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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 29 de octubre de 2023

RAFAEL JORDANO SALINAS, PREMIO "TARIK DE IMPERIO" DE LA TERTULIA TAURINA 'LA MONTERA" / por José María Portillo Fabra

Rafael Jordano y José María Portillo / Foto: Sonia

"Es parentesco sin sangre una amistad verdadera"

RAFAEL JORDANO SALINAS, PREMIO "TARIK DE IMPERIO" DE LA TERTULIA TAURINA 'LA MONTERA"

José María Portillo Fabra
Còrdoba, 29 Octubre 2023
Lo escribió don Pedro Calderón de la Barca, y a mí me lo ha rememorado hoy mismo mi amiga Carmina. Y me ha gustado mucho el verso de Calderon, porque el acto de entregar a Rafael Jordano Salinas del Premio "Tarik de Imperio", presidido por nuestro amigo Jesús Aguirre Muñoz, organizado por nuestro amigo Ladis, acogido en la Sede del Colegio de Veterinarios presido por nuestro amigo José María de Torres, con la presencia de amigos como Íñigo Laquidain, de Defensa, y con amigas como Narci Ruiz por el Ayuntamiento, Mercedes Valverde por la Real Academia, como Ana Segado y Sonia Duarte y cono Elena, del propio Colegio, además de amigos toreros como el Decano José María Montilla, como Rafael Chiquilín y como Reyes Mendoza,

más Aniceto Méndez de la Cátedra de Taurologia y un centenar de amigos y amigas de Peñas y de aficionados "sin papeles", pero amantes de la Fiesta de los Toros, convirtió la entrega del "Tarik de Imperio" - pseudónimo de un gran periodista taurino local - a Rafael Jordano en un monumento a la amistad. Por eso eché de menos a Domingo Echevarría, pero tiempo tendremos para dedicarle el homenaje que merece.

De Rafael Jordano tengo que decir que puede aplicarsele el máximo elogio que que el maestro Pepe Luis Vázquez hacia de aquellos cuyos méritos y éxitos eran celebrados, que consistía en decir que además era "una buena persona", añadiendo el maestro: "Y hay algo mas importante que el que digan de tí que eres una buena persona?" Algunas de las confidencias que me ha hecho Rafael son de las que justifican ese título y honran verdaderamente a sus padres, a los cuales conocí y traté. Su querida madre, nieta de Guerrita, alegre y divertida en los momentos oportunos, que es como debe hacerse. Sobre su tía doña Pilar Guerra, hija de Guerrita, no dispongo de espacio para contar alguna anécdota sobre ella presenciada por mi; pero a cambio, voy a contar como conocí al padre de Rafael. Fue mientras él trabajaba un domingo realizando una tarea dura como todas las del campo: reconocer y vacunar en un gran corral una piara de cochinos grises, menos uno que era blanco. Verle trabajar en domingo supuso para mi, que era muy jovencillo, una lección de profesionalidad y una norma de vida. Pero como la escena tenía cierto aire taurino-campero, como de manejo de ganado, como de herradero antiguo, quise participar. Me dijo uno: "Apártate, que como te pegue una patá un cochino, te rompe un hueso". Así que me aparte. La tarea se realizaba con destreza. Los animales vacunados se reunían tranquilos en la pared opuesta a donde se encontraban los aún por vacunar, controlados sin dificultad. Pero hubo uno que después de vacunado, abandonó de una carrera el grupo y regreso con los aún no vacunados entre la carcajada general, escondiéndose en el centro de piara: era el cochinillo blanco, por lo que no hubo problema en localizarlo y reintegrarlo con los ya vacunados. 

Al acabar la faena, comenté: 'Menos mal que el que se escapó fue el blanquito..." Y me dijo el padre de Rafael: "No, no hubiera pasado nada. Estos hombres lo hubieran visto entrar en el grupo y hubieran sabido cual era aunque tuviera el mismo aspecto que los demás"

Segunda lección que aprendí ese día: el atractivo que para muchos tienen las profesiones que no pueden aprenderse en los libros, sino en el contacto diario con el trabajo.

Pero regresando a mí amistad con Rafael, me ha hecho confidencias de una humanidad que me han conmovido. Sabe lo que es luchar. Jamás me ha hablado mal de nadie. Jamás me ha hecho una pregunta. Y si tiene que rectificar, rectifica. Es así con todo el mundo. Por eso la amistad que se palpaba durante el acto de la entrega del "Tarik" y en la gran celebración posterior, acudieron a mí mente recuerdos relacionados con Rafael Jordano y su familia. Recordé a su tía Nati, a sus tíos que fueron nuestros médicos... Recordé haber asistido a bodas y bautizos de su familia, como la de María Elena o el de Javier Romero Jordano, celebrados con la elegancia sencilla marca de la casa. Y recordé mi conocimiento de sus hermanas y hermanos. También soy amigo de sus parientes Centeno Guerra. Y recordé sobre todo que fue Rafael, junto con Mariví Olea, quien procedio a una Lectura en la Misa por el alma de mi mujer Maria, celebrada en privado ante la Virgen de los Dolores. Asistieron, con el celebrante, otras cuatro personas más, dos de ellas, familia de Rafael.

De ahí que para mí el premio "Tarik" de la Tertulia "La Montera" sea como una celebración propia.

Bueno, Rafael, beso la mano de tu mujer - a quien hice una foto vestida de torera de ahí queda... - y a ti te mando un abrazo como los del Rey de entonces y Guerrita, porque, efectivamente, una amistad verdadera es parentesco sin sangre.
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Jesús Aguirre, Rafael Jordano, José Mª de Torres y Ladislao Rodríguez, en la entrega del trofeo. PACO UREÑA

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