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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 8 de enero de 2025

México. El 2025 debe ser el año de Gaona / por Jorge Eduardo

Gaona con 'Azucarero'

'..Hace apenas cien años, en 1925, la conversación más extendida por toda el país era que el Califa de León, Rodolfo Gaona, el mexicano universal, el torero más trascendente que haya visto la luz en nuestro país había decidido retirarse de los ruedos y no había poder humano que revirtiera tal decisión..'

El 2025 debe ser el año de Gaona

Jorge Eduardo - México
Opinión y Toros/8 Enero 2024
Pues el sábado 12 de abril se cumplirá el centenario su trascendentísima despedida.

En los últimos años, la promoción y organización de las corridas de toros en México ha perdido el norte en sus objetivos y sus formas. Si la tauromaquia es cultura, quienes la organizan deben promover el conocimiento y la socialización de las expresiones que la han rodeado a lo largo del tiempo y que la conforman como patrimonio de la humanidad.

Una de las tareas esenciales en la promoción de la cultura es el ejercicio ciudadano de la memoria. Sin los mecanismos de vinculación entre pasado y presente, es difícil que quienes se acerquen a la fiesta de los toros desarrollen una identificación lo suficientemente profunda con ella como para asumir, entender y defender su complejidad como fenómeno y su importancia para la trayectoria ciudadana de nuestro país.

En ese sentido, el año nuevo 2025 es una oportunidad única y un deber ineludible para la tauromaquia en México. Hace apenas cien años, en 1925, la conversación más extendida por toda el país era que el Califa de León, Rodolfo Gaona, el mexicano universal, el torero más trascendente que haya visto la luz en nuestro país había decidido retirarse de los ruedos y no había poder humano que revirtiera tal decisión.

El medio taurino se sacudió desde los cimientos y comenzaron las especulaciones sobre el futuro de la fiesta brava en México. Muchos decían que sin Rodolfo, la fiesta perdería brillo hasta declinar definitivamente. Otros aseguraban que la deserción de los aficionados golpearía brutalmente al negocio. Al no haber un sucesor claro en el trono del leonés entre los espadas mexicanos, la fecha establecida del 12 de abril parecía patibularia.

Finalmente llegó la fecha. El apasionantísimo lustro que había comenzado con la reanudación de las corridas en 1920, finalmente vería su punto culminante.La efervescencia taurina de aquella época fue promovida brillantemente desde los despachos, que todavía ocupaba el que ha sido, quizás, el alborotador taurino más importante que vio nuestro país: el queretano José del Rivero. Al ídolo Gaona se le contrapusieron figuras como la de Juan Belmonte y el que fuera su rival más encarnizado de esta etapa: Ignacio Sánchez Mejías.

En contraste, el alternante de la despedida fue el discreto “Rodalito”, lo que no impidió que la plaza de “El Toreo” de la colonia Condesa, con sus veintitantas mil localidades, fuera mucho muy insuficiente para recibir a todos los que querían vitorear al gran Rodolfo.

El final del cuento es conocido: luego de lidiar a una res de Atenco y otra de Piedras Negras sin mucho lucimiento, Gaona cuajó la última de sus grandes faenas con Azucarero, berrendo en cárdeno herrado con el número 20 del hierro de San Diego de los Padres.

Rodolfo estuvo enorme con el capote, toreando con una modernidad casi incomprensible para un torero que inició su andar en el auge de la vieja técnica decimonónica, y con las banderillas, hecho un portento que seguiría deslumbrando cien años después. A juzgar por las imágenes que se han repetido hasta el cansancio, la faena de muleta sí que fue propia de su tiempo. No anduvo muy fino con la espada, pero aquello no empañó su triunfo en la que probablemente sea la corrida más importante que se ha celebrado en esta ciudad.

Colorín colorado. Sin embargo, hacer memoria no es igual a contarnos cuentos. Hacer memoria va de explorar, aprehender, asimilar y explicar las consecuencias económicas, sociales, políticas, culturales, empresariales, taurinas e historiográficas de esta tarde. Una tarde cuyos ecos resuenan hasta hoy desde hace cien años.

Este texto es un llamado a poner manos a la obra. No solo para quienes son (somos) capaces de aportar en términos de investigación, sino también a las empresas y particularmente a la de la Plaza México. Se han presentado ya los carteles de aquí a marzo, sin el menor guiño a tan importante acontecimiento, ni alguna intención para el sábado 12 de abril.

Por favor señores empresarios, hagamos afición, hagamos cultura, hagamos fiesta brava…

…¡Hagamos del 2025 el año de Gaona!...


Foto: Aportaciones Histórico Taurinas Mexicanas

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