Pepe Luís, a hombros en Utrera,
la última vez que toreo
El "niño de Pepe Luís" ya no es ningún niño, que nació el año 1957. Pero la calidad de su concepto del toreo pasa por encima de los años y de las circunstancias. Ahora el hijo del Sócrates de San Bernardo volverá a vestirse de luces. Será ¿por un sólo día? y en la plaza toledana de Illescas. La mano y el ánimo de Morante ha tenido mucho que ver en ello, según le ha contado el torero a Álvaro R. del Moral para las páginas de "El Correo de Andalucía", a quien también ha confesado que la decisión le ha quitado años de encima. Pero, además, ha animado a sus seguidores, que los sigue teniendo.
Pepe Luís: "Esta vuelta es un regalo para mi espíritu"
La cita es el próximo 11 de marzo en la plaza cubierta de Illescas. Pepe Luis encabezará un paseíllo que completan Morante de la Puebla, José María Manzanares y los toros de José Vázquez. Será un reencuentro con unas formas añejas y la ilusión de un apellido sin el que no se puede entender la historia del toreo sevillano.
--Otra vez atendiendo periodistas, recibiendo el aliento de los aficionados...
--Es el momento de revivir otra vez lo que hemos estado haciendo tantos años, de recuperar mi propio interior. Siempre he vivido como torero y esto, a pesar de la responsabilidad y la preocupación, es un regalo para mi espíritu. Eso es lo cierto.
--Hay retornos que crean discusión pero esta vuelta puntual ha despertado ilusión.
--Esa reacción de los aficionados y los amigos ha sido muy bonita. La verdad es que me siento un poco abrumado por tantas muestras de afecto y admiración. Ha sido algo muy hermoso.
--Hay que recalcar el papel que ha tenido Morante...
--Ha sido fundamental. Tengo mucha amistad con él. Ese contacto continuo me ha revivido la ilusión, las ganas de volver a torear.
-Morante tiene una inquietud especial por tirar del hilo taurino que representa Pepe Luis. No oculta que quiere beber de esa fuente.
--Tiene una afición desmedida y está rescatando cosas de tauromaquias antiguas gracias a que tiene una facilidad y capacidad excepcionales. Hablamos el mismo idioma; no sólo como toreros, también como personas. A través de mi padre tengo muchos recuerdos, anécdotas y le encanta escucharlas. A mí también me gusta escucharle a él. Es una persona culta que disfruta con los entresijos del toreo y las historias antiguas. Da gusto estar y conversar con él.
--Tenemos cerca esa fotografía tomada en la Venta de Antequera. Fue la última vez que Antonio Bienvenida toreó en público en Sevilla. Lo hizo con su padre.
--Exacto. Muchos aficionados me han dicho que me parecía más a Bienvenida que a mi padre. Tuve la suerte de verlo mucho en el campo y en su última reaparición. Tenían características muy similares: la naturalidad, la torería, la magia... son cosas que echo mucho de menos.
--El toreo ha tomado otros caminos. La técnica tapa demasiado esas formas.
--Es bonito reivindicarlas, sobre todo en estos tiempos con tan pocos toreros que tengan ese concepto. Todo viene forzado por las complicaciones del toro de hoy. El animal que sale hoy a las plazas de primera pone muy difícil interpretar ese tipo de toreo. Se ven pocos aspirantes en el campo que mantengan esa impronta, esa magia... no corren buenos tiempos para esa forma de torear.
--Los chavales están más preparados que nunca pero ha fallado la transmisión de conocimientos.
--Pues sí, volvemos al hilo. Los que empiezan ya no tienen esos espejos donde mirarse. Es un círculo vicioso y para los aficionados de verdad, los que nos gusta ese tipo de toreo, nos encontramos huérfanos de toreros.
--¿Qué va a pasar después de Illescas?.
--No hay nada preparado. A estas alturas ya no pretendo muchas más cosas pero si todo fuera bien y surgiera otra ocasión... sería algo similar.
--¿Cómo está de forma?
--Bien no me ha costado retomarla. No me había descuidado y seguía toreando en el campo. Me mantengo en las mismas carnes desde hace años. La verdad es que no estoy haciendo nada especial. He matado un novillito y hasta que llegue el día mataré un par de torillos y torearé algunas becerras.
--¿Cuando salía a hombros con Morante en su despedida oficial de Utrera pensaba realmente que era la última?
--Era una despedida pero los toreros no sabemos decir cuando es la última. José Antonio me quiso cortar la coleta pero yo le dije que sí, que me despedía, pero que la dejara ahí por si acaso (risas).
--Hay mucha gente que va a ir a verle, incluyendo algunos compañeros.
--Sí, es muy bonito que los compañeros de mi época tengan ese deseo y esa ilusión. También me compromete y me aprieta mucho.
--Pues no queda mucho...
--A medida que se va acercando me va entrando el cosquilleo, la preocupación y la responsabilidad... Se altera lo que ha sido mi vida en los últimos años y yo soy una persona muy tranquilita. Tengo ganas de que pase y sosegarme otra vez.
►Los trabajos originales de Álvaro R. del Moral se publican en su blogs “Con la tarde colgada a un hombro”, al que se puede acceder a través de nuestra sección “8 opiniones 10”, y en las páginas de El Correo de Andalucía. A esos trabajos se puede acceder en las direcciones electrónicas:
http://blogs.elcorreoweb.es/latardecolgadaaunhombro/
http://elcorreoweb.es/toros/
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