El primer toro de Diego Urdiales nos ha engañado a todos porque, por el juego que han dado con el capote, presagiábamos una faena importantísima, pero todo ha muerto con el capote con el que, el de Arnedo ha estado sublime. Han sido dos quites capoteros que nos ha elevado al cielo con el arte derramado; de igual modo, hasta Pablo Aguado le ha dado la réplica con tres verónicas de ensueño. Como digo, imaginábamos lo mejor y nos hemos encontrado con lo peor puesto que, el toro no tenía apenas opciones por su falta de fuerzas y, para colmo, se revolvía en menos de un segundo buscando el pecho de Urdiales que, lo ha intentado con ardor pero no tenía opción alguna. Una pena porque los presagios que teníamos nos hicieron soñar pero muy pronto hemos despertado para llegar a la cruda realidad del desencanto. Lo ha matado de una gran estocada y ha sido ovacionado el diestro. En su segundo, otro tanto de lo mismo. Incluso el diestro había brindado al público pero ha podido más la sosería del animal que el arte del diestro que, como en el toro anterior, lo ha intentado por completo. Otra estocada y confiemos que en su segunda tarde le embista un toro.
Pablo Aguado ha tenido dos enemigos de idéntica condición, mansotes, blandos, por ende, sin el menor atisbo de casta. Lo ha intentado el diestro pero sin convicción alguna, hay que destacar un quite por verónicas de una belleza sublime. Luego, el toro venía y volvía pero sin la más mínima emoción. Como digo, teníamos la sensación de que toreaban las máximas figuras del torero que, realidad, estos son los toros que torean a diario. En su segundo más de lo mismo. Aburrimiento general por parte de un toro asqueroso y un torero abúlico que, pese a intentarlo no ha logrado nada positivo.
Francisco de Manuel ha estado animoso toda la tarde. Le han devuelto dos toros por blandos y asquerosos y le ha salido un toro del Conde de Mayalde que apenas le ha dado opción alguna, salvo jugarse la vida que no era poca cosa porque en el primer muletazo de rodillas, el toro lo ha prendido de mala manera y, menos mal que Dios se ha comprado el abono de la feria, de ahí la suerte de todos los toreros que han resultado cogidos. Ha estado tesonero durante toda la faena sin resultado positivo alguno. Ha matado de una gran estocada y ha dado la vuelta al ruedo. En su segundo, del hierro titular, tampoco tenía la menor opción; ha embestido en las dos primeras series en las que el diestro ha estado valiente y tesonero. El toro le ha pegado un pitonazo en una mano que esperamos no sea nada grave para el chico.
Antes, en la época de Chopera cuando tres diestros pedían una oportunidad les ponía en el acto, siempre, con una corrida ilidiable y se los quitaba de encima. Ahora ocurre lo mismo pero al revés, les ponen en una corrida de figuras y el resultado es el mismo. Hablamos de dos artistas como Urdiales y Aguado que les costará un mundo conseguir contratos mientras que, De Manuel tendrá que seguir bregando para que los empresarios comprendan que, su triunfo del año pasado en Madrid no sea flor de un día.
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