La señora Isabel Díaz Ayuso, la Presidente de la Comunidad de Madrid.
En el peor de los casos demos gracias a Dios o si se me apura a la cordura de las fuerzas de la derecha en la capital de España que, como era lógico han sido capaces de entenderse y formar un gobierno acorde a las necesidades del pueblo y muy alejado del populismo de izquierdas que todo lo corrompe y destruye.
No era un tema baladí
No era un tema baladí el hecho de que el gobierno de la Comunidad de Madrid cayera en las manos que ha caído puesto que, desde el día de las elecciones nos temíamos lo peor puesto que las fuerzas de izquierda estaban acechando cual leones hambrientos para comerse a su presa. ¿Por qué digo esto? Muy sencillo. Como sabemos, la plaza de toros de Madrid depende de la Comunidad madrileña y, si hubiera mandado la izquierda en la capital de España, por ende en su comunidad, Las Ventas corría un serio peligro, algo que pocos albergaban, pero que no hace falta ser muy listo para entenderlo.
Sin duda alguna, la plaza de toros de Madrid es el adalid de todos los que amamos la fiesta de los toros; es decir, lo buenos aficionados nos hacemos partícipes de dicha plaza a la que visitamos con asiduidad y respetamos como ninguna. Ante ello, pensar que dicha plaza hubiera podido pasar por momentos de angustia si dicha comunidad hubiera sido regida por las fuerzas destructoras de la izquierda, es algo que sobrecoge a cualquiera. Es cierto que no ha pasado nada al respecto, pero no ha ocurrido porque para nuestra fortuna, Madrid será regida por personas decentes y, ante todo, lógicas, caso de la señora Isabel Díaz Ayuso y las fuerzas de la derecha que le han apoyado.
No hace falta ser muy listo para comprender todo lo que digo puesto que, al respecto de los toros, todas las plazas que se han cerrado que dependen de los ayuntamientos, TODAS han sido clausuradas “gracias” a la maldita izquierda que todo lo destruye y, salvo las excepciones de rigor, decir izquierdas es hablar de destrucción, prohibiciones, hambre, miseria, desdicha para todos, menos para ellos, lo que mandan que, sin duda viven como reyes. El tal Pablo Iglesias es un puro referente de lo que digo. Eso sí, el mundo del mariconeo no piensa como yo, por supuesto; como los actores de cine que, auspiciados por la maldita izquierda, siguen viviendo a base de subvenciones.
En el peor de los casos demos gracias a Dios o si se me apura a la cordura de las fuerzas de la derecha en la capital de España que, como era lógico han sido capaces de entenderse y formar un gobierno acorde a las necesidades del pueblo y muy alejado del populismo de izquierdas que todo lo corrompe y destruye.
Dicho esto, respecto a los toros, durante los próximos cuatro años ya podemos respirar tranquilos puesto que la plaza de toros de Las Ventas no la destruirán; he dicho bien porque se puede destruir algo sin echarlo abajo. Ahí tenemos el caso de Barcelona, ¿les suena de algo? Por cierto, hablando de Barcelona, es penoso comprobar cómo nos difunden en los noticieros que, dicha ciudad, regida por una tiparraca que antes que ser alcaldesa era activista contra los desahucios, consiente que en su ciudad, la que ella lidera, haya cientos de atracos diarios, inseguridad total, apuñalamientos, broncas callejeras y un sin vivir constante. Eso es lo que hace la puta izquierda cuando llega al poder. La tal Ada Colau, la que era adalid contra los desahucios, desde que es alcaldesa se olvidó por completo de los pobres de su ciudad.
Repito que, los aficionados a los toros sentimos una alegría inmensa al comprobar que, la plaza de toros de Madrid no sufrirá ninguna vacilación mientras gobierne la derecha que, sin duda alguna es la única forma de gobierno para que un país crezca en desarrollo y armonía, es este caso la Comunidad de Madrid que, como sabemos, entre otras medidas, la señora Ayuso ya ha avisado que rebajará los impuestos a los madrileños, entre ellos, eliminado el de sucesiones que, sin duda alguna, es un puro atraco a mano armada porque, en definitiva, en eso consiste la cuestión política, en beneficiar a los ciudadanos en vez de asesinarlos, como es costumbre en la izquierda.
Claro que, si todos los políticos de izquierda fueran como Emiliano García Page, ni peligraría la fiesta de los toros y, para colmo, hasta habría paz entre los ciudadanos pero, lo dicho, el Presidente de Castilla la Mancha es la excepción entre la izquierda apestosa que de forma habitual es proclive en defenestrar, destruir y prohibir.
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