la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 27 de septiembre de 2017

MÉXICO HERMANO / por Antolín Castro


Imagen de la solidaridad en La México. Foto: plazaméxico


Y entre tanto dolor aparece la solidaridad de todos, y entre todos ellos el mundo del toro. La plaza más grande del mundo, el 'embudo de Insurgentes', presta sus instalaciones para alojamiento de quienes quedan sin techo, así como de almacenamiento de víveres, de toda esa clase de alimentos que va donando la gente solidaria y sensibilizada.



MÉXICO HERMANO

Antolín Castro / España
Un terremoto de gran magnitud ha sacudido la ciudad de México en días pasados. No ha sido el único que ha hecho temblar la tierra en el país hermano durante el mes de septiembre.

Cientos de víctimas ha producido el sismo, -allí lo llaman así-, y los ecos nos han llegado a todos. Los españoles hemos contribuido con vidas en tan brutal ataque de la naturaleza. Es decir, España no solo está en la lejanía pendiente de sus problemas, sino que también participa poniendo sus propios muertos en la tragedia.

Y entre tanto dolor aparece la solidaridad de todos, y entre todos ellos el mundo del toro. La plaza más grande del mundo, el 'embudo de Insurgentes', presta sus instalaciones para alojamiento de quienes quedan sin techo, así como de almacenamiento de víveres, de toda esa clase de alimentos que va donando la gente solidaria y sensibilizada.

Los aficionados a los toros no son gentes ajenas a los dramas humanos, quizá porque sabemos que la muerte está a cada paso seamos más sensibles que otros muchos. La muerte la vivimos cada día de cerca, al menos la percibimos, sentimos que se aproxima en cada embestida del toro. Una sensibilidad que no se borra. No es la frialdad del asesino, como nos quieren calificar aquellos que con su odio muestran precisamente menos sensibilidad que nosotros.

Una vez más el mundo taurino se pone en marcha para ayudar a los más desfavorecidos, lo ha hecho siempre. Bien sea por este tipo de tragedias, por inundaciones, por dramas personales, por ayudar a quienes más lo necesiten. Hasta en tiempos de guerra la solidaridad taurina apareció en España.

México sufre y con él sufrimos todos. México es un pueblo hermano en muchas cosas y entre ellas también, y para bien, nos une lo taurino. 

En OyT, además, nos unen las tareas informativas y hemos podido comprobar como todos los nuestros, por suerte, están a salvo. No hace falta que los nombre a todos ellos, ya saben del afecto que desde esta casa, y yo personalmente, se les profesa. Por ello, también a través de ellos, mando el abrazo más fuerte posible a todo el pueblo mexicano. Hasta tanto la tierra deje de temblar seguiremos temblando con ellos y acompañándoles en su necesaria reconstrucción.

Enlace relacionado:

No hay comentarios:

Publicar un comentario