"...Volvió JT tras año y cuarto, agigantada su figura por la explosión de los medios informativos y la opinión pública. Lo nunca visto, oído y leído. Todo ha sido y es para JT. El resto no existe. Cuanto más se esconde, más se le persigue. Cuanto menos habla, más se habla de él..."
Todo para JT
Ricardo Díaz-Manresa
25 Julio / 2011
Por sus méritos, por supuesto. Por la propaganda, desde luego. Por la locura periodística, también. Por la histeria colectiva formada por todos estos elementos juntos : méritos, propaganda y locura. Un cóctel espectacular, que no se había visto nunca. Y que es mayor cada vez que se repite. Mayor que en ningún momento de la historia taurina porque nunca hubo tal número de medios informativos diciendo -todos de acuerdo- lo mismo. Y que cada día que se produzca será una explosión más grande.
La previa de casi un mes fue para analizar este fenómeno de que volvía. La de los días inminentes -¡que reaparece, que reaparece!- para qué contarles. La del día del acontecimiento, increíble. La del día después, absoluta. No se hablaba más que de él. Y la del segundo día después, en el que nos encontramos, de multiplicación de artículos y opiniones, que ya aparecieron profusamente ayer. Lo destaco para que vean que el tsunami sigue una vez pasado el acontecimiento. Todo un boom, un espectáculo, una corriente. Todo para JT.
Con Manolete, como había pocos periodistas y menos medios, la cosa –y lo escribo, por mi edad, de oídas y leídas- no pudo ser así, aunque había pocos temas de interés aparte del torero y el único objetivo era poder comer cada día. Pero en cuanto a Manuel Benítez “El Cordobés”, su antecedente popular -eso sí lo viví- ocupó lo máximo tanto en los medios informativos como en la atención de sus compatriotas. Salvo algunas situaciones y períodos cortos y excepcionales, El Cordobés hacía la temporada regular y completa, salvo la de la rebeldía con Palomo de acompañante, y alternaba con todos los compañeros figuras de entonces, menos con Ordóñez, y siempre llenaba, desde que empezó. JT no llenó en sus comienzos, ni en la Barcelona de su alma. Se retiró en el 2002. Volvió en el 2007 y alguna mano desató la pre-euforia. Y desde entonces.
Faltaba el bitriunfo madrileño, tan distinto de un día a otro, en el 2009 y, más todavía, la cornada de Aguascalientes del 2010, hace un año largo para que se enloqueciera todo más. Regresaba el resucitado, porque el percance lo tuvo tanto para allá como para acá.
Y aquí se acaba la discusión. Es tiempo perdido. Para unos, un genio. Lo mejor de lo mejor. Para otros, falto de técnica e inteligencia ante el toro. Para los suyos, lo espectacularmente indiscutible. No le pongan un pero, que termina mal el discutidor. Hace tiempo que aprendí que en España discutir era un riesgo, perder el tiempo y quedarse con menos amigos. Parece que ofendes. ¿Para qué entonces?. Encima no se ponen de acuerdo: un crítico casi ordena fusilar al presidente de la corrida y el otro, en el mismo periódico, dice que el presi estuvo en su sitio. Tiempo este en que todo es discutible y relativo.
Las locuras periodísticas y populares se repetirán en Huelva, Bayona. Gijón, Ciudad Real, Linares y, si se concretan, también en Linares, Valladolid, Nimes y Barcelona, todas plazas blandas, independientemente de su categoría oficial y administrativa, plazas para él cariñosas. Se le ve poco y con cuentagotas, lo que aumenta la impaciencia y la ansiedad. Año y cuarto largo sin José Tomás en ruedo alguno es mucho tiempo.
Otro acontecimiento es el de los abonos, los famosos abonos de José Tomás. La publicidad vende los abonos de las ferias. Valencia se tragó los de julio enterito y octubre para verlo. Y lo mismo pasará en los demás sitios. Los anuncios lo proclaman : compre los abonos para ver a JT, para tener esa seguridad. En Valencia, ¿llenaron la plaza Ponce, Juli y Manzanares o él?. Era el gran dilema, que encima no llenaran. Se portaron como siempre : corrida pequeña y floja cuando más falta hacía un espectáculo normal. Pero así serán los del G-8 y casi todos los que le precedieron hasta que esto desaparezca. Tampoco tuvieron empacho en no ser protagonistas de nada en los carteles : todo para JT. Ordóñez, por dignidad, se hubiera quitado.
Total, que el día antes, sólo existía JT. El esperado día, ¿para qué contar?. El siguiente, domingo por la mañana, en las radios sólo se oía su nombre (el de Saldívar, dos orejas y a hombros, ni existió), en los periódicos que nos leían desde la emisoras, tampoco nadie más que el monstruo. Alguna portada le daba más importancia que al terrible terrorismo de Noruega. Los telediarios volcados todo el día con la voltereta, la faena, la denegada segunda oreja…En fin, lo nunca visto hasta que acceda a la próxima gala, cinco más de momento, y tres en consolidación, lo que hacen un total de nueve. Un buen tema para los historiadores periodísticos. ¿Méritos, publicidad, locura? ¿En España uno piensa y nueve embisten, de Sánchez Mejías? ¿Ruede la bola de la propaganda, que escribía Díaz-Cañabate, referido a Benítez? ¿Las masas que no piensan pueden hacer cosas buenas?. Malas hemos visto muchas.
Yo creía hasta JT que una figura del toreo era un espada que estaba al menos diez años en todas las grandes ferias cobrando como el que más y alternando con todas las figuras y superándolas muchas veces. Ahora veo que se considera así –más fenómeno o monstruo que figura- al que torea las corridas que quiere, cuando quiere, con quien quiere y al dinero que quiere.
Me gusta la tranquilidad en el análisis de acontecimientos argumentados o caprichosos. No sé si los espectadores, aficionados, tomasistas, críticos, opinadores, espontáneos, articulistas, columnistas, expertos que se han esparcido estos días con sus palabras son aficionados a los toros, han visto muchas corridas y muchos toreros, han estado toda la vida o gran parte atada a esto tan grande como el toreo, lo han sentido en su carne y en su alma, pero el hecho extraordinario ahí está. Desde niño he oído que ”a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga”. Me alegro JT y que te la multiplique, si es posible, en este tiempo de todo para JT.
****La previa de casi un mes fue para analizar este fenómeno de que volvía. La de los días inminentes -¡que reaparece, que reaparece!- para qué contarles. La del día del acontecimiento, increíble. La del día después, absoluta. No se hablaba más que de él. Y la del segundo día después, en el que nos encontramos, de multiplicación de artículos y opiniones, que ya aparecieron profusamente ayer. Lo destaco para que vean que el tsunami sigue una vez pasado el acontecimiento. Todo un boom, un espectáculo, una corriente. Todo para JT.
Con Manolete, como había pocos periodistas y menos medios, la cosa –y lo escribo, por mi edad, de oídas y leídas- no pudo ser así, aunque había pocos temas de interés aparte del torero y el único objetivo era poder comer cada día. Pero en cuanto a Manuel Benítez “El Cordobés”, su antecedente popular -eso sí lo viví- ocupó lo máximo tanto en los medios informativos como en la atención de sus compatriotas. Salvo algunas situaciones y períodos cortos y excepcionales, El Cordobés hacía la temporada regular y completa, salvo la de la rebeldía con Palomo de acompañante, y alternaba con todos los compañeros figuras de entonces, menos con Ordóñez, y siempre llenaba, desde que empezó. JT no llenó en sus comienzos, ni en la Barcelona de su alma. Se retiró en el 2002. Volvió en el 2007 y alguna mano desató la pre-euforia. Y desde entonces.
Faltaba el bitriunfo madrileño, tan distinto de un día a otro, en el 2009 y, más todavía, la cornada de Aguascalientes del 2010, hace un año largo para que se enloqueciera todo más. Regresaba el resucitado, porque el percance lo tuvo tanto para allá como para acá.
Y aquí se acaba la discusión. Es tiempo perdido. Para unos, un genio. Lo mejor de lo mejor. Para otros, falto de técnica e inteligencia ante el toro. Para los suyos, lo espectacularmente indiscutible. No le pongan un pero, que termina mal el discutidor. Hace tiempo que aprendí que en España discutir era un riesgo, perder el tiempo y quedarse con menos amigos. Parece que ofendes. ¿Para qué entonces?. Encima no se ponen de acuerdo: un crítico casi ordena fusilar al presidente de la corrida y el otro, en el mismo periódico, dice que el presi estuvo en su sitio. Tiempo este en que todo es discutible y relativo.
Las locuras periodísticas y populares se repetirán en Huelva, Bayona. Gijón, Ciudad Real, Linares y, si se concretan, también en Linares, Valladolid, Nimes y Barcelona, todas plazas blandas, independientemente de su categoría oficial y administrativa, plazas para él cariñosas. Se le ve poco y con cuentagotas, lo que aumenta la impaciencia y la ansiedad. Año y cuarto largo sin José Tomás en ruedo alguno es mucho tiempo.
Otro acontecimiento es el de los abonos, los famosos abonos de José Tomás. La publicidad vende los abonos de las ferias. Valencia se tragó los de julio enterito y octubre para verlo. Y lo mismo pasará en los demás sitios. Los anuncios lo proclaman : compre los abonos para ver a JT, para tener esa seguridad. En Valencia, ¿llenaron la plaza Ponce, Juli y Manzanares o él?. Era el gran dilema, que encima no llenaran. Se portaron como siempre : corrida pequeña y floja cuando más falta hacía un espectáculo normal. Pero así serán los del G-8 y casi todos los que le precedieron hasta que esto desaparezca. Tampoco tuvieron empacho en no ser protagonistas de nada en los carteles : todo para JT. Ordóñez, por dignidad, se hubiera quitado.
Total, que el día antes, sólo existía JT. El esperado día, ¿para qué contar?. El siguiente, domingo por la mañana, en las radios sólo se oía su nombre (el de Saldívar, dos orejas y a hombros, ni existió), en los periódicos que nos leían desde la emisoras, tampoco nadie más que el monstruo. Alguna portada le daba más importancia que al terrible terrorismo de Noruega. Los telediarios volcados todo el día con la voltereta, la faena, la denegada segunda oreja…En fin, lo nunca visto hasta que acceda a la próxima gala, cinco más de momento, y tres en consolidación, lo que hacen un total de nueve. Un buen tema para los historiadores periodísticos. ¿Méritos, publicidad, locura? ¿En España uno piensa y nueve embisten, de Sánchez Mejías? ¿Ruede la bola de la propaganda, que escribía Díaz-Cañabate, referido a Benítez? ¿Las masas que no piensan pueden hacer cosas buenas?. Malas hemos visto muchas.
Yo creía hasta JT que una figura del toreo era un espada que estaba al menos diez años en todas las grandes ferias cobrando como el que más y alternando con todas las figuras y superándolas muchas veces. Ahora veo que se considera así –más fenómeno o monstruo que figura- al que torea las corridas que quiere, cuando quiere, con quien quiere y al dinero que quiere.
Me gusta la tranquilidad en el análisis de acontecimientos argumentados o caprichosos. No sé si los espectadores, aficionados, tomasistas, críticos, opinadores, espontáneos, articulistas, columnistas, expertos que se han esparcido estos días con sus palabras son aficionados a los toros, han visto muchas corridas y muchos toreros, han estado toda la vida o gran parte atada a esto tan grande como el toreo, lo han sentido en su carne y en su alma, pero el hecho extraordinario ahí está. Desde niño he oído que ”a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga”. Me alegro JT y que te la multiplique, si es posible, en este tiempo de todo para JT.
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