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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 12 de noviembre de 2013

114 años de toros / Por Álvaro R. del Moral


El arzobispo Marcelo Spínola escribió la primera editorial de El Correo de Andalucía el 1 de febrero de 1899.

114 años de toros
Por Álvaro R. del Moral
1899: La retirada de Guerrita deja el trono vacío. 
El arzobispo Marcelo Spínola escribió la primera editorial de El Correo de Andalucía el 1 de febrero de 1899. Aún no había comenzado la que, a la postre, sería una temporada trascendental para la historia del toreo. El gran Guerrita decidiría ese mismo año retirarse de la profesión después de una década de hegemonía absoluta. El trono quedó vacío tres largos lustros hasta la feliz simbiosis de Joselito y Belmonte que abrió la puerta de la Edad de Oro. En la imagen, su última tarde en Zaragoza.

El Correo estuvo para contarlo… 
La semana pasada no hubo Observatorio Taurino y la que viene, si una noticia feliz no paraliza la proyectada convocatoria de huelga, tampoco lo habrá. La delicada situación que atraviesa el decano de la prensa de Sevilla impidió que esta alta atalaya taurina pudiera acudir a su cita, un encuentro semanal que no ha faltado -de una forma u otra y con distintas firmas- en los casi 115 años de historia del diario. Se trata de una historia que coincide en el tiempo y prácticamente en el espacio con la gestación del toreo moderno que se abrió con la retirada de Guerrita, el mismo año que el arzobispo Marcelo Spínola, más tarde nombrado cardenal y posteriormente declarado beato, escribía la primera editorial de El Correo de Andalucía. Estas mismas páginas contaron con el laconismo informativo de la época la marcha del califa cordobés que dejó al mundillo en un largo barbecho apuntalado a duras penas por Machaquito y Bombita hasta la irrupción de dos colosos -hablamos de Joselito y Belmonte cuando se conmemora el centenario consecutivo de sus alternativas- que cambiarían para siempre los fines del toreo.

Una vocación más que centenaria. 
Entre esos acontecimientos y el zambombazo de Miguel Ángel Perera que marcó el fin del abono de la crisis en 2013, las páginas de este diario fueron recogiendo la impactante muerte de Joselito en Talavera; la gloria y la tragedia de los toreros de la Edad de Plata; la cogida de Ignacio Sánchez Mejías en Manzanares y su agonía de gangrena verde en el traslado a Madrid o la alternativa sevillana de Manolete en el primer verano de la posguerra. Las páginas de El Correo también retrataron la alternativa agosteña -fue el día de la Virgen de los Reyes- de un muchacho de San Bernardo, Pepe Luis Vázquez, que ya es gloria taurina de Sevilla. De la grandeza de Ordóñez a la década prodigiosa de Camino, Puerta, El Viti, Mondeño, Curro Romero… este periódico fue testigo fiel una historia taurina que se revolucionaría en el flequillo de Manuel Benítez El Cordobés, que cortó un rabo en la Feria de Abril de 1971. La llegada del toro del guarismo en los setenta fue la antesala de la irrupción de Espartaco, uno de los rostros más rutilantes de otra década de prodigios en la que Paco Ojeda inmortaliza al toro Dédalo en la plaza de la Maestranza. La lista de nombres es larga y se cierra, por ahora, con los últimos reyes del Baratillo. Hablamos de Manzanares y El Juli, pero no podemos olvidar la hermosa incógnita que siempre acompaña a Morante, el último guardián del frondoso árbol del toreo sevillano.

Nubes inciertas y adiós a un señor. 
El gran periodista José Enrique Moreno fue el padre de este Observatorio a mediados de la década anterior. Las primeras estrecheces que amenazaron la profesión ya se habían llevado el recordado y brillante suplemento taurino semanal y el cuadernillo diario que narraba hasta los más mínimos detalles de las tardes de Abril. El Observatorio heredó esas maderas nobles y se adaptó a los nuevos tiempos. Cambió la firma pero se mantuvo el mismo espíritu: servir de repaso y análisis puntual de los entresijos del planeta de los toros con especial atención al ámbito hispalense. Ésa es la premisa que ha guiado este puñado de líneas que ya son un trozo de la historia del querido y centenario diario. Pronto sabremos si este Observatorio vuelve a elevar su batiscafo sobre las tribus del toreo otros 115 años. Pero no podemos marcharnos sin rendir nuestro pequeño homenaje a un caballero del campo de Sevilla. Hoy no se oirán los cencerros en la dehesa de acebuches de San Rafael de Barbacena ni en los cerrados serranos de El Sardinero. El ganadero Javier Molina Orta nos dejó el pasado sábado entre el cariño de los suyos y el respeto de todos. Que el Señor de la Buena Muerte lo acoja en su Gloria.

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