Quito se viste de luces
Quito 28 de Noviembre de 2009
Ni la indiferencia del Municipio Metropolitano quiteño, ni las ordenanzas prohibitivas de asistencia de menores, ni las restricciones a los medios de comunicación para informar desde las seis de la mañana a nueve de la noche, han impedido que la fiesta estalle en San Francisco de Quito con el comienzo de la Feria de “Jesús del Gran Poder”.
El público animado y bullicioso que abarrotó la plaza de Iñaquito, con su singular colorido y los jipi-japa protegiendo sus cabezas del sol aplastante de la mitad del mundo, se destocó para entonar fervorosamente y en pie el himno de la ciudad de Quito.
Este cántico que data de la fundación de la ciudad por España, cautiva y emociona a los espectadores españoles con estrofas como esta:
Oh, ciudad española en el Ande,
Oh, ciudad que en el Incario soñó,
Porque te hizo Atahualpa eres grande,
Y también porque España te amó.
El toque de clarín, ordenado por el reaparecido presidente Santiago Terán, abrió el portón para unos buenos ejemplares de la ganadería de “Trinidad”, procedencia de “Garcigrande”, para ser lidiados por el guayaquileño Guillermo Albán, el granaíno David Fandila “El Fandi”, y el albaceteño de Tobarra, Rubén Pinar que confirmó alternativa.
Solo el poderdante de Santiago López rozó el triunfo que se quedó en una vuelta al ruedo en su primero. Rubén Pinar brilló ante un buen ejemplar castaño, de noble comportamiento y humillada embestida. Lo que parecía que iba para dos orejas, se fue diluyendo en un alargamiento de faena finalizado con un pinchazo antes de cobrar una entera.
Los buenos deseos del torero manchego no bastaron para dominar un serio y encastado toro de “Trinidad”, con el que cerró esta corrida inaugural.
Guillermo Albán ciertamente le tocó en suerte el peor lote, dos toros flojos y bajos de raza, aunque la disposición del ecuatoriano no fuera la mejor para sacar partido a la nobleza de sus oponentes.
El Fandi volvió a mostrarse espléndido y arrollador en la suerte de banderillas, con buena lidia capotera en los primeros tercios, pero sin aprovechar el encastado y buen mozo, de excelente trapío, que se corrió en quinto lugar. La pugna de se decantó a favor del toro con un torero a menos. El Fandi perdió la pelea.
El mal manejo de las espadas por la terna actuante tampoco ayudó a tapar las carencias lidiadoras de los toreros de esta primera corrida.
El gandero Marcelo Herdoíza envió un buen encierro de “Trinidad”, aunque de desigual presentación, que ofreció posibilidades ciertas de triunfo en tres toros, primero, quinto y sexto, siendo estos dos últimos de unas serias y magníficas hechuras, y con “mucha plaza”.
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