
La Custodia del Corpus Christi procesiona ante la Catedral de Sevilla, símbolo de fe y tradición.
'..Se celebre hoy jueves o el domingo, según el calendario diocesano, vivir el Corpus Christi no es una opción estética o meramente social: es un acto de fe. Un católico no puede comprender plenamente su vocación sin comprender la centralidad de la Eucaristía..'
Fe, tradición y solemnidad en la celebración del Corpus Christi
Los españoles se vuelcan en las calles de distintas ciudades para honrar a Cristo, presente en el Santísimo Sacramento.
Las ciudades españolas que más se vuelcan de la festividad
Toledo, desde primera hora del jueves 19 de junio, se ha engalanado. La ciudad, cuya celebración del Corpus es conocida mundialmente, ha despertado al son del disparo de bombas reales a las 08:00 h, preludio de la solemne procesión eucarística. Miles de fieles, muchos instalados en sus sillas desde la madrugada, han desfilado tras la Custodia de Arfe cruzando un Casco Histórico alfombrado con 40.000 flores y 1.000 plantas, fruto del esfuerzo de decenas de floristas.
La misa pontifical en rito hispano-mozárabe, presidida por el Arzobispo Primado ha subrayado la continuidad espiritual de una tradición centenaria. Tras la Eucaristía, la custodia ha recorrido calles históricas cubiertas de romero y juncia, en un testimonio visual de la profunda devoción colectiva y del arraigo social que define esta celebración.
Sevilla, fiel a su tradición, celebra también el Corpus hoy jueves, 60 días después de la Pascua de Resurrección. La jornada ha comenzado a las 08:15 h con la misa pontifical y la salida de los niños “carráncanos” por la Puerta de San Miguel. Lo más relevante de este año: la recuperación de los costaleros bajo la imponente Custodia del mismo artista, Arfe, realizada en el año 1587, y que vuelve a ser portada en hombros después de casi un siglo.
El recorrido ha transitado por la avenida de la Constitución, Sierpes y Plaza del Salvador, culminando con honores militares en la Puerta de Palos. Más de 3.000 fieles, cofrades, autoridades y hermandades han participado, en una liturgia que privilegia la solemnidad, la belleza y la fe perenne.
Granada celebra su fiesta mayor con un equilibrio único entre devoción y tradición popular. La procesión del Corpus ha partido esta mañana desde la Catedral a las 10:15 h, recorriendo la Gran Vía y el centro histórico, con la Custodia del Santísimo acompañada por autoridades, clero, hermandades y miles de fieles.
Ayer miércoles se celebró el tradicional desfile de la Tarasca, una figura satírica sobre un dragón que representa la dimensión popular de la fiesta, profundamente enraizada en la historia de la ciudad desde la época de los Reyes Católicos.
Paralelamente, la Feria del Corpus llena el recinto del Almanjáyar con más de 75 casetas, espectáculos flamencos, atracciones y ambiente familiar, en una convivencia que no diluye lo sagrado, sino que lo celebra.
Alcañiz también celebra hoy el Corpus, con una procesión más contenida en tamaño pero rica en tradición y devoción popular. La comunidad se une en torno al Santísimo y el pueblo se vuelca en las calles.
Una devoción centenaria: origen y fuerza social
Desde su institución por el papa Urbano IV en 1264 —a través de la bula Transiturus— hasta su arraigo en la religiosidad española entre los siglos XV y XVI, el Corpus ha sido una respuesta de la Iglesia frente a doctrinas heréticas que llevan siglos intentando relativizar o minimizar la centralidad de la presencia real de Cristo en el Santísimo.
Hoy, esa devoción se expresa en un compromiso social profundo: los colegios preparan a sus alumnos para la ofrenda floral; las autoridades e instituciones engalanan balcones; gremios, hermandades y cofradías se convierten en actores de una liturgia pública que trasciende lo privado y se hace visible en las calles.
La Presencia Real: corazón doctrinal
El Corpus Christi no es una celebración decorativa, sino una proclamación de fe. En él se reafirma que el pan y el vino, tras la consagración, son el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Cristo, en cuanto Dios, es omnipresente. Pero en cuanto Hombre, está real y sustancialmente presente en la hostia consagrada.
Esta distinción es esencial: la Eucaristía no es sólo símbolo, sino presencia viva del Verbo encarnado en nuestra dimensión, en nuestro espacio tiempo, en nuestra materia.
Así, cada Misa, cada comunión, prolonga sacramentalmente la Encarnación. Cristo no vino durante treinta y tres años hace dos milenios, sino que permanece entre nosotros como Hombre en cada sagrario. El Corpus Christi no sólo nos invita a adorarlo: nos recuerda que Dios ha querido quedarse físicamente para que su obra salvífica se actualice en cada generación.
Belleza litúrgica: música, rito y tradición
Consciente de la necesidad de unir teología y belleza, Urbano IV encomendó a santo Tomás de Aquino la elaboración de los textos litúrgicos del Corpus y su octava. Nacieron así himnos como el Pange lingua, con su Tantum ergo o el Lauda Sion, obras maestras de la piedad católica que aún hoy se cantan en todo el orbe.
Tras la reforma litúrgica de 1970, parte de la solemnidad del Corpus se ha simplificado. Sin embargo, la riqueza doctrinal y estética permanece. Las procesiones eucarísticas, las danzas de los Seises en Sevilla, las alfombras florales en Toledo o la mezcla de liturgia y cultura en Granada siguen siendo testimonios vivos de una fe que se expresa también a través del arte, la música y la solemnidad.
Piedra angular de la fe
Se celebre hoy jueves o el domingo, según el calendario diocesano, vivir el Corpus Christi no es una opción estética o meramente social: es un acto de fe. Un católico no puede comprender plenamente su vocación sin comprender la centralidad de la Eucaristía.
Celebrar el Corpus Christi es reconocer que nuestra vida tiene sentido porque está unida sacramentalmente a la suya. Es un acto de adoración, de reparación y de afirmación: Él está aquí. Y mientras la hostia santa se eleve en nuestras calles y en nuestros altares, el mundo no estará del todo perdido.
INFOVATICANA | 19 junio, 2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario