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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 21 de octubre de 2019

El «coraje para servir a España», Majestad, se demuestra con hechos y no con palabras



Lamentamos no poder compartir el ideal corajudo que tiene el Rey. Se esta viviendo la semana más trágica de Barcelona desde la del verano del 2009, con cientos de heridos y detenidos, decenas de policías heridos, amplias zonas de la ciudad condal devastadas, un presidente de la Generalitat apelando a la insurrección y la razonable sensación de abandono por parte del Estado que tienen muchos catalanes que se sienten españoles. 


¿Qué lecciones de coraje puede dar el Rey que hace poco se refirió al franquismo como una «trágica dictadura», lo que nunca se hubiera atrevido a decir de otras que gozan de tan buena prensa? ¿Sería hoy Rey Felipe VI si la figura cenital de esa «trágica dictadura» no lo hubiese dispuesto?

El «coraje para servir a España», Majestad, se demuestra con hechos y no con palabras


La princesita estaba emocionada el viernes. Debutaba como princesa de Asturias en el imponente teatro Campoamor de Oviedo. Y lo hacía leyendo un discurso repleto de elevados conceptos que nada significan provenientes de según qué ‘negros’. Atrás quedaron horas de preparación en Palacio con mamá Letizia. Y se notó. La perfecta declamación había sido sin duda el resultado de un arduo ensayo.

No nos referiremos sin embargo a lo que tuvo que leer quien no deja de ser una niña de 13 años ajena aún a los asuntos de Estado. En cambio, sí es procedente referirnos al discurso del Rey Felipe VI, cuando pidió «coraje para servir a España» a Leonor.

Lamentamos no poder compartir el ideal corajudo que tiene el Rey. Se esta viviendo la semana más trágica de Barcelona desde la del verano del 2009, con cientos de heridos y detenidos, decenas de policías heridos, amplias zonas de la ciudad condal devastadas, un presidente de la Generalitat apelando a la insurrección y la razonable sensación de abandono por parte del Estado que tienen muchos catalanes que se sienten españoles. 

¿Debemos compartir el concepto del coraje para servir a España que tiene quien mantenido el silencio y la lejanía institucional que no procedía en circunstancias tan excepcionales? 

¿Qué papel más acorde a su condición de jefe del Estado que haber visitado estos días Barcelona, transmitiendo un mensaje de apoyo de la Corona a los ciudadanos pacíficos y solidarizándose con nuestros compatriotas catalanes que sufren la violencia de los grupos secesionistas? 

¿Qué cosa más importante había en la agenda regia que acudir a Cataluña para defender la autoridad del Estado gravemente cuarteado por su máximo representante en la región, Quim Torra

¿Era más importante para la dignidad nacional  la boda de Rafa Nadal en Mallorca que la visita a Cataluña que la gravedad del momento exigía?

A muchos les habría tranquilizado ver al Rey, con su uniforme de capitán general, dirigiéndose a los españoles, con brevedad y concisión, en las circunstancias extraordinarias que en estos momentos estamos viviendo, como hizo su padre la noche del 23-F«La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución votada por el pueblo español determinó en su día a través de referéndum».

¿Qué lecciones de coraje puede dar el Rey que hace poco se refirió al franquismo como una «trágica dictadura», lo que nunca se hubiera atrevido a decir de otras que gozan de tan buena prensa? ¿Sería hoy Rey Felipe VI si la figura cenital de esa «trágica dictadura» no lo hubiese dispuesto? 

Más allá de lo probable diríamos que no. Lamentamos tener que remover hechos que la amnesia nos aconsejó ignorar durante años, pero se diría que los Borbones no tienen memoria histórica, que representan a una institución huérfana de pasado. Debe ser la única en el mundo que no bebe ni se nutre de la tradición ni de la herencia. Al menos no para los que quieren desenterrar ahora parte del pasado para exorcizar el presente y garantizarle un futuro a la princesita.

¿Qué lección de coraje más creíble habría sido la de exigir explicaciones al CNI por no prever un escenario de tanta violencia y del que muchos venían advirtiendo? 

Lo que se está viendo estos días en las calles catalanas ha precisado de una gran preparación y requerido de grandes medios. Nuestros servicios de inteligencia, una vez más, han sido completamente ineficaces, como lo fueron cuando un puñado de secesionistas pudieron burlarles y mantener escondidas las urnas fabricadas en China durante semanas.

Si que ha exhibido esta semana es el coraje que la princesa heredera debe tomar como ejemplo y modelo, entonces Majestad, lo mejor es no prolongar la agonía y darle sepultura a la Corona con los honores que en cambio no tendrá la exhumación de Franco, al que su familia tanto debe.

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