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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 15 de septiembre de 2017

"EL TONTO NO DESCANSA". Luis Suárez un tipo indigno de esta Liga.


Algo falla en este fútbol si jugadores como Suárez tienen sitio en esta Liga. Y nunca pasa nada. Que se lo hagan mirar, porque a mí me asquean.

Luis Suárez no me representa. No representa la limpieza en el deporte; es sucio, indigno del fútbol (...) Por eso pido una sanción ejemplar para él.

Subdirector de El primer palo
Debe creer que es inmune a las sanciones, debe ser que piensa que los colegiados, los rivales, todos, somos seres inferiores. Algo de eso debe haber porque, de lo contrario, no se entiende lo que Luis Suárez hace semana tras semana sin ser castigado duramente. No se entiende que campe a sus anchas por los terrenos de juego de España, haciendo gala de su mala educación y de un mal perder que alarma.

Que es inmune a las sanciones es evidente. Por lo menos en España. Fuera de este país y con un ojo vigilante mucho más duro, como es el de la FIFA, el uruguayo sí fue castigado duramente (y merecidamente) por su mordisco a Chielini en aquel partido del Mundial de Brasil entre Italia y Uruguay. Ya es altamente peligroso que, por la mente de este tipo, pase la idea de morder a un rival. Es síntoma de que por su mente algo no funciona bien, algo falla en el cerebro del delantero. Resultado: cuatro meses de sanción sin jugar al fútbol, lo peor que le puedes hacer a un futbolista.

Pero en España y en la Champions, con el ojo de RFEF y UEFA, Luis Suárez lamentablemente se está librando de ser sancionado. En la liga de nuestro país es ya habitual ver en cada partido al delantero azulgrana insultar al árbitro, dirigirse a rivales de manera despreciable. Hacer de todo para ser expulsado pero irse de rositas sin ningún pudor. La imagen para la Liga es demoledora. Es indigna para un organismo de este estilo. Y por supuesto, al jugador le deja por los suelos. Aunque no creo que a Suárez le inquiete. A él, en su mundo de fantasía, mal carácter y malos modales, le dan igual estas minucias de comportarse bien en un terreno de juego.

El último capítulo se dio el otro día en el partido de Champions ante la Juve. Como bien escribe Guillermo Domínguez en este diario, las perlas que le salieron al uruguayo de su boca fueron "chupapijas" y "sos muy malo". Eso, en un partido serio y en un sistema serio, no se permitiría, no podría suceder, supondría la inmediata expulsión. Pero al delantero se le perdona. ¿Por qué? No llego a entenderlo. Debo ser muy simple.

Llevo bastante tiempo denunciando esto en tertulias, artículos y charlas coloquiales con amigos. No tengo éxito, tampoco busco tenerlo; o pues porque de una manera u otra esto ensucia a mi Liga, a la que tanto sigo todos los fines de semanas. Esto ensucia mi deporte, ese que adoro, al que le dedico horas de entretenimiento, horas de tiempo libre y no libre. Este tipo no me representa. No representa la limpieza en el deporte, es un sucio, indigno del fútbol. Lo increíble que es como delantero, el mejor del mundo, lo es de mala persona (al menos dentro del campo, fuera no tengo ni idea), lo es de impresentable. El Barcelona no es este jugador ni lo será nunca, lejos de los valores de la limpieza en el deporte.

Por eso pido una sanción ejemplar para el delantero uruguayo. Que deje de insultar, de maltratar a árbitros y rivales. Que deje de ensuciar el fútbol. No le queremos en la Liga si su comportamiento es este. Luego llega un jugador de otro equipo y, por menos, falta cuatro o cinco partidos porque un árbitro sí que se ha atrevido a expulsarle a él. Algo falla en este fútbol si jugadores como Suárez tienen sitio en esta Liga. Y nunca pasa nada. Que se lo hagan mirar, porque a mí me asquean.

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