la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 29 de mayo de 2024

MADRID/ 16ª San Isidro.- Chicharro cierrra la puerta / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Chicharro brinda el 3º. Foto: Las Ventas

Alejandro Chicharro pincha dos aclamadas faenas. Silenciados Lalo de María y Pepe Luís Cirugeda. Ocho utreros blandos y desrazados de dos hierros...

Chicharro cierrra la puerta

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, V 28 2024
En el toreo no bastan lecciones aprendidas ni buena suerte en los sorteos, hay que dar rienda suelta al corazón. Esa perogrullada volvió a ser hoy la moraleja de una tarde en que abundó la docilidad y la falta de fuerza. Los ocho jandillitas, de Guadaira cinco, y tres de Torrehandilla no pelearon, a lo más se dejaron. Uno, el segundo bis, se rajó y otro, el quinto se paró. Sin embargo, con ese inestable material el único que logró poner la plaza en atención profunda fue el serrano.

No de capa, ni con la espada que fue su cruz, fue con la muleta que se hizo fuerte. Su banderillero Juan Carlos Rey se había encargado de disipar las protestas a “Percnocto”, el tercero por sus “terciados” 485 kilos. Dos pares estupendos entre las puntas y una ovación montera en mano. Eso fue una suerte. Brindis a la concurrencia y atornillado, tres de costado, tres genuflexo en redondo, cambio de mano y el por el pecho. Ahí empezó a ganar púbico y sin casi espacio, cuatro naturales impolutos, lentos y delicados con el forzado, completaron la venta. El guadaira claudicaba y la dosificación y la altura, el poso y el ritmo consiguieron sostenerlo y llevarlo cadencioso, de a dos en dos. Ni mucho que queme al santo ni poco que no lo alumbre. Sensibilidad. Cuatro series de ovación por los dos pitones y la final de cuatro naturales y un forzado circular completo mostró la eficacia del diagnóstico y el tratamiento. Un pinchazo, un aviso y un estoconazo fueron argumento para que Don Víctor Oliver Rodríguez negara la ruidosa petición. Los peticionarios obligaron la vuelta al ruedo y luego se volvieron contra el palco chiflando. Males buscados.

El sexto, que fue el octavo, por las dos devoluciones, pesaba 507 kilos, era zancudo, armado y no lo protestaron. Las seis verónicas y la media no fueron gran cosa, hay que decirlo. En el caballo “Jaquetón”, se dejó de Juan José Leiro y de salida trastabilló. No puso problemas a Ruiz y a Tito que lo parearon de oficio y corrió leal desde largo a los tres estatuarios, el de pecho, la derecha, el cambio de mano, el natural y el forzado que reiniciaron el romance con los tres cuartos de aforo. Tras el segundo envite siguiente el novillo se cayó y se hizo evidente que solo una muleta muy empática y terapéutica lo llevarían a buen fin. Así fue. Uno de los grandes méritos del mirafloreño. Pero el mayor sin duda fue su sentimiento vertido y la suavidad y lentitud con que lo dejó fluir, compenetrándose con el toro y el tendido. Por supuesto que eso también es el toreo. Casi acariciando construyó la larga faena eminentemente natural, cruzada, embrocada y limpia. El epílogo tuvo diez suertes intermediadas por un desplante respetuoso. Ahora sí la revancha, parecían decirse los orejicidas. Pero la punta del estoque dio en hueso, y la de la cruceta otras cuatro veces con aviso. Sin embargo, la ovación en el tercio fue grande.

El conspicuo francés Lalo de María, dio una exhibición de tauromaquia escolar como para nota de altura en un examen, pero en ninguna de sus dos lidias logró emocionar a nadie. Ni siquiera a él mismo. Cierto, su lote fue soso, pero de mucha nobleza y blandura. La plaza inmutable le vio muletearlo y muletearlo y muletearlo con aseo, pero sin substancia. Lo despachó con dos estocadas contrarias, la una desarmada, y la otra tras un pinchazo.

Pepe Luis Cirugeda, pasó casi que inédito. Con un manso, defensivo, rajado al que dio de baja con cinco pinchazos una estocada honda y un aviso, y al quinto, con otros cinco en hueso y una estocada honda contraria. Solo su larga cambiada a portagayola con este le aceleró el pulso a los pagantes. Por contraste, sus banderilleros Adalid y Goria se le echaron encima al parado para saludar una ovación de gala. Eso fue todo.

FICHA DEL FESTEJO
Madrid. Martes 28 de mayo 2024. Plaza de Las Ventas
16ª de San Isidro. Sol. Lleno de no hay billetes. Ocho utreros, cinco de Guadaira y tres de Torrehandilla, 2º bis, 4º bis y 5º, dispares, blandos y nobles
Lalo de María, silencio y silencio
Pepe Luis Cirugeda, silencio tras aviso y silencio.
Alejandro Chicharro, vuelta tras aviso y saludo.

Incidencias: Saludaron: Juan Carlos Rey tras parear al 3° y David Adalid y Rafi Goria tras parear al 5º.

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