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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 28 de mayo de 2024

El odio entre españoles / por Rafael Comino Delgado


"..queremos destacar que actualmente España está dividida en dos grandes bandos que se odian mutuamente, situación provocada por el expresidente Zapatero, y luego muy incrementada por Pedro Sánchez, ese ser mediocre, egocéntrico, lleno de soberbia, y carente de todo principio o valor moral que signifique el bien, la bondad, pues carece de todo tipo de escrúpulos.."

El odio entre españoles

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
El odio es un sentimiento de profunda antipatía, disgusto, aversión, enemistad o repulsión hacia una persona, cosa, o fenómeno, así como el deseo de evitar, limitar o destruir al ser, cosa u objeto odiado.

El sentimiento de odio nace por sensaciones de miedo, resentimiento, recuerdos desagradables, envidia, generados por el ser u objeto odiado. Hay pues que buscar en el pasado para averiguar por qué se odia, y las razones que se encuentran unas veces serán más racionales y otras menos.

El sentimiento de odio, pues, lleva al hecho de odiar, que a su vez puede conducir a la realización de acciones violentas sobre lo odiado, ya que como decía Plutarco "el odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás". En cualquier caso, el odio hace infeliz al que odia.

Sin duda alguna el hombre sabio no odia jamás, incluso a aquellos que le hayan causado mucho mal. Sabe que no vale la pena odiar a nadie.

Lo contrario de no odiar es justamente odiar, guardar rencor, desear venganza. Lo que nunca se debe hacer, pues como dijera Víctor Hugo, "Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga".


Hecha esta introducción, queremos destacar que actualmente España está dividida en dos grandes bandos que se odian mutuamente, situación provocada por el expresidente Zapatero, y luego muy incrementada por Pedro Sánchez, ese ser mediocre, egocéntrico, lleno de soberbia, y carente de todo principio o valor moral que signifique el bien, la bondad, pues carece de todo tipo de escrúpulos, y solo piensa en él mismo y en ostentar el poder al precio que sea. 

Nací en la postguerra inmediata, década, de los cuarenta del siglo pasado, y en la familia tenía miembros que habían militado en los dos bandos, a pesar de lo cual jamás oí, ni a mis padres, ni a nadie hablar mal unos de los otros. Al contario, veía como se relacionaban sin ningún tipo de rencor. Veía como hombres que habían hecho la guerra en el bando nacional tomaban copas con los que la habían hecho en el bando republicano. Tampoco en el colegio percibí rencor, es decir, odio entre los dos bandos, y menos aun en la Universidad, ni luego después en mi vida de profesional. 

Llegó la muerte del generalísimo Franco, y se hizo una transición modélica para todo el mundo. Ambos bandos se pidieron perdón, se abrazaron, hubo amnistía, hicieron una Constitución, mejor o peor, que ha servido para llegar hasta aquí en paz. Pero un mal día llegó a presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, y al poco tiempo empezó a decir que la transición se había hecho mal, que había que revisarla, porque la derecha no había pagado todas sus culpas y que el perdón y el abrazo que se dieron no valía para nada. Y justamente a partir de ese momento empecé a percibir odio entre los españoles, y ello fue en aumento cada día. 

Luego entró en la Política Pablo Iglesias, un comunista radical, populista radical, que solo ha aportado a España, y donde quiera que haya estado, mal. Este hombre parece que haya sido especialmente diseñado para hacer el mal, pues no se le conoce absolutamente nada relacionado con el bien, con la dignidad, con la ética, y junto con sus seguidores, como Monedero, Echenique, etc. contribuyeron muchísimo a aumentar el odio entre españoles, y siguen haciéndolo, unos dentro y otros fuera de la Política. 

Después llegó otro sujeto siniestro, perverso, hasta niveles no conocidos en la política española desde que tenemos democracia, Pedro Sánchez, individuo pernicioso, tóxico, para España hasta decir basta; peor desgracia incluso que la llegada de Zapatero, y el odio lo ha llevado a limites impensables. En los mítines y actos de la derecha, en muchas ocasiones se ha llegado a la violencia física, contra los intervinientes y asistentes, ejercida por la extrema izquierda, y desde luego el separatismo ha llegado no solo a la violencia física, como ocurrió en Cataluña tras el fallido referéndum, sino a mucho más. La situación a la que nos han traído Zapatero y Sánchez es de desastre en todos los aspectos. 

En España ahora se respira ODIO entre hermanos, traído, mantenido y aumento cada día por la extrema izquierda, que ahora es la mayoría del PSOE y todo lo que queda a su izquierda, los separatistas y los herederos de la banda terrorista ETA.

Insisto una vez más, esta situación es de odio y rencor en la política y en la calle, que muchas veces llega a la violencia física; algunos diputados del PP y de VOX, han sido agredidos varias veces, el mismo expresidente Rajoy fue agredido en plena calle por la extrema izquierda; hace pocos días un diputado de Mas Madrid, en la Asamblea de Madrid, hizo con la mano, el ademán de disparar a la presidente Dª Isabel Díaz Ayuso. También ha habido algunos asesinatos simplemente por llevar la bandera de España. Por otra parte, la agresión a las Fuerzas del Orden Público ya se ha convertido en algo habitual. 

Al mismo tiempo que ha ido aumentando el odio entre españoles lo ha hecho, incluso más, la corrupción del gobierno, que manipula todas las instituciones, ha desaparecido la separación de poderes, los jueces que no se pliegan a la voluntad del gobierno son señalados, igual que los medios de comunicación que no se han vendido al gobierno. La corrupción del gobierno ha llegado hasta el punto de que el presidente Sánchez compró siete votos que necesitaba para ser investido presidente, al fugitivo Puigdemont, naturalmente con nuestro dinero y nuestros derechos. A Sánchez se le puede aplicar, en este caso, con todo rigor, la frase del magistrado y político colombiano, don Carlos Gaviria Diaz, "El que paga para llegar, llega para robar”. Esperemos que Dios se acuerde de España y nos libere pronto de tanto odio y tanta corrupción, porque los políticos no están por la labor, es decir, no solo no nos van a liberar sino que lo que harán será empeorar la situación.
  • Reflexiones propias sobre Odio
-El odio alimenta los sentimientos más bajos y autodestruye a la persona.

"-El que odia está concediendo al ser odiado muchas más importancia de la que tiene y sufriendo innecesariamente.

-"Jamás odies a nadie. Si no le puedes amar ignórale.

-"Antes de odiar a alguien pregúntate si realmente hay razones para ello, después ponte en su lugar y finalmente piensa que odiándole no ganas nada pero sufres.

-"Si sientes odio contra alguien porque te ha hecho mal, recuerda que bastante desgracia tiene con su maldad.

"La vida es demasiado corta como para desperdiciarla odiando.

"Para el que te haya hecho mal es mucho más cruel ignorarle que odiarle"

1 comentario:

  1. Esa foto de encabezado: Sánchez con cara de embaucador y demonio. Zapatero, con cara de cretino embriagado... y demonio.

    Miserables malditos. Momentos abominable para España la triste, la heroica.

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