97 días perdidos / Ricardo Díaz-Manresa

97 días perdidos

"...97 días más perdidos desde el entierro en Barcelona-Cataluña de la tradición taurina. Nadie movió un dedo desde el 25 de septiembre, salvo los de las firmas, los de las 500.000, locos por reunirlas y los demás mirando su angustia..."

Ricardo Díaz-Manresa

04- enero- 2012

La guillotina para Barcelona-Cataluña se puso el 25 de septiembre con aquellos funerales tan divinos como falsos. Divinos por espectaculares, penosos por llorosos, hipócritas por falsos (ya que después, como se ha visto nadie pensaba hacer nada). La muerte oficial fue el pasado uno de este año del Señor que viene como viene, pero hubo antes 97 días perdidos : los 5 del mencionado septiembre, los 31 de octubre, los 30 de noviembre y los 31 de diciembre. Nada. Los taurinos no han movido un dedo.

Se limitaron a asistir al fastuoso entierro –otro sarcasmo- y a entrar en el reino de los brazos cruzados, en el pasotismo, en el encogimiento de hombros, en aceptar lo que creen inevitable, en dar un ejemplo repulsivo de cómo se pierde una batalla sin luchar. 

No han hecho ni un acto, ni una declaración, ni una concentración cultural, ni una manifestación, ni una aparición en los medios. Sólo siesta, que llega el invierno y hay que descansar. Entra el sueño porque los días son más cortos. Panorama horroroso que refleja el verdadero ser de los taurinos. Así son, así les va y así nos van a dejar el solar a los que al menos lo sentimos y protestamos.

No les hable usted de un festival monstruo, al estilo del gran e inolvidable Balañá . Ellos han cerrado la tienda, se han quedado mudos y dan hasta la impresión de estar contentos o de que les importa un carajo. Después nos quejaremos de lo que pase en Galicia, en Guipúzcoa y en toda la enredadera que esto va a liar. 

97 días perdidos, con el 7 de la terminación que encima dicen es el número de la suerte. 97 días perdidos y ¿cuántos años antes? Porque hace mucho tiempo que un veterano y sabio crítico de Barcelona me dijo que todo estaba perdido, que era irreversible. Y viene mi pregunta letal :¿no han hecho nada acaso porque sabían que la respuesta iba a ser ridícula, que el enfermo estaba bien muerto y que no había posibilidad alguna de intentar volver las aguas a su cauce?...

Y, mientras, el espectáculo de las firmas. En San Isidro vi poca organización, una pequeña mesa rodeada de gente por todas partes –tiendas, barullo de personas en los pasillos, incomodidades- menos a una que la mantenía con el boli en la mesa. Era casi una proeza estar allí para llenar las dos filas de datos exigidas.

Bueno, hemos llegado al día de hoy y ¿qué hacen los taurinos? Algunos toreros, poquísimos, han dado algún dinero para gastos. ¿Por qué las figuras no se han puesto a recoger firmas en los grandes centros comerciales e incluso en las plazas de las grandes ciudades, cuando son ellos los más beneficiados si se revoca el asesinato del toreo en Barcelona-Cataluña? 

Los de las 500.000 locos por reunirlas y los demás mirando su angustia. Menuda manera de pedir a los políticos que den la cara por nosotros. ¿No hay medio millón de personas que quieran el espectáculo taurino para toda España?

Las figuras, mientras a lo suyo, los apoderados dicen que no saben qué hacer y todos esperando a los de la imagen que digan qué piden a la televisión y qué condiciones ponen. Los empresarios de las primeras ferias no saben a qué atenerse y el caos está servido. Pasta inminente, que es lo que les interesa. Arreglar lo más grave de 2010 y 11 e intentar tapar la sangría que se avecina lo dejan aparcado. Quieren ya el dinero de las ferias y de la televisión, tengan o no razón, sea injusto lo que hay y haya que arreglarlo. Lo otro, lo que no sea llenar mi bolsillo ya, puede esperar. Qué equivocados están. 

Y dejan pasar los 97 días, los años, las décadas y el toreo se hunde. Pues bien, ya buscaremos los que no vivimos de esto y encima pagamos los abonos, otras emociones.
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Avance Taurino