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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 22 de mayo de 2023

1-0: Ignominia en Mestalla


"...Se venían 10 minutos de descuento (que acabarían siendo casi 20) y se armaba un tumulto entre los jugadores que acababa con la expulsión de Vinicius por golpeo a Hugo Duro. Antes habían agarrado del cuello a Vini sin que eso tuviera consecuencia reglamentaria alguna, como tampoco la tuvieron las agresiones verbales recibidas minutos antes, como no lo tiene absolutamente nada de lo que le hacen al jugador brasileño en esta liga, mientras se pone al agredido constantemente en el foco cuando reacciona exasperado a tanta miseria..."

1-0: Ignominia en Mestalla
Rafa Moreno
La Galerna/ 21 Mayo 2023
Salía el Valencia a morder, mientras calentábamos motores para la Final de la Euroliga. La cosa era de ida y vuelta, y a Vini le seguían haciendo faltas como el primer día, como cualquier día: “Está dejando jugar mucho De Burgos Bengoetxea”, decía Carlos Martínez en la enésima demostración de objetividad periodística (ejem) de la que goza el brasileño y de la que tanto hace gala nuestra bendita prensa deportiva.

En torno al minuto 20, el Real Madrid bajaba el tono excitado del partido y comenzaba a tocar con algo de sosiego entre los centrales, Camavinga, Tchouaméni y Ceballos, aunque siempre con el ojo puesto en la posible salida rápida por banda, incluso con Mendy y con Lucas Vázquez. Mientras, ya había detenido Courtois un tiro potente al medio de André Almeida. Había en el equipo más vigor del esperado tras el severo correctivo de la Champions, aunque era un vigor nervioso y precipitado que no favorecía tener ocasiones de gol.

En el 27’ se enfadaba Baraja, que al parecer entrena ahora al Valencia (Dios los cría…) y nosotros ya estábamos con la Euroliga entre ceja y ceja. Tiempos estos de pantallas y multipantallas. Nos empezábamos a sentir como en la sala VOR cuando De Burgos tuvo a bien pitar una falta sobre Asensio muy cerca del área, la tiraba Benzema y con ello tenía lugar el primer tiro entre los tres palos del Madrid, flojo, al medio, sin apenas opciones de gol.


Precisamente muy poco después llegaba el primer gol y no fue a favor. Sucedió en el minuto 32’, tras despiste en defensa, sobre todo de Mendy al no estar del todo atento a Diego López, que se adelantó por detrás para anotar el 1-0 y, con él, su primer gol en Primera División. De aquí hasta el final de la primera parte, qué les vamos a contar que ustedes no sepan: correr para atrás, correr para adelante y doble parada de Cortouis a sendos tiros de Javi Guerra, el segundo realmente amenazante. Con esto, es decir, con apenas nada del Real Madrid y el vigor del Valencia, nos íbamos al descanso, y nuestro corazón se iba a Kaunas con los viejos rockeros del baloncesto, cuyo primer cuarto no parecía ir demasiado bien: 19-10 al poco de ver a Courtois salvando al Madrid del segundo.

Comenzaba en Mestalla la segunda parte del fútbol (sin Camavinga por Rodrygo) y corría el segundo cuarto en Kaunas. Llovía menos allí (solo tres puntos abajo), mientras Movistar nos decía que el Madrid ganaba en posesión de balón, para alborozo de todos aquellos que venden relojes rotos, esos que aciertan la hora dos veces al día. A Vini le seguían haciendo faltas, ya saben, esos empujoncitos dizque leves que desequilibran los constantes anhelos de carrera del brasileño mientras aquí no ha pasado nada.

Pasaba que los rockeros equilibraban la final, Hezonja mediante, mientras Courtois – la vida sigue igual – evitaba otro gol del Valencia, haciendo que nuestra atención ya estuviera casi del todo en Kaunas, hasta que un disparo de Rodrygo nos hacía girar un poco la cabeza hacia la pantalla del fútbol. Llamaba Morientes a que el partido se rompiera, en favor de los intereses madridistas, pero la ruptura no terminaba de darse. Solo Vini, y también un poco Rodrygo y Asensio en menor medida, parecían con ganas de que eso ocurriera.

Hablando de viejos rockeros, la realización de Roures nos ofrecía en la banda, a punto de entrar, a Modric y Kroos, que saldrían al campo en sustitución de Ceballos y Asensio en el minuto 64. Era el descanso en Kaunas con empate a 45 y muy poco después se armaba un lío (literalmente) de pelotas, por haber dos a la vez en juego y por estar Vini entre una falta y un penalti que De Burgos sabrá. El lance desencadenó una serie de acontecimientos que concluyeron, para variar, con insultos de la grada a Vinicius, identificados por el brasileño con un dedo que parecía señalar directamente a alguien bien concreto como autor de los insultos. Mientras tanto, De Burgos, desoyendo la denuncia del brasileño, se dedicaba a hablar con los jugadores del Madrid como si fuera su amigo y el partido se reanudaba en el minuto 77. Nada por aquí, nada por allá. Otra vez sale gratis insultar a Vinicius. Todo OK, José Luis.


Eso sí, amarillas para Rodrygo y Modric por protestar, poco antes de otros dos cambios de Carletto: Carvajal y Valverde por Tchouaméni y Mendy. El Madrid se instalaba en el campo contrario con más ganas que acierto, con más ímpetu que orden, y el balón era todo blanco, pero no tanto las ocasiones, sino más bien las acometidas. Hasta que Valverde, en el minuto 90, tuvo la mejor ocasión de todas las ocasiones del partido, con un golpeo fuerte desde dentro del área, muy cerca del portero, que hizo la parada de su vida.

Se venían 10 minutos de descuento (que acabarían siendo casi 20) y se armaba un tumulto entre los jugadores que acababa con la expulsión de Vinicius por golpeo a Hugo Duro. Antes habían agarrado del cuello a Vini sin que eso tuviera consecuencia reglamentaria alguna, como tampoco la tuvieron las agresiones verbales recibidas minutos antes, como no lo tiene absolutamente nada de lo que le hacen al jugador brasileño en esta liga, mientras se pone al agredido constantemente en el foco cuando reacciona exasperado a tanta miseria, como por ejemplo hizo hoy al retirarse expulsado y mandaba a segunda al Valencia en una acción que por supuesto no le honra, pero que bien haríamos en poner en contexto si es que queremos comprender la verdad. La mayoría no quiere, la mayoría mira para otro lado, o mejor dicho, mira siempre para el mismo lado del antimadridismo de una manera tan irresponsable como mezquina.

Getty Images

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