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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 16 de octubre de 2024

Valencia. Más luz pero menos que iluminar / por Carlos Bueno


"..Dejar a Valencia sin feria de Julio es lo peor que le puede suceder al levante taurino. El ciclo juliano necesita dedicación, pasión, atractivos y continuidad. Cortar su celebración es alejar al público del coso y empujarlo a las playas. La renovación del alumbrado de la plaza de toros paralizará la actividad durante ocho meses impidiendo la organización del serial de San Jaime.."

Más luz pero menos que iluminar

Carlos Bueno
Dejar a Valencia sin feria de Julio es lo peor que le puede suceder al levante taurino. El ciclo juliano necesita dedicación, pasión, atractivos y continuidad. Cortar su celebración es alejar al público del coso y empujarlo a las playas. La renovación del alumbrado de la plaza de toros paralizará la actividad durante ocho meses impidiendo la organización del serial de San Jaime. ¿Y un año más tarde se pretenderá que la gente vuelva en masa?

Me lo leyó mi hijo, que iba de copiloto mientras yo conducía. “Eso no puede ser. Seguro que es una broma”, le dije. Él insistió en que lo estaba consultando en un medio de comunicación serio. Le pedí que lo buscara en otros portales y, sí, increíble pero cierto. 

La Diputación de Valencia va a modernizar por completo la iluminación de su plaza de toros a partir de junio del próximo año, y se prevé que las obras se extiendan durante ocho meses, hasta febrero de 2026.

Eso significa que Valencia se quedará sin Feria de Julio y sin los festejos de la Comunidad en 2025.

Ocho meses para la renovación integral de la luminaria. Serán necesarios ocho meses, pero a uno le parecen una eternidad. ¿Aceptaría Julio Iglesias que se tardaran ocho meses en cambiar la instalación del alumbrado de su súper mansión de Miami? ¿Lo consentiría Pedro Sánchez para el Palacio de la Moncloa? ¿O Nicolás Maduro en “su” Palacio de Miraflores? Me cuesta creerlo. ¿No cabía la posibilidad de ajustar la reforma por un tanto alzado, a destajo? ¿Ni de emprenderla por fases para no dejar a Valencia sin feria de Julio? Seguro que no, pero también cuesta creerlo.

Me cuentan que es posible que todo se deba a una ley de contratación pública que determina unos plazos según el presupuesto asignado. También me cuenta un constructor que, hace unos años, a él le insistieron en que tenía que finalizar unas obras en dos meses y lo hizo. Y se trataba del mismo edificio y de un presupuesto similar. Razón para pensar que poniendo todos un poco de su parte, se pueden encontrar soluciones.

La Diputación explicó que la decisión se ha consensuado con la empresa que gestiona actualmente la plaza. Y no puedo evitar ser malpensado. La Feria de Julio es complicada. Ha pasado de ser la pionera y más importante del orbe taurino a convertirse en un problema. A los toreros con tirón les cuesta anunciarse, y a la gente le cuesta llenar los tendidos porque faltan atractivos en los carteles y sobran en las playas. Así las cosas, si a la empresa se le exime del inconveniente de organizar un ciclo espinoso y encima se le rebaja el porcentaje correspondiente del canon, ¿qué objeción va a poner?

La mayoría de los empresarios actuales son excelentes contables, pero han perdido la sensibilidad del taurino de antaño. Hoy impera la inmediatez. Aquello de dar tiempo y mimo a los toreros, y de diseñar las ferias con cariño siempre pensando en el futuro, ha pasado a la historia; en los toros y en cualquier otra actividad. Lo impone la sociedad actual.

Así que estaremos ochos meses con la plaza cerrada, sin corridas en julio ni en octubre. Todo lo contrario de lo que necesita la Valencia taurina. Se romperá un eslabón y luego será todavía más complicado consolidar la frágil feria juliana. Puede ser que no haya otra posibilidad, pero qué difícil se me hace digerirlo. Crucemos los dedos, porque es posible que Valencia acabe teniendo más luz pero menos que iluminar.

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