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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 10 de octubre de 2024

Un horizonte en claroscuro / por Paco Delgado


"..por ello que la vista se dirija a los novilleros, que por ley natural deben ir recogiendo el testigo de sus mayores y ocupando los primeros lugares de esa primera línea sucesoria que debe llevarles a la consideración de figuras y, por tanto, a las grandes ferias y principales plazas.."

Un horizonte en claroscuro

Paco Delgado
Burladero/10 de octubre de 2024 
Con la campaña dando ya sus últimos respingos, buscando las tablas y mirando de reojo al año que viene, los novilleros vuelven a ser foco de atención por lo que de futuro tienen. Ellos son el relevo y más en este momento, cuando el cuadro de matadores parece que precisa de urgente renovación.

La despedida, se supone que definitiva y sin marcha atrás, de Enrique Ponce, el agotamiento de varios de los diestros hasta ahora tenidos como indiscutibles -Morante, Manzanares, Castella...-, la falta de triunfos explosivos y rutilantes de otros a los que ya hace años que se espera -Aguado, Ortega...- o el poco tirón de otros que pese a ser muy capaces y poderosos frente al toro caen derrotados en taquilla -Luque, De Justo...- y el cada vez más evidente y lógico desgaste -son ya muchos años aunque no lo parezca, tirando del carro- del hasta ahora líder indiscutible del escalafón, Roca Rey, hace que sea preocupante la falta de nombres ilusionantes de cara no al aficionado, que también, sino a la gente, al público en general que es quien llena las plazas y aporta el combustible necesario para que la rueda siga girando.

Es por ello que la vista se dirija a los novilleros, que por ley natural deben ir recogiendo el testigo de sus mayores y ocupando los primeros lugares de esa primera línea sucesoria que debe llevarles a la consideración de figuras y, por tanto, a las grandes ferias y principales plazas. Algemesí, cuya feria novilleril es la mas importante y prestigiosa de todas cuantas a su estela y ejemplo han ido surgiendo con el paso de los años, es el escaparate ideal para ir valorando cómo anda el mercado de futuribles. Y, la verdad, este año la cosa ha sido bastante decepcionante y el nivel exhibido da pie al pesimismo.

Una feria que ha bajado notablemente con respecto a otros años, no en cuanto a asistencia y entusiasmo por parte del público, que ha llenado a diario la singular y especialísima plaza algemesinense. Ha fallado, en primer lugar, el ganado, saliendo con mucha mas frecuencia de la deseada novillos de muy justa presencia y menos fuerza y entidad. Novilladas como las de Rehuelga, Moreno Pérez Tabernero o Lagunajanda, han dejado mucho que desear, siendo las de Cebada Gago y Jandilla las más aparentes. También la de Jandilla fue una de las que más opciones dio a sus matadores, y no por nada se llevó los premios al mejor novillo y a la mejor ganadería en conjunto, y, en el polo opuesto, hay que resaltar el nulo juego dado por los productos de Dolores Aguirre, complicadísimos, difíciles y con mucho peligro, que hicieron pasar las de Caín a sus matadores, Mario Arruza, que escuchó cinco avisos, y Jesús de la Calzada, incapaz así mismo no ya de someter a sus oponentes sino de dar un solo muletazo.

En cuanto a los novilleros pocos se han visto con ese afán, esa ilusión, ese empuje, esas ganas por hacer todo lo que sabe y que debe ser obligatorio en quien empieza y quiere abrirse camino. En ese aspecto puede que Tomás Bastos haya sido el único que ha cumplido con creces en ese aspecto, y también el único que además ha sabido llegar como ninguno a la gente.

Alejandro Chicharro se ha mostrado como un novillero ya muy hecho, con oficio y sabiendo lo que lleva entre manos. Aarón Palacio, tenido finalmente como triunfador del serial pese a tener la mitad de premio que Bastos, ha sido otro de los que ha gustado, dejando ver maneras y disposición, así como Mariscal Ruiz, que es otro novillero muy toreado y con sitio, en tanto que Cid de María dejó ver madera y posibilidades, al igual que Juan Alberto Torrijos, que debutó con picadores e inicia esa travesía del desierto que es la etapa novilleril.

Así las cosas, de lo nuevo es Samuel Navalón, que ha irrumpido con fuerza en el escalafón superior, quien tiene todas las papeletas para ser quien asuma el relevo y el aliciente para carteles que necesitan urgente refresco.

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