De izquierda a derecha, Blanca, Pedro (hijos de Giraldo), Rosi (hermana), Muriel (viuda) y Rosa Aldea, alcaldesa. - Foto: Juan Mellado
El torero de la localidad, Pedro Giraldo, recibe un homenaje a título póstumo en la vigésima quinta jornada de exaltación al que fuera regente de Castilla.
Giraldo y Cisneros, una unión eterna
Pedro Giraldo fue, siempre con el permiso de la autoridad (en este caso, el Cardenal Cisneros), el gran protagonista de la vigésimo quinto día de exaltación al hombre que ocupó, entre otros puestos, la regencia de Castilla. El torero, fallecido en mayo, fue recordado en un emotivo evento que tuvo lugar ayer en el centro cultural de la localidad cisneriense y que incluyó la protección de un vídeo con fotografías de la vida del homenajeado.
La Fundación Cardenal Cisneros organizó este reconocimiento a título póstumo y su presidenta, que también ejerce de alcaldesa del municipio anfitrión, Rosa Aldea, recordó los principales hitos de su vida profesional, entre los que figuran su alternativa como matador de toros el 2 de septiembre de 1978 en la plaza de Palencia de manos de El Viti y con Palomo Linares como testigo o la confirmación en la madrileña plaza de Las Ventas el 15 de junio de 1980 en una tarde en la que también hicieron el paseíllo Pepe Pastrana, Francisco Aguilar y el rejoneador Luis Arranz.
Además, destacó su larga y fructífera trayectoria como banderillero y su vinculación con Cisneros pese a tener que haber emigrado a Sevilla en su juventud. «Era un cisneriense de pro al que le movía la pasión por sus raíces. Nunca olvidó de donde venía y para nosotros es una figura importante», manifestó Aldea.
La viuda de Giraldo, Muriel Feiner, acompañada por sus hijos, Pedro Luis y Blanca, y una hermana del torero, Rosi, subió al escenario del centro cultural para recoger un obsequio y agradecer, emocionada, el acto en memoria de su marido.
«Nos hace mucha ilusión este reconocimiento a toda la familia. Pedro tuvo que marchar de Cisneros muy joven, pero siempre sintió su pueblo y Palencia muy cerca. Sé que este homenaje le hubiera hecho muy feliz», explicó Feiner minutos antes de que comenzara el evento. A continuación, rememoró que fue el pregonero de las fiestas de la Virgen del Castillo y el Cristo del Amparo de 2013, un hecho que lo llenó de «orgullo y emoción».
César Ceinos
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