Por su parte, Madrid abre una ventana, que más bien parece un ventanuco. Eso de programar un festival no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Madrid necesitaba un festejo formal, con la máxima seriedad, esa que da el toro de verdad, íntegro, y no el novillo afeitado.
Sevilla no, Madrid parece que sí
- Tras el portazo dado a Sevilla, cierto que por la puerta de atrás, las esperanzas se concentran ahora en Madrid.
España, 18 Abril 2021
Lo de Sevilla tiene múltiples culpables, dado que ni a izquierdas ni a derechas han dado un pase bueno, todos han sido lo más despegado posible y retrasando la pierna de salida muy atrás. Algo así como lo hacen los malos toreros. Finalmente, han acabado con las ilusiones de muchos, con un pase de castigo, deleznable para más señas.
No ha habido oficio ni solvencia y, de lo que menos, torería. Cada uno por su lado ha hecho lo que ha podido para que la feria no se diera. Lo que queda es la opción de hacer la feria de San Miguel más larga de la historia. Veremos.
Por su parte, Madrid abre una ventana, que más bien parece un ventanuco. Eso de programar un festival no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Madrid necesitaba un festejo formal, con la máxima seriedad, esa que da el toro de verdad, íntegro, y no el novillo afeitado.
Además, y eso era importantísimo, el mundo entero estaría pendiente de ese día, por lo que un cartel atractivo con una ganadería, también atractiva, podía haber puesto la pica en Flandes que el toreo necesita.
Que no podía ser con El Juli, Manzanares y Roca Rey por las exigencias económicas y de ganado que quisieran imponer, pues imaginen que hubiera podido ser con la terna de Urdiales, Ureña y De Justo, por poner un ejemplo, que admitirían algunas ganaderías más. Las 6.000 localidades se quedarían chicas.
De todas formas, preferimos que se abran las puertas de Las Ventas, naturalmente, antes de que sigan cerradas. Aunque sea solo por un día. Siempre nos quedará Vistalegre.
Sí, parece que sí, Vistalegre podrá abrir las puertas para su feria programada de San Isidro. Si así fuera, con ese 40% de aforo permitido, podríamos darnos con un canto en los dientes ante la sequía de una feria medianamente larga o completa.
Madrid tendría la oportunidad de ver unos brotes verdes durante el mes, mayo, más famoso del mundo en materia taurina. Un amplio abanico de carteles que bien pudieran ser el trampolín para dar pie a sucesivas ferias en el verano.
No olvidamos que Vistalegre es plaza de segunda, no es Sevilla ni Las Ventas, pero contaría con la nutrida afición de Madrid que le daría, sin duda, un plus cercano a la exigencia por la autenticidad.
Veremos si los números le cuadran a Matilla, y a todos los protagonistas, para que el proyecto no se quede en nada. Mal harían si, unos u otros, no supieran destensar la cuerda para que la feria pueda darse.
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