A la Feria de San Sebastián 2017 le sonaron los tres avisos, quedó gravemente herida, ni se supo quien fué su Triunfador; ojalá sepan sanarla como es debido, realzarla, devolverle el sitial que perdió ya que lo allí sucedido, deja un claro ejemplo que en esto de la Fiesta Brava, en estos tiempos de crisis coyuntural socio económico política, no se puede aparentar lo que no sé es, improvisar, mentir, engañar y a las pruebas me remito.
FARAMALLEROS
Venezuela
Me comentaba un aficionado que con lo ocurrido en la LIIIª Feria de San Sebastián en San Cristóbal, Estado Táchira, había que pasar ya la página, seguir adelante en el escabroso camino que lleva la Fiesta Brava en Venezuela y de plano le dije, que era imposible pasar, así como así, la página de un desastre que casi se lleva por delante a una Feria de renombre regional, nacional e internacional, por culpa de unos cuántos echones, fanfarrones, dándoselas de chivatos taurinos que han quedado como los propios faramalleros y al que le caiga al guante que se lo plante.
A la Feria de San Sebastián 2017 le sonaron los tres avisos, quedó gravemente herida, ni se supo quien fué su Triunfador; ojalá sepan sanarla como es debido, realzarla, devolverle el sitial que perdió ya que lo allí sucedido, deja un claro ejemplo que en esto de la Fiesta Brava, en estos tiempos de crisis coyuntural socio económico política, no se puede aparentar lo que no sé es, improvisar, mentir, engañar y a las pruebas me remito.
Las riendas de todo lo que involucra el sostenimiento, fortaleza, impulso, permanencia, defensa de lo taurino, no pueden estar en manos de faramalleros que creen que lo taurino lo puedan manejar como peones de hacienda, huerto casero, bodega pueblerina ya que la Fiesta Brava no es un juego, se merece respeto, como Arte y Cultura que es.
La Fiesta Brava Venezuela, todo lo que ella involucra, hoy por hoy, requiere de quienes sepan defenderla, valorarla, mantenerla, darle fortaleza para sobrevivir a como de a lugar, en esta época de incertidumbre económica política que afronta y confronta el país, no ser sus propios enemigos, por lo que darle cabida a faramalleros, caídos tal cual paracaidista, con mala espalda como diría mi difunta madre, la pone en serio riesgo e insisto, en guerra avisada no muere soldado y su muere es por pendejo, mentiritas no son.
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