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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 6 de mayo de 2025

Morante custodia el oro viejo de la torería / por Andrés Amorós

Morante de la Puebla lidia con la muleta a 'Derribado', el segundo de su lote.

'..Con todo respeto: este año, estoy viendo unas reacciones de este público que no tienen que ver con la tradicional seriedad, sabiduría y exigencia que siempre han caracterizado a esta Plaza. ¿Hasta aquí ha llegado el descontrol y la falta de criterio de la España actual?..'

Morante custodia el oro viejo de la torería

Sufre una grave cornada Javier Ambel, cortan trofeo los tres diestros, con un público muy fácil y manejables toros de García Jiménez

Andrés Amorós
El Debate/Sevilla, 05/05/2025
En el quiosco de prensa, en la farmacia, en el supermercado, todos me preguntan por «lo de Morante»: lo que hizo, lo que yo opino, lo que va a hacer… Nadie menciona ya que cortara orejas (igual que otros, a los que se recuerda menos). Es un gran torero; actualmente, el más artista. Se interesa por el toreo clásico, como deberían hacer –y no hacen– todos los diestros. Por eso pudo sorprender al público, el jueves pasado, con su ya famosa serie de largas. A nadie sorprende, en cambio, que vuelva a llenarse la Maestranza, con la esperanza de volver a ver algo semejante.

Los toros de Hermanos García Jiménez y Olga Jiménez, alguno justo de presencia, tienen movilidad y son manejables; los mejores, 2º, 5º y 6º. Cada uno de los diestros corta un trofeo, de muy distinto peso. El público sale satisfecho. Ésta es la parte buena. La mala, ante todo, la grave cornada que sufre Javier Ambel, al banderillear: en el muslo derecho, de 30 centímetros y pronóstico menos grave. También es mala la duración: casi tres horas de festejo me parece un verdadero disparate. Y lamento muchísimo la desorientación de un público festero, que no está al nivel de lo que ha sido siempre esta Plaza.

Reciben a Morante con aplausos y él saluda desde el burladero. El primer toro es un inválido total, devuelto. El sobrero mansea claramente, está justo de casta y fuerza, no le deja dar ni un lance. Comienza dejándolo pasar por alto, sin más, para ir metiéndolo en el engaño. Cuando lo engancha y liga derechazos, suena en seguida la música. Por la izquierda, el toro queda más corto, vuelve rápido, protesta. Aunque el toro no es bueno, Morante torea de verdad, con la muleta planchada, pasándoselo muy cerca. Sufre un desarme y suena el aviso antes de tomar la espada. Con ella en la mano, todavía da una bonita tanda a media altura. Pincha sin convicción antes de una estocada corta. No ha sido una faena redonda pero sí ha estado bien concebida y ha habido algunos muletazos excelentes.

Morante de la Puebla, ante el segundo de su lote, en un nuevo lleno en La Maestranza. Europa. Press

Morante de la Puebla, con la taleguilla manchada de sangre.EFE

El cuarto sale suelto, embiste sin celo, tampoco le deja estirarse con el capote. Arriesga mucho Joao Ferreira, en el tercer par. Comienza Morante con hermosos ayudados por alto, cargando la suerte –ahora, sí–, que levantan ya un clamor. Luego, torea al natural con naturalidad. (Como decía don Gregorio Corrochano, muy pocos lo consiguen). No le hace falta dar gritos, ni despatarrarse, ni exagerar nada. Cuando el toro protesta, se alivia por alto con torería, nos regala un abaniqueo y un desplante de sabor añejo. Entra a matar con decisión pero la espada no queda arriba. Está torerísimo hasta acompañando al toro, herido de muerte. En la vuelta al ruedo, con la oreja, lo veo más tranquilo y contento. No hay mejor terapia que torear a gusto un toro en la Maestranza.

José María Manzanares cortó una oreja al primero de su lote, de nombre 'Espléndido' y 523 kilosEuropa Press

No tuvo suerte en su anterior comparecencia José María Manzanares, con los toros de Jandilla. El público sevillano lo quiere mucho pero también lo ha visto mucho: para un diestro veterano, son las dos caras de la moneda.

El segundo toro, abierto de pitones, bien armado, va pronto al caballo. Lo cuidan porque flaquea pero le permite a José María trazar muletazos largos, templados, con su habitual elegancia y empaque. Sube la emoción cuando le baja la mano. Es una faena estética, no cuajada del todo. Entra a matar desde lejos, da tras pasos rápidos antes de llegar al toro, la espada queda desprendida pero tiene rápido efecto: oreja. Le hacía mucha falta.

Mece bien el capote en el quinto, que sale suelto, hace floja pelea en varas pero va a más: repite, en la muleta. También van a más los naturales de Manzanares y un bonito cambio de mano. Pincha antes de agarrar una buena estocada: el toro tiene una hermosa muerte de bravo. Esta tarde, José María ha tenido el mejor lote y le ha servido para recuperar el favor de este público.

Entró Alejandro Talavante en el cartel del Domingo de Resurrección, aunque algunos sevillanos hubieran preferido a Roca Rey (que se fue a Arles, para que no le pidieran alternar con Luque) o a Juan Ortega, muy del gusto de este público. Y lo peor: no pasó nada. Está obligado a mejorar, esta tarde.

Pitan justamente la aparición del tercero, por su escasa presencia y cómoda cabeza, pero galopa con rapidez en banderillas: Javier Ambel arriesga mucho en el primer par y es herido en el tercero: se ha visto claramente que lleva una fuerte cornada. En la muleta, el toro repite con codicia pero se queda corto y la faena no cuaja. Lo mejor, la estocada.

Recibe al último con un farol de pie, como ahora suele hacer, antes de mezclar verónicas con chicuelinas. Apenas castigan al toro, que aprieta en banderillas, repite incansable en la muleta. Talavante despliega su habitual repertorio heterodoxo: de rodillas, combina derechazos, cambiado y una apurada arrucina. Ya de pie, un cambio de mano, agarrándose a los cuartos traseros, levanta un clamor. El toro ha sido un gran colaborador pero acaba rajado, en tablas, en terrenos de sol. Allí, Talavante encadena luquecinas, rodillazos y «de tó», entusiasmando al público. Otra buena estocada pone en sus manos una oreja, aunque el público pedía la segunda y lo compensa con gritos de «¡Torero!».

Con todo respeto: este año, estoy viendo unas reacciones de este público que no tienen que ver con la tradicional seriedad, sabiduría y exigencia que siempre han caracterizado a esta Plaza. ¿Hasta aquí ha llegado el descontrol y la falta de criterio de la España actual? Lamento decirlo pero yo así lo veo.

Alejandro Talavante, con el capote ante 'Festín', último toro de la tarde. EFE

Llevaba hoy José María Manzanares un precioso vestido, de color negro y oro viejo . Ahora mismo, el guardián que mantiene y custodia el oro viejo de la torería clásica, la que nunca nos cansa ni pasa de moda, se llama José Antonio Morante.

POSTDATA. Con hondo pesar recibo la noticia del fallecimiento, hace una semana, de Fernando Ortega Martel. Aunque al gran público no le suene este nombre, sí que merece un cariñoso recuerdo. Le hicieron entrevistas por ser el más veterano abonado de la Maestranza: lo fue durante más de sesenta años. También era Hermano de la Caridad y recibió la distinción de la Hermandad del Baratillo, tan taurina, a la que perteneció ininterrumpidamente durante 75 años. Vicente Zabala padre bautizó como «el palco del arte» al que ocupaba Fernando en la Maestranza, con su grupo de amigos. En esta Plaza lo conocí yo: antes del comienzo de la corrida, solíamos tener una breve charla en la terraza de acceso a los palcos, desde la que se ve ese panorama único del Paseo de Colón, Triana y el río. Al acabar la corrida, volvíamos a comentar brevemente lo que había pasado, mientras caía la tarde y el río parecía haberse llevado algunas de nuestras ilusiones… Vestía siempre pulcramente, con chaqueta y corbata: en el templo del toreo, no lo hubiera imaginado de otra forma. Hablaba poco, con educación, con mesura; de su pasión por el toreo, con el conocimiento que da la experiencia. Lo veía yo casi como una encarnación de lo que era, antes, un serio aficionado sevillano. Cuando la salud le impidió acudir a la Plaza, no se perdía las corridas por televisión. Este año, ya no ha podido verlas. Espero que le haya acogido la Pura y Limpia del Postigo, de la que tan devoto era.

Ficha
Sevilla. Plaza de la Real Maestranza de Caballería. Feria de Abril. Lunes 5 de mayo. “No hay billetes·. Toros de Hermanos García Jiménez (1º, sobrero) y Olga Jiménez (5º y 6º): algunos, justos de presencia: en general, con movilidad, muy manejables.
MORANTE DE LA PUEBLA, de verde y plata, pinchazo y estocada (aviso, saludos). En el cuarto, estocada caída (aviso, oreja).
JOSÉ MARÍA MANZANARES, de negro y oro viejo, estocada desprendida (oreja). En el quinto, pinchazo y estocada (aviso, saludos).
ALEJANDRO TALAVANTE, de blanco y oro, estocada (silencio). En el sexto, buena estocada (oreja y petición de la segunda).

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