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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 5 de septiembre de 2020

Libertad de expresión: ¿Hasta dónde? / por Rafael Comino Delgado

Este llamar libertad de expresión a lo que es insultar ha dado lugar, en gran medida, a que en España estemos como estamos, que es un ruina política, económica, social y, sobre todo, moral, donde la corrupción es galopante y la falta de moral total.

Libertad de expresión: ¿Hasta dónde?

Rafael Comino Delgado*
Se está celebrando, en estos días, el juicio por el atentado contra la revista francesa “Charlie Hebdo”. Como recordarán, esta revista publicó unas viñetas mofándose del profeta Mahoma, que según los musulmanes significaban una blasfemia, a lo que respondieron con un atentado en el murieron muchas personas inocentes.

El tema de la libertad de expresión es algo bastante controvertido, muy complicado, pues cada cual lo ve de una manera. Según algunos todo vale, no hay límites para la libertad de expresión, hasta el punto de que se convierte en libertad de insultar, de ofender. De hecho, ya el vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias, pidió, en el parlamento, naturalizar el insulto. Creemos que ya lo es en España, dependiendo de contra quien sea. Si es contra la derecha, o alguien de esa ideología, siempre es libertad de expresión. Igual pasa con los escraches, si se hacen a alguien de la derecha son expresión democrática, pero si son contra Monedero, Iglesias e Irene Montero son hostigamiento. Es lógico que el vicepresidente pidiera legalizar el insulto, puesto que él lo utiliza con frecuencia. Es un terreno donde se encuentra muy cómodo. Recuerden cuando llamó a VOX, incluidos sus votantes, inmundicia.
Winston Churchill decía que, “donde hay un gran margen para la libertad de expresión hay siempre una cierta cantidad de opinión estúpida”. Si, porque muchos tratan de suplir su falta de talento recurriendo a esa libertad de expresión, que al final no llega más allá del insulto, la ofensa.

Particularmente pensamos que hay una gran diferencia entre libertad de expresión e insulto u ofensa. Todos tenemos la libertad de opinar sobre cualquier tema, siempre con respeto hacia quien piense diferente, pero no podemos insultar, eso, a nuestro modo de ver, cae en el campo del delito.
Y en este sentido pensamos que hay dos aspectos sobre los cuales no se puede dudar absolutamente nada, hay que respetarlos: Los sentimientos religiosos y los sentimientos políticos, son sagrados, deben ser respetados totalmente, siempre, claro, que dichos sentimientos a su vez respeten a los de los demás. 

En lo que a política se refiere, el comunismo no es demócrata, no respeta la libertad de quien piensa diferente, y por tanto no lo podemos respetar. El fascismo o el nazismo tampoco respetan a los demás, lo cual quiere decir que no hemos de respetarles. 

En España, actualmente, no existe nazismo ni fascismo, pero sí comunismo, pues el vicepresidente Iglesias ha pregonado, en múltiples ocasiones, que es comunista, como lo son sus seguidores. La izquierda radical identifica a VOX con el fascismo y el nazismo, pero eso es una falacia, pues este partido es simplemente derecha democrática.
El juicio al que nos referíamos antes tiene como origen haber faltado el respeto de forma grave, según creemos, a los sentimientos religiosos de 1700 millones de musulmanes que hay en el mundo, y eso no puede quedar impune. Cualquiera puede no creer en el Islam, puede no estar de acuerdo con su doctrina, pero debe respetar a quien si crea y respete otras religiones.

Mofarse de los sentimientos religiosos de alguien es un grave delito, según creemos pues, como decía, los sentimientos religiosos son sagrados y nadie puede ofenderlos. 

Los musulmanes se toman este aspecto muy en serio, y cuando alguien falta el respeto a su religión, cuando les insultan en este tema, reaccionan de forma violenta, con lo que no estamos de acuerdo, pero entendemos que se sientan ofendidos, pues yo también me he sentido muy ofendido, cuando, por ejemplo, Wily Toledo ha blasfemado gravísimamente contra Dios y la Virgen Maria, pero más ofendido me he sentido  cuando  luego un  juez ha dicho que eso es libertad de expresión. 
Para mí no es libertad de expresión, es un delito grave que debería estar penado. Como los jueces no castigan estos delitos, los musulmanes se toman la justicia por su mano. El tal Toledo, y otros similares son muy valientes contra el cristianismo, que pone la otra mejilla, pero jamás osaran blasfemar contra el Islám, porque saben que lo pagarían caro, lo cual delata su cobardía, y la clase de chusma que son.

También creo que no es libertad de expresión pitar al Himno Nacional o quemar Banderas de un determinado país, siempre que ese Himno o Bandera respete la libertad de los demás de acuerdo con la ley (Volvemos a recordar que el comunismo no la respeta). Esto ocurre en España con muchísima frecuencia, y los jueces dicen que es libertad de expresión. Yo digo que es un delito, y más delito aun, es permitirlo.
Este llamar libertad de expresión a lo que es insultar ha dado lugar, en gran medida, a que en España estemos como estamos, que es un ruina política, económica, social y, sobre todo, moral, donde la corrupción es galopante y la falta de moral total. Parece que el código penal en España estuviese hecho por los propios delincuentes, que en verdad ocupan muchas instituciones. Si, así es, muchas instituciones en España están regidas por verdaderos delincuentes. Deténganse y analícenlas una por una, reparando en las personas que están al frente de ellas. 

En definitiva, en España hemos llegado a una situación que de tanta libertad como se dice tener, lo que de verdad tenemos es libertinaje, por eso hoy día nuestro país es el refugio, el paraíso de delincuentes de todo el mundo, porque aquí las leyes les protegen.
A tal degradación hemos llegado que ahora se ha puesto de moda agredir a la Policía y a la Guardia Civil. Es rara la semana que no leemos noticias en este sentido, relatando que en tal o cual ciudad un grupo de delincuentes ha dado una paliza a policías o guardia civiles, simplemente por haberles pedido que se identifiquen o que se pongan mascarilla. En otras ocasiones, incluso les tirotean. Pero que el policía o el guardia no se defienda con contundencia, porque entonces le llamarán asesino y le costará el puesto, como mínimo. No me extrañaría nada que, cualquier día, el vicepresidente pida, en el Congreso, que agredir a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad el Estado sea legal, pues sabemos, porque él lo ha dicho, que le emociona ver como se patea a un policía.

El caos, el desorden total, que es peor que la injusticia, como dijo Goethe: “Prefiero cometer una injusticia al desorden”. Si, porque el desorden genera muchas injusticias, entre ellas la falta de verdadera libertad.
En conclusión, han llevado a España a ser un desastre total en todos los aspectos, es el paradigma del desorden, de la corrupción, de la delincuencia, de la inseguridad ciudadana, del robo legal. El gobierno socialcomunista que padecemos no es el único culpable, puesto que esta situación ha ido desarrollándose poco a poco, pero el actual gobierno de Pedro y Pablo le ha dado un gran impulso, y siguen dándoselo.
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*Dr. Rafael Comino. Académico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz,

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