..en 1982 y 83 los “demócratas” se apresuraron a imponer bandera y patriarcado de la patria, como si Andalucía no hubiera existido tras la expulsión de los moros hasta que el orate se dedicó a “pensar”.
Una de las fechorías más repugnantes de la transición fue declarar “padre de la patria andaluza” a un cretino chiflado, como Blas Infante
Pío Moa
El Correo de España / 6 de Marzo de 2021
Una de las fechorías más repugnantes de la transición fue insultar a los andaluces declarando “padre de la patria andaluza” a un cretino chiflado, Blas Infante. Desmán completado ensuciando a Andalucía con la bandera islámica diseñada por el orate. En su momento, la bandera fue recibida con una mezcla de rechifla e indignación a las que respondía el citado cretino: “¡Qué gobierno, qué país! Llegar a sentir alarma ante el flamear de una bandera de inocentes colores, blanca y verde. Le hemos quitado el negro como el duelo después de las batallas, y el rojo como el carmín de nuestros sables, y todavía se inquietan”. ¡El inocente Blas! Es difícil medir la felonía, no tanto de este como de los infames politicastros que hicieron allí la transición simbolizando a Andalucía con la bandera almohade (gran regalo para Marruecos) y atacando directamente a España y su historia. Salvo cuatro desgraciados, ningún andaluz se sentía andalusí o musulmán ni tenía interés por un sujeto como el tal Blas, fusilado por los nacionales, a quienes no parecía hacer gracia la advertencia del “carmín de nuestros sables”. Pero en 1982 y 83 los “demócratas” se apresuraron a imponer bandera y patriarcado de la patria, como si Andalucía no hubiera existido tras la expulsión de los moros hasta que el orate se dedicó a “pensar”. Así rompían de modo radical con el referéndum de 1976 y con la misma constitución del 78. Es algo que define perfectamente una calidad moral, intelectual y política, y la define como propia de bandas de cacos: PSOE, UCD, AP (luego PP) y “andalucistas”. Y ahí siguen esos corruptos golfos prometiendo Andalucía al islam y corroyendo la idea de España.
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"El 18 de julio de 1195 el sultán Ben Yusuf Yaqub derrotó a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos en la que obtuvo un gran botín y más de 5000 cautivos. Para conmemorar la gesta, ordenó colocar una bandera verde y blanca en la Mezquita Aljama de Sevilla, antes de la construcción del minarete (conocido hoy como Giralda). Con ello representaba la unidad almohade, color blanco, y la colaboración andalusí, color verde, procedente de los Omeyas. En la etapa de los Almohades, se contaba una leyenda que vincula a la bandera con Andalucía: un santo magrebí que ejercía su magisterio místico en los pueblos de Atlas, sobre el siglo XII, tuvo la visión de un imperio unido a las orillas del estrecho, el verde paraíso de Al-Andalús y el blanco y mesiánico Al-Mogreb." Leer más...+
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