Corrida de toros en la Plaza Mayor - Madrid
Las corridas de toros contaron también con el favor popular, si bien su origen es aristocrático. Realizadas a caballo, Felipe IV contribuyó a su difusión, al asistir a todos los festejos que se realizaban en Madrid. El toreo a pie, poco extendido, se consideraba actividad de las clases bajas. El coso madrileño era la Plaza Mayor, destinándose los balcones a la corte y personalidades y ocupando el pueblo llano graderías debidamente instaladas.
ANÉCDOTAS PLANETARIAS
PARA TAURINOS CURIOSOS
Aquilino Sánchez Nodal
Madrid, 24 de Octubre de 2011.-
Realmente, estas curiosidades taurinas carecen de intensidad cultural. Seguramente su interés resida en conocer respuestas que, en algunas ocasiones, son comentadas sin poder esclarecer su parte de verdad. Por la importancia de todo lo que rodea al toro, puede que, las anécdotas tengan un prisma que los aficionados debamos conocer, cuantas más, mejor. La mayoría de los casos se adornan con aureola de fantasía pero su trasfondo siempre está motivado por la esencia de autenticidad en casi todos los casos. Observar la parte cierta que contienen estos documentos es garantía para divulgar la tradición del toreo. La palabra escrita y el diálogo son las mejores formas de perpetuar la fiesta, las dehesas y los toros.
Quizás, muchas de estas curiosidades sean necesarias de recordar porque ya formen parte de la enciclopedia taurina popular. El tiempo da y quita razones pero, pasa a tanta velocidad que deja en las cunetas taurinas cosas y casos que llaman la atención por su carácter extraordinario o por su sorprendente atrevimiento. Toda tradición rezuma cultura aunque se transmita por unos cauces no siempre académicos o literarios.
Las plazas de toros que existieron con denominación, Madrid.-
- La primera fue, la Plaza Mayor de Madrid, lugar difícil de habilitar para Corridas de toros por ser concentración de actos oficiales que se programaban y ser el corazón principal de la Villa. Se decide trasladar los juegos con toros a la plaza de Jesús, aledaña al Palacio de Medinaceli. Este recinto tenía mal acceso por lo que, se habilita una nueva, en Antón Martín. Demasiado céntrica y se traslada junto al río Manzanares, en la finca del ilustre Luzón. Un trágico suceso cierra aquella plaza de toros de Madrid, una grada se hunde causando cientos de víctimas. Un año duró la sustituta, en el antiguo Barrio de Pozas, en la misma ribera de Río. Por fin se levanta una magnifica plaza de toros, de madera, la de los Campos Elíseos, en los prados existentes, en lo que hoy es, el barrio de Salamanca. Sobre sus cimientos se construye la considerada primera plaza cerrada y exclusiva para festejos taurinos de Madrid, la Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá.
Se inauguró el 8 de Septiembre de 1.714. Fue la primera en cobrar entrada, se pagaba a los porteros, demasiados problemas en el cuadre de caja. El día 24 de Junio de 1.810, se ponen a la venta los primeros billetes para ver toros en las taquillas habilitadas por la empresa, en la calle de Sevilla. Eran cartoncillos que se usaban en varios festejos, diferenciados por un signo diferente para cada uno, puesto a mano. El Marqués sigue en su faraoneo arquitectónico. La plaza estorbaba para el diseño de una zona única y exclusivista para pudientes de Madrid. En 1.874 se inaugura la plaza de la carretera de Aragón.
Después, se construyó, Las Ventas del Espíritu Santo. De estas dos últimas, hasta la fecha, tenemos suficiente documentación por lo que no se hace necesario dar más datos. Fiestas, triunfos y petardos son de obligado conocimiento de aficionados.
- La Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá fue la primera en poner, al anunciar sus corridas, en los carteles: “Si el tiempo no lo impide”. El primer toro lidiado en esa plaza se llamaba, “Toruno”, berrendo en negro, del Duque de Veragua. El último, de nombre, “Miranda”, de misma capa y ganadería.
- En los primeros años del toreo a pie las banderillas se ponían de una en una. En la plaza de la Puerta de Alcalá, por primera vez, Jerónimo José Cándido, las clavó en pares. Corría la temporada de 1.818.
- Carlos Albarrán “El Buñolero”, fue chulo de toriles en la plaza de Madrid, durante sesenta años. Comenzó su servicio en 1.843 y dio salida al último novillo, perteneciente a la ganadería de Antonio Guerra, hermano de “Guerrita”, el 2 de Agosto de 1.903. Lo estoqueó, Manuel García “Revertiro”. Abrió los toriles en tres mil corridas y presenció la alternativa de ciento un matadores.
- Un importante y célebre ganadero de bravo madrileño, Ángel González Nandín, resultó gravemente herido cuando acompañaba al General Prim el día del atentado en la calle del Turco, hoy Marqués de Cubas, en Madrid, donde Prim fue asesinado, el 27 de Diciembre de 1.870.
- La pierna derecha de Antonio Sánchez “El Tato que, a consecuencia de la cogida sufrida en Madrid le fue amputada en una fonda de la calle Victoría, al famoso espada sevillano, desapareció en el incendio de la farmacia que existía en la calle de Fuencarral, esquina a la Gran Vía, al lado del monumental edificio de la Telefónica.
- El primer privilegio que se concedió para celebrar una corrida de toros fue otorgado por el rey Felipe III, al empresario de la plaza de Valencia, don Ascanio Manchino, el día 27 de Enero de 1.612.
Posiblemente, en artículos posteriores haremos referencia a otros diferentes sucesos anecdóticos que jalonan la historia de la Tauromaquia.
Quizás, muchas de estas curiosidades sean necesarias de recordar porque ya formen parte de la enciclopedia taurina popular. El tiempo da y quita razones pero, pasa a tanta velocidad que deja en las cunetas taurinas cosas y casos que llaman la atención por su carácter extraordinario o por su sorprendente atrevimiento. Toda tradición rezuma cultura aunque se transmita por unos cauces no siempre académicos o literarios.
Las plazas de toros que existieron con denominación, Madrid.-
- La primera fue, la Plaza Mayor de Madrid, lugar difícil de habilitar para Corridas de toros por ser concentración de actos oficiales que se programaban y ser el corazón principal de la Villa. Se decide trasladar los juegos con toros a la plaza de Jesús, aledaña al Palacio de Medinaceli. Este recinto tenía mal acceso por lo que, se habilita una nueva, en Antón Martín. Demasiado céntrica y se traslada junto al río Manzanares, en la finca del ilustre Luzón. Un trágico suceso cierra aquella plaza de toros de Madrid, una grada se hunde causando cientos de víctimas. Un año duró la sustituta, en el antiguo Barrio de Pozas, en la misma ribera de Río. Por fin se levanta una magnifica plaza de toros, de madera, la de los Campos Elíseos, en los prados existentes, en lo que hoy es, el barrio de Salamanca. Sobre sus cimientos se construye la considerada primera plaza cerrada y exclusiva para festejos taurinos de Madrid, la Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá.
Se inauguró el 8 de Septiembre de 1.714. Fue la primera en cobrar entrada, se pagaba a los porteros, demasiados problemas en el cuadre de caja. El día 24 de Junio de 1.810, se ponen a la venta los primeros billetes para ver toros en las taquillas habilitadas por la empresa, en la calle de Sevilla. Eran cartoncillos que se usaban en varios festejos, diferenciados por un signo diferente para cada uno, puesto a mano. El Marqués sigue en su faraoneo arquitectónico. La plaza estorbaba para el diseño de una zona única y exclusivista para pudientes de Madrid. En 1.874 se inaugura la plaza de la carretera de Aragón.
Después, se construyó, Las Ventas del Espíritu Santo. De estas dos últimas, hasta la fecha, tenemos suficiente documentación por lo que no se hace necesario dar más datos. Fiestas, triunfos y petardos son de obligado conocimiento de aficionados.
- La Plaza de Toros de la Puerta de Alcalá fue la primera en poner, al anunciar sus corridas, en los carteles: “Si el tiempo no lo impide”. El primer toro lidiado en esa plaza se llamaba, “Toruno”, berrendo en negro, del Duque de Veragua. El último, de nombre, “Miranda”, de misma capa y ganadería.
- En los primeros años del toreo a pie las banderillas se ponían de una en una. En la plaza de la Puerta de Alcalá, por primera vez, Jerónimo José Cándido, las clavó en pares. Corría la temporada de 1.818.
- Carlos Albarrán “El Buñolero”, fue chulo de toriles en la plaza de Madrid, durante sesenta años. Comenzó su servicio en 1.843 y dio salida al último novillo, perteneciente a la ganadería de Antonio Guerra, hermano de “Guerrita”, el 2 de Agosto de 1.903. Lo estoqueó, Manuel García “Revertiro”. Abrió los toriles en tres mil corridas y presenció la alternativa de ciento un matadores.
- Un importante y célebre ganadero de bravo madrileño, Ángel González Nandín, resultó gravemente herido cuando acompañaba al General Prim el día del atentado en la calle del Turco, hoy Marqués de Cubas, en Madrid, donde Prim fue asesinado, el 27 de Diciembre de 1.870.
- La pierna derecha de Antonio Sánchez “El Tato que, a consecuencia de la cogida sufrida en Madrid le fue amputada en una fonda de la calle Victoría, al famoso espada sevillano, desapareció en el incendio de la farmacia que existía en la calle de Fuencarral, esquina a la Gran Vía, al lado del monumental edificio de la Telefónica.
- El primer privilegio que se concedió para celebrar una corrida de toros fue otorgado por el rey Felipe III, al empresario de la plaza de Valencia, don Ascanio Manchino, el día 27 de Enero de 1.612.
Posiblemente, en artículos posteriores haremos referencia a otros diferentes sucesos anecdóticos que jalonan la historia de la Tauromaquia.
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