La manifestación del pasado 17 de Agosto en Barcelona, que debía ser contra el terrorismo yihadista y en apoyo a las víctimas, se convirtió, por mandato y orden del gobierno catalán, de la alcalde Ada Colau, de Podemos, de la CUP y de toda la izquierda radical, en una encerrona al Rey, al gobierno de España y a toda persona que sea decente en este país llamado España. Fue una afrenta y una afrenta sin precedentes, porque allí pudimos ver, pudo ver todo el mundo, a una jauría de bestias, gritando y saltando como posesos, vomitando basura y odio por sus bocas y su ojos, contra España, contra los españoles y, sobre todo, contra la educación, el respeto, la civilización, y la dignidad del ser humano normal.
Dignidad frente a la vileza
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
La manifestación del pasado 17 de Agosto en Barcelona, que debía ser contra el terrorismo yihadista y en apoyo a las víctimas, se convirtió, por mandato y orden del gobierno catalán, de la alcalde Ada Colau, de Podemos, de la CUP y de toda la izquierda radical, en una encerrona al Rey, al gobierno de España y a toda persona que sea decente en este país llamado España. Fue una afrenta y una afrenta sin precedentes, porque allí pudimos ver, pudo ver todo el mundo, a una jauría de bestias, gritando y saltando como posesos, vomitando basura y odio por sus bocas y su ojos, contra España, contra los españoles y, sobre todo, contra la educación, el respeto, la civilización, y la dignidad del ser humano normal.
Fue también una gran manifestación a favor del terrorismo en general, en particular a favor del yihadismo, y en contra de todo ser humano decente, sea español o de cualquier parte del mundo. Sí, porque cualquier ser humano normal, en España, Inglaterra, Francia, América, Australia, África, Asia, Oceanía tiene que sentirse amenazado por el terrorismo brutal, demencial yihadista, y los separatistas catalanes más la izquierda radical, al expresar su odio irracional hacia España, exaltaron ese terrorismo.
Las autoridades españolas hubieron de ser protegidas frente a las agresiones físicas, porque verbales las hubo por miles, pero todo aquel que valientemente se manifestó en apoyo al Rey , a España y en contra del terrorismo fue agredido físicamente mediante patadas, empujones, puñetazos, escupitajos, etc.
Esta fue la realidad de lo que allí paso , pero hay más realidades, cuales son:
1)La Cataluña independentista aliada con la izquierda radical (para la cual siempre "cuanto peor mejor"), se mostró al mundo entero tal como es, cerril, montaraz, incívica, que le gustaría vivir en comuna, tener hijos y educarlos en comuna, como en su día dijo Ana Gabriel, de la CUP, pero que no está preparada para vivir en una sociedad civilizada actual. Si esa es la República catalana que quieren construir, ¡apaga y vámonos!
2)La figura del Rey se agigantó hasta límites incalculables, soportando con la cabeza alta, impertérrito y con máxima dignidad, todo tipo de silbidos, pitos, ofensas, insultos, hasta le llegaron a llamar terrorista. Hay quien piensa que no debería haber ido, pero creo que estuvo donde tenía que estar, apoyando a las víctimas y en contra del terrorismo, pero ante si tenía además de muchas personas normales de Cataluña, de toda España, de todo el mundo , la gran morralla, digamos escoria humana, o chusma, como denomina Alfonso Ussía. Me gusta ser respetuoso con todo el mundo , no me gusta ofender a nadie, y entiendo que alguien pueda pensar que las palabras empleadas son duras, pero no encuentro otras más adecuadas. ¿Cómo calificar a las dos mujeres que rompían carteles a destajo, solo porque estaban en español? ¿Cómo calificar a las personas que a los no separatistas les pegaban patadas, puñetazos, empujones y lanzaban escupitajos? ¿Cómo calificar al Sr. Huguet, diputado en Cataluña por ERC, quien en un twitt afirmaba que "España es un estado asesino"? ¿Cómo calificar a las personas, como Pablo Iglesias, Puigdemont, etc. que califican todo ello como libertad de expresión? Ya sabemos que las gentes de mediocres para abajo suelen explicar la mala educación, los malos modales apelando a la libertad de expresión. En fin, creo que son las palabras adecuadas, es la verdad y la verdad nunca puede ofender.
Frente a la enorme dignidad del Rey, aquella turba, incapaz de entender lo que es la dignidad (seguro que para ellos habrá sido un gran triunfo), se empequeñecía más y más, se ridiculizaba, envilecía. Todo el mundo que presenciaba los acontecimientos, toda persona normal, en su sano juicio, solo podía sentir un inmenso desprecio por las bestias silvestres que vociferaban, y gran vergüenza de aquella turba desenfrenada.
3)Creo que las figuras del Rey, del presidente del gobierno, y en general todas las autoridades españolas, han salido engrandecidas, y la Cataluña del rencor, la Cataluña separatista, definitivamente mezclada, revuelta con la izquierda radical, han dado al mundo la peor imagen que imaginarse pueda, pero es la realidad. Eso es actualmente la Cataluña separatista. La Cataluña que con tal de ir contra España apoya al terrorismo, hasta el punto de que probablemente los ataques no se hubieran producido si la colaboración de los mozos de escuadra con los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado hubiese sido la adecuada. Ahora sabemos que la CIA alerto del posible ataque yihadista en las Ramblas, y los mozos de escuadra no le dieron importancia (aunque primero negaron haber recibido dicha información. Además mentirosos). Por tanto gran parte de la responsabilidad de las muertes la tiene esa Cataluña que se ha perdido el respeto a sí misma, y hoy día es: ¡La vergüenza de España! ¡La vergüenza del mundo civilizado!
Solo les faltaba, para ridiculizarse más aun, que el Sr. Tardá nos aclarara en el Parlamento, con su característico tono agresivo, furibundo, de enfado permanente, que quieren la independencia porque en España hay mucha corrupción, cuando Cataluña es el paradigma de corrupción en todo el primer mundo. Tienen el honor de haber sobrepasado, en corrupción, a Andalucía, que ya es decir, con el añadido de que los catalanes han conseguido privar de libertad a todo el que no sea independentista. Es decir, han robado (los políticos que han mandado y mandan), y siguen robando, ingentes cantidades de dinero y, además, les han robado la libertad a más de la mitad de los catalanes, que se sienten españoles.
4)Así pues la realidad de la manifestación, de la encerrona preparada contra el Rey, el gobierno, contra la dignidad en definitiva, se ha vuelto contra ellos, que ante el mundo se han mostrado como una piara de viles seres incívicos, incapaces de vivir libremente en la civilización, por lo que ya nadie podrá tomarles en serio.
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