Barcelona. Fue la primera vez que don Pedro Balañá le contrató. El mismo empresario también sería el último. “Manolete” lidió y dio muerte a un becerro y otro torerillo de la cuadrilla, Juan Luis Diez, mató dos novillos.
La siguiente novillada después de las dos de Córdoba fue en Ubeda, el día 25 de Julio de 1.934. Novillos de Flores, en compañía de Rafael Redondo “El León de Andalucía” Estas son las primeras actuaciones del torero más nombrado de todos los tiempos y rectifican algún dato aparecido en otras publicaciones que se han dedicado, más al morbo de la muerte que a la investigación cronológica de los comienzos de “Manolete” en su paso apocalíptico por el toreo, el arte y la gloria.
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