Algunos de los países de la otra orilla del charco siguen estos días en la locura mundial de la izquierda y en contra de los toros. Cada uno puede expresar civilizadamente, incluso con saña, lo que piensa, o porque le engañan o le pagan para que piense así . También en Expaña, antes España, han firmado 700.000 contra la Tauromaquia en su derecho de ir a la contra de su país. Pero ¿cuántos de ellos se siente de verdad españoles y desean que desaparezcamos como nación?. Allá ellos que saben que en la pseudodemocracia (apariencias externas de democracia pero con núcleo duro de dictadura) todo vale.
Las mentes retorcidas antitaurinas
de Hispanoamérica.
Hay dos causas. La primera es la locura mundial generalizada que nos obligar a ver y aceptar cosas verdaderamente demenciales e incluso contra natura. Por supuesto, contra toda lógica. Es el ser humano de 2025. ¿ De 2025 o desde Adán y Eva?
Recuérdese que los dos primeros seres humanos que creó Dios le salieron ranas y después muchísimos más. Incalculables. Hasta el punto, que dice el Génesis, que Dios se arrepintió de haber creado al ser humano y decidió aniquilarlo de la Tierra, pero como es justo vio que sólo Noé y su familia eran honestos y no se merecían desaparecer, se arrepintió de nuevo y dio otra oportunidad. Se creó el Arca y ahí se salvó la continuidad del hombre y los animales en la Tierra. El diluvio universal mató a todos los demás. ¿Cuántos? ¿Miles? ¿Millones?
Pero la situación no se arregló y nacieron muchos de buena voluntad y otros de mala, pero ya dijo Dios que no habría otro diluvio universal. Y ahí conviven con bestialidades de siempre : guerras, injusticias, hambrunas, desastres etc.
¿Nos vamos a quejar entonces que muchos quieran cargarse en Hispanoamérica los toros? En México ya los están discutiendo desde las más altas instancias políticas de la nación. Ya llevan años desde muchas instancias queriendo que desaparezcan. Incluso con prohibiciones para que no haya toros en las grandes plazas, con prohibiciones que muchas veces han quedado sin efecto. Pero no ceja la saña de los angelitos, que no respetan la libertad, la supuesta democracia y los derechos de los otros ciudadanos. En tromba y contra el espectáculo taurino.
Otro caso importante, penoso e injusto, es el de Colombia a donde también ha llegado la locura mundial antitaurina. Las grandes plazas han sufrido los embates de los furiosos y vocacionalmente aniquiladores de la tauromaquia, aunque –más o menos, mejor o peor- ahí siguen algunas de las grandes ferias.
Ya hace años que en Ecuador se cargaron la gran feria a la española que se celebraba en Quito. Muchas corridas en muchos días seguidos. Eso sí, quitando la muerte de los toros primero y todo lo demás después ante la repulsa de la afición.
En países hispanoamericanos y algún otro latino, que viene del latín. Latinoamericanos dicen con la misma falsedad que lo de la española memoria histórica. Ladinos algunos, no latinos, sino hispanos.
Bestialidades como todas las ocurridas, gravísimas o como éstas, desde Adán y Eva. Y así seguiremos.
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