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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 6 de diciembre de 2024

Valencia. 30 días más tarde / por Paco Delgado

Y después de tanto tiempo, al comprobar cómo están los más de 70 municipios afectados por esta hecatombe, pasma percatarse de que todo sigue patas arriba.

'..Mientras, el mundo del toro -del que muchos integrantes, sobre todo los más humildes, han acudido a colaborar al lugar de los hechos, quitando barro, llevando comida, dando ánimos...- echa su cuarto a espadas y organiza festivales para recaudar fondos para los damnificados..'

VIENTO DE LEVANTE
30 días más tarde

Paco Delgado
Ha pasado ya un mes desde que sucedió el mayor desastre que ha padecido Valencia. Una catástrofe que ha causado cientos de muertes y unos daños materiales incalculables. Miles y miles de hogares, negocios, establecimientos y vehículos han sido destruidos y mucha gente se ha quedado sin nada.

Y después de tanto tiempo, al comprobar cómo están los más de 70 municipios afectados por esta hecatombe, pasma percatarse de que todo sigue patas arriba. Sí que se ha quitado barro y eliminado agua pero no en todas partes ni en todos los sitios. Todavía hay muchos bajos, sótanos y garajes a los que no se puede acceder. Y viviendas que no se pueden habitar. Y miles de automóviles despanzurrados y tirados en mitad de las calles, carreteras y campos. Y toneladas de basura, lodo y chatarra amontonadas dando fe de la desgracia. Y vidas rotas ya para siempre.

La gente sigue afanándose en hacer todo lo que puede por arreglar este monumental desaguisado, con la ayuda inestimable -y que nunca podrá ser agradecida lo bastante- de tantísimos voluntarios como han acudido a ayudar en lo que fuese. Gente llegada de todos los puntos de España -y muchos de fuera de nuestras fronteras- que no han dudado en meterse en el fango y doblar el lomo para echar una mano a quien lo ha perdido todo. Una ayuda que contrasta con la tardía, escasa y mal organizada respuesta oficial.

Tampoco se puede decir que las ayudas económicas, que hacen falta de manera urgente y desesperada, hayan llegado, excepto las de Juan Roig y Amancio Ortega, a quienes hay que alabar y hacer justicia como merecen. Ni la administración central, que de momento ha puesto 0 euros, ni la autonómica, que ha repartido un mísero 4% de lo que se supone va a destinar a paliar los daños ocasionados por el agua, se han estirado y demostrado, una vez más, que no están para lo que deberían estar ni a la altura de las circunstancias.

Un agua convertida ya en un lodo solidificado y putrefacto que dificulta de manera extraordinaria las labores de limpieza y arreglo del destrozo, y agrava, todavía más, una situación que muchos no van a poder superar.

Llama mucho la atención -o no tanto, si se tiene en cuenta la catadura moral de la peña dirigente- que nadie se responsabilice de la tragedia. No ya por la ineficacia puntual ante lo sucedido, sino, sobre todo, por el desprecio a la toma de soluciones y medidas que la hubiesen evitado. Tachan de bulos la existencia de proyectos que atajaban crecidas y riadas y embustes orquestados por la parte contraria el denunciar cómo tales proyectos fueron tirados a la basura por un coste que parecía muy elevado en comparación con el posible mal ocasionado. Y de bulos, nada. Ahí está la hemeroteca.

Pero no hay dimisiones ni asunción de culpas por parte de nadie ni, por lo que se ve, intención alguna de evitar que esto vuelva a suceder. Incluso se premia a una de las responsables directas del cataclismo con una canonjía en Europa. Hay que ver, qué cara dura, qué cinismo y qué desprecio por quien se supone objeto de sus desvelos y atenciones. Nuestro actual sistema ha quedado muy en evidencia y la clase política, toda, se ha revelado inútil cuando no malvada. Lo de la tortuga en lo alto de una estaca es bien cierto.

Mientras, el mundo del toro -del que muchos integrantes, sobre todo los más humildes, han acudido a colaborar al lugar de los hechos, quitando barro, llevando comida, dando ánimos...- echa su cuarto a espadas y organiza festivales para recaudar fondos para los damnificados.

 Festivales de los que ya se habrán celebrado dos, los de Alba de Tormes y Vistalegre, estando anunciados otros tres, Villaseca de la Sagra, el día 8 de diciembre, Albacete, el 22 de febrero, y Algeciras, previsto para el Día de Andalucía. Y un mes después del siniestro, del festival que se dará en Valencia nada se sabe. Ni fecha ni cartel.

30 días después la normalidad no ha vuelto y tardará mucho, mucho tiempo hasta que regrese. Y si es que se consigue…

Burladero.tv/jueves, 5 de diciembre de 2024

1 comentario:

  1. La desorganización es tal, que no quiero imaginarme que pasaría en caso de que España sufriera un ataque por una potencia extranjera, es decir, guerra.

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