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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 20 de abril de 2021

Ramón Valencia y la mentira de la feria de Abril / por Juanje Herrero


La junta de Andalucía culpa al gobierno, el gobierno al covid, y Ramón Valencia a ambos, más la fundación del toro de lidia. Al final, la tauromaquia ha perdido. La amenaza que soltó el empresario sevillano se cumplió, o al 50% o nada. Y evidentemente no hay nada.

Ramón Valencia y la mentira de la feria de Abril

Juanje Herrero
Toros de Lidia / 19 abril, 2021
Ramón ”El que echa la culpa a los demás tiene un largo camino por recorrer. Sin embargo, el que no culpa a nadie ya ha llegado a su destino”. La primera conclusión que sacamos de la suspensión de Sevilla es que el político andaluz no ha querido arriesgar, no se ha querido comprometer y no ha sabido apostar. ¿Son los únicos responsables?

La junta de Andalucía culpa al gobierno, el gobierno al covid, y Ramón Valencia a ambos, más la fundación del toro de lidia. Al final, la tauromaquia ha perdido. La amenaza que soltó el empresario sevillano se cumplió, o al 50% o nada. Y evidentemente no hay nada.

Muchos fueron los profesionales taurinos que cuestionaban que en abril se pudiera dar una feria como Sevilla al 50%. Al final, la fanfarronada de Ramón Valencia hace que Sevilla languidece incluso con una campaña de marketing y publicidad sin parangón. Todo era humo, se ha vendido una quimera para lavarse la cara y quitarse presión, echando la culpa a los políticos. ¡Vivan los balones fuera! El mismo Ramón Valencia fue quien no aposto desinteresadamente por la feria.

Si el ilustre sevillano hubiera querido realmente dar una feria como Sevilla, hubiera tenido un plan b, c e incluso d. Era un pulso a las administraciones, amén de un despropósito en los carteles. ¿Hay tan poca afición en Sevilla que si no van 17 veces las figuras la plaza se queda vacía? Si la respuesta es afirmativa, la problemática está muy arraigada y no han sabido buscarle solución.

Si de verdad se quiere dar, se busca soluciones. Lo que pasa que a veces el ego no nos deja ver más allá. Se puede hacer en mayo, a principio de junio, se puede hacer más corta, o se puede hacer con otro tipo de toreros. 

Un plan de coste y viabilidad en diferentes escenarios, no cuesta tanto. En la era covid, pasando hambre y necesidad muchos profesionales taurinos ¿Por qué insistimos en seguir cerrando los carteles? Hay tanta necesidad de repetir a toreros 2, 3 o 4 tardes, y hacer dobletes de ganaderías. Nosotros mismos seguimos echando sal a los campos y recogiendo hambre.

¿Se puede decir que Sevilla es taurina? Si se cambia de carteles y se ponen toreros jóvenes tipo Lama de Góngora, Rafa Serna, David Galván, Javier Jiménez, Daniel Crespo, De Miranda ¿Hubiera respondido la afición? Yo creo que sí, pero es mucho esfuerzo salir del guion establecido, innovar, crear y dar visibilidad al futuro está fuera de lugar en Sevilla. Ramón Valencia esta apalancado al pasado, un pasado que vive de la gloria de Don Diodoro Canorea. Sin ese hombre Ramón Valencia no estaría probablemente ejerciendo de empresario.

La idiosincrasia de Sevilla es única y respetable, los periodistas “trincones” se han aprovechado de esa plaza hasta secarla, pero lo único que sufre es el futuro. Un empresario que no sabe dar argumentos, ni alternativas no está preparado para navegar por una tauromaquia diferente y se ha convertido en un lastre difícil de asumir.

No echemos toda la culpa a los políticos, que el empresario asuma su parte de culpa, de cansancio y aburrimiento que siente a la hora de innovar y buscar soluciones. De buena se ha librado Albacete.

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