
'..Allí hubo mucho toreo bueno, de calidad, mucha entrega, mucha técnica y conocimiento del encaste, desde que lo recibió en la puerta de toriles con una larga cambiada hasta que lo mató de una estocada ligeramente trasera, pero muy eficaz, sin olvidarnos de los tres pares de banderillas, el último en las tablas que nos metió el corazón en un puño..'
Madurez y capacidad de Manuel Escribano
Rafael Comino
La esperada corrida de Victorino en Sevilla salió mala en general, aunque el quinto fue un buen toro, pero de Victorino, al que se dio la vuelta al ruedo (en Madrid creo que no se le hubiese dado), y Manuel Escribano, que está en un momento de enorme madurez y capacidad, le cortó las orejas más caras en lo que va de temporada sevillana. Allí hubo mucho toreo bueno, de calidad, mucha entrega, mucha técnica y conocimiento del encaste, desde que lo recibió en la puerta de toriles con una larga cambiada hasta que lo mató de una estocada ligeramente trasera, pero muy eficaz, sin olvidarnos de los tres pares de banderillas, el último en las tablas que nos metió el corazón en un puño. Allí no hubo sugestión colectiva, allí hubo mucha verdad ante un toro de Victorino.
Y no olvidemos su faena al segundo de la tarde, que creo merecería ser visualizada en las escuelas taurinas, para que los alumnos vean lo que es sacar agua de un pozo seco. El primero, que correspondió al Cid, no tuvo un solo pase, y el segundo parecía que iba por el mismo camino, pero Escribano, que conoce perfectamente a los victorinos, empezó tratándole con mucha suavidad, dejándole la muleta puesta, pero por el derecho parecía imposible, sin embargo por el izquierdo llegó un momento en que consiguió alargarle la embestida un par de veces, y se dio cuenta de que por ese pitón había alguna posibilidad, y logró sacarle varias series bastante buenas. Después volvió al derecho con la esperanza de que hubiese cambiado, y a regañadientes el toro tuvo embestidas aceptables. Total, que donde parecía que no había posibilidad alguna, Manuel logró una bella y pulcra faena, que de haber entrado la espada al primer intento como lo hizo en el segundo, le hubiese cortado una oreja de muchísimo peso, porque era un Victorino y por las grandes dificultades que tenía. Por eso digo que es faena para enseñar en las escuelas taurinas.

Escribano, que ya ha triunfado en Sevilla muchas veces, que ha tenido tardes épicas en la Maestranza, este año lo han puesto en tres, pero una es la de Victorino y otra la de Miura, y se ha quedado fuera de San Miguel. Y en Madrid, donde también ha triunfado varias veces, solo le han dado dos tardes, el 4 de junio con Lagunajanda y el 7 de junio con los adolfos. Así son las cosas, pero bueno, en el toreo y en la vida en general creo que no hay que quejarse por injusta que se presente, sino apretar la boca y tirar para adelante hasta doblegar la injusticia, es decir, hasta llegar a ser martillo y no yunque, y entonces revisar el pasado y al que te negó lo que merecías enseñarle lo que es ser yunque, aunque solo sea un minuto, para que pruebe el amargo sabor de la injusticia.
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