CÍRCULO TAURINO AMIGOS DE LA DINASTÍA BIENVENIDA
AULA DE TAUROMAQUIA ÁNGEL LUIS BIENVENIDA
ADRIAN GÓMEZ
EL VI PREMIO
“ANTONIO BIENVENIDA”
A LOS VALORES HUMANOS
Madrid, 23 de Noviembre de 2008
La sonrisa de Adrián
Así ha brillado en la faz serena de Adrián Gómez durante el acto celebrado en su honor para entregarle el VI Premio Antonio Bienvenida a los Valores humanos que otorga el Círculo Bienvenida.
Así ha brillado en la faz serena de Adrián Gómez durante el acto celebrado en su honor para entregarle el VI Premio Antonio Bienvenida a los Valores humanos que otorga el Círculo Bienvenida.
Seremos tus brazos y tus piernas, así se manifestaron sus amigos y compañeros José Luis Bote, José M. Arroyo “Joselito” y José P. Prados “El Fundi”, siendo Juan Miguel Nuñez, recién terminada la sesión, el que se dirigió al Fundi para decirle, que no solo era eso, sino que ellos también eran la sonrisa de Adrian, sus queridos y entrañables amigos los que le mantenían el espíritu y fortaleza de ánimo que le permitía ofrecer ese rostro iluminado, la imagen ejemplarmente humana sobreviviendo ante la tragedia.
Fue Enrique Cornejo, empresario teatral y propietario del teatro “Muñoz Seca” el que abriera el acto dando la acogida al Círculo Bienvenida, a intervinientes, al público asistente y a los integrantes de la mesa, dirigiendo sinceras palabras de ánimo y aliento para el banderillero, desde esta sede del Aula de Tauromaquia “Ángel Luis Bienvenida”
Juan Lamarca explicó los justos criterios del Círculo Bienvenida en el otorgamiento del premio a Adrián Gómez, no sólo basados en el reconocimiento de sus méritos y cualidades, sino en el ofrecimiento apoyo y amistad hacia su persona. Palabras que fueron corroboradas por el presidente Fernando Claramunt, y el periodista Pepe Castillo, la voz del sureste de España, en brillantes y entregadas alocuciones, destacando la firmeza, la entereza de ánimo, mostradas por Adrián ante la adversidad, y la ejemplaridad resultante para los demás, y para toda la sociedad.
Actitud valorada como genuina de los toreros y que fuera mostrada también por los que integraron la dinastía “Bienvenida” que con tanta frecuencia sufrieran en sus carnes la fatalidad del toro y de la vidad.
Fernando Claramunt y Pepe Castillo no dejaron de expresar la necesidad del sostén en el cariño familiar que tan intensamente recibe, y en el ejercicio de la fe en los valores religiosos, que le permitan tener esperanza en un mejor futuro que se despeje, incluso, hasta con los avances de la ciencia.
La amistad, la camaradería, los lazos existentes entre Adrián y sus compañeros, Bote, Joselito, y Fundi, quedaron patentes en sus emotivas y entrañables intervenciones, que recordaron sus peripecias comunes desde niños, sus ilusiones compartidas en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, y sus vivencias en los ruedos como toreros.
Sus tres amigos del alma, que reconocieron que las virtudes y cualidades de Adrián ya las poseía antes del percance, también han sufrido el infortunio y han sabido superarlo como solo saben hacerlo la gente del toro, desde la verdad de la Fiesta, desde la grandeza y la pureza del toreo que representa afrontar el riesgo con la hombría que les caracteriza, y asumir las consecuencias con la dignidad y honor que muestra Adrián Gómez, bien puesto ante el difícil toro que le ha tocado en suerte y con la mirada franca al tendido enarbolando su sonrisa de persona ejemplar.
Profunda huella ha quedado en el alma de todos los asistentes por la sencillez,y la entereza de Adrián, y su alegría mostrada durante este célebre acto con el colofón de sus palabras de gratitud al Círculo Bienvenida, al público presente, a sus queridos compañeros y amigos, a su familia y a todos los que le vienen brindando calor y cariño en su difícil situación.
El Fundi se encargó de recibir, de manos de Fernando Claramunt, el premio otorgado a Adrián Gómez, consistente en la magnífica escultura obra de Santiago de Santiago que representa a Antonio Bienvenida en su famoso “pase cambiado”.
Si emotivo resultó todo el discurrir de la noche, de profunda emoción constituyó un final rematado con los acordes del pasodoble “Corazón de Torero” compuesto para Adrián e interpretado también por su autor José Luis del Serranito desde el escenario del teatro.
La larga ovación a Adrián de un público puesto en pie selló para el recuerdo tan memorable acto.
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