la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 7 de octubre de 2011

Usando la Lógica / Antolín Castro

Mora brinda a Fandiño, como Iván brindó a David. 
Los dos brindaron por la verdad /Foto: Muriel Feiner/

Usando la Lógica

Antolín Castro
/ España /

Usando la lógica se podrían enderezar muchas cosas. En la vida y en los toros, usando la lógica se puede cambiar el signo, y el sino, de muchas cosas. Un claro ejemplo lo hemos tenido en la recién terminada feria de Otoño en Madrid.

Anunciar a los dos toreros que mejor paso habían tenido este año en Madrid, abstracción hecha de las figuras ‘condecoradas’ con todo a favor en San Isidro, demuestra que es posible dar con la tecla que nos puede permitir avanzar, en lugar de retroceder, en la promoción de la Fiesta.

Tanto Iván Fandiño como David Mora contaban por éxitos, ganados y sudados en sus actuaciones, su paso por Las Ventas esta temporada. Sin facilidad alguna, sin ganaderías a modo, sin ventajas de contar con públicos ad hoc, solo con su valor y su torería, hicieron que los cimientos de la plaza se removieran -las conciencias siguen en su sitio- y dieron un grito de ¡libertad! ahora que está tan de moda en este mundo del toro.

Usando la lógica les abrieron algún hueco en los carteles que quedaban libres en algunas ferias, no los del glamour y G10, pero ellos se encargaron de seguir gritando ¡libertad! en cada tarde. Pagaban con sangre si hacia falta para poder seguir gritando esa libertad que tanto se necesita para que los carteles no los ocupen siempre los mismos, que además exigen siempre los mismos toros que terminan por aburrirnos a todos al tiempo que ir arruinando la propia Fiesta. Ya se que cuentan fábulas de ellos pero son de merengue o crema pastelera esas fábulas. Las de verdad las cuentan otros.

Usando la lógica les podían haber anunciado en Madrid con otros toros, pero tenían un encierro con trapío y bien armado de Gavira y la empresa no pensó en más, era ya demasiada lógica. Luego los toreros se encargaron de mantener viva la llama de la verdad y con ese material redondearon una tarde que sirve para poner ladrillo sobre ladrillo en la necesaria reconstrucción de la maltrecha Fiesta.

Fandiño y Mora acumularon méritos para sus propias carreras, pero también acumularon lógica para cambiar las cosas de este mundillo y nunca mejor dicho lo de mundillo. Quedó patente cuál y cómo es la emoción en una plaza de toros. Los toros pueden ser como sean, pero los toreros sólo pueden ser de una manera: De una sola pieza. Lo demás son cuentos.

Cuentos que llevamos soportando años tras años por aquello del toro que colabore en aras de la comodidad de las figuras, cuando lo que hace falta es que los toreros ejerzan el primer tiempo de serlo: Tener valor para dominar lo que sale por toriles, o al menos cumplir con la obligación de intentarlo. Hecho ese primer ejercicio, podrán lucirse si a ello ha lugar. Invertir la regla principal del enfrentamiento; es decir, primero me luzco sin necesidad de dominar lo que ya viene dominado, es causa de algo que se ha convertido en monótono y aburrido por faltarle la esencia de este duelo entre hombre y fiera.

Usando la lógica queda muy claro, pero la lógica no existe en este mundillo, donde el que se enfrenta a lo fácil goza de favores en exceso y no así quien cumple con el deber de ser torero al completo. Usando la lógica se sabe el camino a seguir para empezar de nuevo a interesar a los públicos, a los aficionados. Se vio en Madrid este sábado. Es, al menos, uno de los caminos básicos. Toreros con ganas de superar dificultades (que los toros deben tenerlas) y ese afán por superarlas es el que trasciende a los tendidos ¡y de qué manera! Y como consecuencia de ese enfrentamiento veraz, vendrá el lucimiento en toda su dimensión.

Usando la lógica tenemos toreros para poder anunciar e interesar de verdad. Y usando la lógica no sabemos por qué Diego Urdiales no está entre los elegidos, como Fandiño y Mora, para abonar mejor ese camino hacia lo auténtico.

Usemos la lógica, es muy fácil.
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