'..para los profesionales y buenos aficionados de verdad, los que no solo saben de toros sino que además entienden el toreo, ocupa un destacadísimo lugar en la historia del toreo, y allá en el Olimpo donde se sienten los más grandes toreros de la Historia, debe haber un sillón, muy especial, reservado para el maestro Camino, porque ha sido un genio sabio del toreo y de la vida..'
“Paco Camino, el torero”
Rafael Comino Delgado
En este mismo medio publicamos, el 30 de agosto de 2024, justo al cumplirse un mes de su fallecimiento, un artículo titulado, “Paco Camino: Un hombre superior”, en el que analizamos detenidamente su personalidad, sus valores humanos. Ahora que se cumplen seis meses, medio año, desde que se nos fue, vamos a escribir exclusivamente de Paco Camino el torero, y lo hago con cierto temor de no ser capaz de llevar al lector, su enorme dimensión como torero, pues para mí, en conjunto, es el mejor, el más completo, de los que yo he visto sin duda, porque decir Paco Camino es decir afición, valor, técnica, poderío, calidad, torería, empaque, arte e inteligencia frente al toro. Realmente, “Paco Camino era El Toreo”.
Soy aficionado desde siempre, y viendo toros desde 1950. Mi concepto del toreo se formó viendo a Ordóñez, Rafael Ortega, Cesar Girón, etc, pero sobre todo a Paco Camino. A partir de 1954 yo leía el periódico Dígame (que incluía mucha información taurina) y el Ruedo, y sabia de Paco Camino, pero un día vi una fotografía pequeña, en el Ruedo, de un natural suyo; me impactó tanto que me dije, a este hay que seguirle especialmente, y le he seguido hasta el día 30 de julio de 2024, en que falleció, pero me quedan sus muchos y gratos recuerdos, como torero y como persona, que llevaré mientras viva. Como persona era un hombre inmenso, integro, autentico, libre, que siempre dijo e hizo lo que quiso, y lo que dijo e hizo siempre fue lo justo y lo correcto.
Vicente Vega, sobrino de Gitanillo de Triana, lo vio y creyó en sus posibilidades, por lo que decidió ayudarle, e hizo gestiones para que torease en Zaragoza, donde era empresario don Luis Baquedano. Debuta en Zaragoza el 5 de junio del 1958 con tanto éxito que le firmó 14 novilladas más. El 7 de septiembre de ese mismo año debuta con caballos en Zaragoza. Y de ahí en adelante siempre en figura de los novilleros y matadores. Dada su precocidad, sus cualidades, fue conocido, y siempre lo será, por los apelativos de: “El niño Sabio de Camas”, apodo que le puso el crítico taurino Gonzalo Carvajal cuando le vio en Zaragoza, y “El Mozart del Toreo”, como le bautizó Carlos Abella, en el libro de su biografía, en 1994. Podemos decir que con 12-14 años ya era un hombre, cuya máxima preocupación consistía en colaborar para sacar adelante su familia, pues corrían tiempos difíciles, su padre trabajaba muchas horas diarias en todo lo que saliera, y cuando tenía 17, tras verle torear Gonzalo Carvajal, se convirtió en Niño (Sabio de Camas), que siendo un gran hombre, vivió, murió y será recordado en la historia del toreo como, El Niño Sabio de Camas.
Con unas 60 novilladas con caballos, y sin haber pasado por Madrid, toma la alternativa en Valencia el día 17-IV-1960. (Toro, “Mandarín”, de Urquijo) de manos de Jaime Ostos y Mondeño de testigo. Corta una oreja en cada toro. La confirma en Madrid el 12-V-1961, de manos de Julio Aparicio, con Jose Mª Clavel de testigo, y toros de don Antonio Pérez de San Fernando, sin que pase nada importante.
Entre 1960 (año de alternativa) y 1983 (año de retirada definitiva), aunque en 1987 toreó una para dar la alternativa a su hijo en Nimes, en total toreó 1.490 corridas de toros (275 en América), a las que cortó 1.176 orejas y 126 rabos.(Datos de José L. Perelétegui, 2009) .
Destacar que :
-En 1966 toreó 95 corridas en Europa y 58 en América
- En 1973 solo torea 17 corridas de toros, por la muerte de su hermano Joaquin en Barcelona.
- En 1978 retirado (torea 15 en América).Se retira el 1 de abril en Méjico
- En 1979 retirado.
- En 1980 reaparece en España. Última en España en Valladolid (23-IX-82)
-En 1983 torea 2 en América. Última 23-I-83)
(Datos de Carlos Abella y Diego Sánchez de la Cruz).
En Madrid: Toreó 52 corridas, cortó 48 orejas, 12 puertas grandes (diez en San Isidro y dos en Beneficencia).
El 4-junio-1970: Mató, en las Ventas, 7 toros y cortó 8 orejas(corrida de la Beneficencia, que toreó cinco veces).
El 23-V-72 le pidieron, con mucha fuerza, el rabo de un toro de Arranz, que no se lo dieron porque el día antes le habían dado un rabo a Palomo Linares, hecho muy criticado. Triunfó en todas las plazas más importantes el mundo. En Méjico fue un ídolo respetado y admirado al mismo nivel que Manolete, por lo menos, y en los demás países hispanoamericanos tuvo enorme cartel.
-En el año 2005 se le concede la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes, que después devolvería por no estar de acuerdo con la política del ministerio de Cultura.
Hecha esta introducción vamos a hablar del toreo de Paco Camino.
-Para mí fue un torero excepcional, una gran figura, al mismo nivel, por lo menos, que los más grandes de la Historia. Aunque él decía que se conformaba con que dijeran que fue un buen torero.
-Entre sus muchas cualidades como torero destacamos:
Su Precocidad, Inteligencia, Facilidad, Técnica, Poderío, Arte, Valor, Torería. Era muy bueno con capote, extraordinario con muleta e inigualable con la espada.
-Precocidad.- Ya mencionamos los apelativos por los que se le conoce, y ambos expresan esa precocidad, pues nació con el toreo metido en la cabeza. Recuerdo un artículo de don Filiberto Mira que decía: “Ese es torero porque así lo quiso Dios”. En la película “Fray Torero”, que protagonizó en 1966, Antonio Garisa (hace de banderillero en el ocaso de su carrera) le dice a un fraile: “Ese es torero aunque él no quiera”, y llevaba razón. Nosotros escribimos en cierta ocasión: “Cuando Paco Camino fue concebido Dios se detuvo, de lo que estuviera haciendo, lo tocó con su mano y dijo, “este va a ser el mejor”, y lo fue.
Inteligencia.- Creo que hay unanimidad entre los profesionales y buenos aficionados: Paco Camino es la cabeza más preclara de la Historia del Toreo (con seguridad de los que yo he visto). Veía enseguida a los toros y tenía una gran capacidad para pensar delante de la cara. El maestro Viti dijo de él, que era el torero más inteligente de la historia, y su apoderado, José Antonio Chopera dijo que, “Camino era el torero más inteligente que había visto, y que del toro lo sabía todo”. Es lo que piensan, prácticamente, todos los profesionales. Eso es algo innato, pero además es que se fijaba mucho, no solo en sus toros sino también en los de los demás, y eso, si eres inteligente (él era muy inteligente), te va dando muchos conocimientos
Facilidad.- Se le veía andar delante del toro con gran facilidad. Daba la impresión de que no estaba haciendo esfuerzo alguno, y que sus toros tenían menos peligro que los otros. Siempre hacia lo lógico, lo que el toro pedía, porque iba muy por delante. Recuerdo un toro, en Málaga, que traía loco a su matador y a los banderilleros para llevarlo al caballo, y Camino, como director de lidia, lo enganchó en el tercio del lado opuesto y se lo llevó al picador con suma facilidad.
Técnica.- La técnica es fruto del conocimiento, de la inteligencia, de la capacidad de pensar delante del toro y de que se esté preparado físicamente (pero tampoco hay que ser un gran atleta). Ya hemos dicho que en todo ello Camino era un superdotado.
Poderío.- Tras cuanto hemos expuesto, queda claro que era un torero poderoso. Podía con todo tipo de toros, y de hecho mató corridas de todos los encastes. Tan poderoso que su encaste preferido era Santa Coloma, que sus compañeros no querían ni ver, y no digamos las figuras actuales, porque son toros muy listos, y el malo malísimo.
Arte.- Paco Camino fue un torero eminentemente artista, con mucho gusto y sentimiento. Su toreo te pellizcaba en el corazón, a pesar de que, como hemos dicho, era muy poderoso. La tarde de los toros berrendos en Méjico (Plaza de El Toreo, 31-III-63), que fue apoteósica para Camino, el periodista Paco Hidalgo escribió la siguiente frase: “EL arte del toreo del cielo vino y en la tierra se llama Paco Camino”. Esa misma tarde, otro periodista, Carlos León , diría, “Junto a Paco Camino los otros toreros son catecúmenos”
Valor.- En realidad, el valor es la capacidad de controlar el miedo. Y el miedo se controlará, tanto más cuanto más conocimiento del toro se tenga, más capacidad se tenga de pensar ante él. En este aspecto Camino también era un superdotado. Él mismo lo dijo en múltiples ocasiones, que el toro no le daba más miedo que el imprescindible. Para llevar a los toros tan largos como los llevaba el maestro Camino, y para hacer la suerte de matar como la hacía, hay que tener mucho valor, o si quieren, controlar mucho al miedo.
Torería.- La Torería, concepto difícil de definir, es algo que se tiene o no se tiene. El que la tiene va diciendo, en la plaza y por la calle, con la boca cerrada, “yo soy torero”, y el que no la tiene, no la tiene aunque toree 100 corridas al año. Nosotros la hemos definido como, “Elegancia natural, señorío, respeto y distinción; todo ello tanto dentro como fuera de la plaza. En definitiva, es ser torero y parecerlo, dentro y fuera de la plaza”. El maestro Camino, por su forma de proceder, de comportarse, siempre tuvo mucha torería, tanto dentro como fuera de la plaza. El crítico Vicente Zabala escribió en Nuevo Diario (en 1966), con motivo de la suspensión de una encerrona de Paco Camino con seis toros, que dio lugar a opiniones varias entre los medios, “Aunque duela al señor Ordóñez o al señor Benítez, Camino tiene más recursos y más torería que los dos juntos”. Y yo digo, “más que muchos juntos”. “Nació torero, vivió torero las 24 horas del día hasta que se fue a la otra vida. Tenía toda la torería que cabe en un cuerpo humano”.
Toreaba muy bien con el capote, haciendo la verónica clásica con el compás cerrado, o abierto, pero no exageradamente, y un sabor especial. La chicuelina de Paco Camino ha quedado en la Historia como insuperable por su gracia, su naturalidad, su lentitud y su pellizco. Y cuando la ocasión lo requería era muy variado con el capote.
La muleta del maestro Camino ha sido, una de las más importantes del toreo, tanto por la derecha como por la izquierda, si bien su natural resultaba muchas veces “sobrenatural”, inmenso. Su perfección, su arte, su calidad, en definitiva, era manifiesta con el compás abierto y con el compás cerrado, citando de perfil, dando el medio pecho y de frente. A nuestro entender, es a partir de Paco Camino, cuando se empieza a torear con verdadera profundidad.
El trazo de su muletazo era larguísimo; como nunca antes lo había sido. Decía, “al toro hay que llevarlo todo lo largo que se pueda”. Para ello abría el compás, pero no cargaba la suerte, porque “al cargar la suerte se lleva menos al toro, se arriesga menos”, según él. Naturalmente, cuando lo creía oportuno también toreaba cargando la suerte.
Fue el primero, o quizás al mismo tiempo que Ordóñez, en echar la muleta adelante y traérselo enganchando, hasta vaciarlo detrás de la cadera.
Mucho podríamos hablar sobre la suerte de matar realizada por Paco Camino, pero solo diremos que de los que yo he visto (desde 1.950 hasta hoy) es el mejor sin duda. Era lentitud, pureza, inteligencia y hasta arte, dicen algunos profesionales, como el maestro José María Montilla, aunque la suerte de matar es una técnica no un arte. Su volapié era sencillamente perfecto, realizado con naturalidad, con lentitud, con pureza. En una entrevista que le hicieron al maestro El Viti, cuando ya estaba retirado, dijo que el que mejor mataba los toros de los que había visto era Paco Camino. Don Juan Lamarca, el mejor presidente que ha tenido la plaza de toros de las Ventas, me contó que en cierta ocasión el maestro Pablo Lozano le dijo, “el mejor estoqueador que he visto ha sido Paco Camino, sin despreciar a Rafael Ortega, pero este entraba a matar solo en unas 20 corridas al año, y Camino en 80”. Creo que con esa frase queda dicho todo. En general todos los profesionales reconocen la indiscutible superioridad del maestro Paco Camino en la suerte de matar, aunque ahora los hay muy buenos. Todos los toreros deberían ver videos de la suerte de matar realizada por el maestro Camino. Bueno, deberían ver videos de todo su toreo.
Creo oportuno y clarificador recordar ahora, y lo voy a hacer, opiniones de profesionales, que alguna vez he publicado, sobre el maestro Camino como torero: En conversación mantenida en la finca Fuente Ymbro, que yo presencié allá por el 2015, el ganadero, don Ricardo Gallardo, le preguntó a Manuel Benítez, El Cordobés, ante varios profesionales, ¿Quién es el mejor torero que tú has visto? Y le contestó inmediatamente: “Paco Camino es el mejor torero que yo he visto. Lo que pasa es que iba en una casa grande y no apretaba, pero si hubiese apretado habría acabado con todos nosotros”. Y Luís Parra, Jerezano, que toreó con Paco Camino, me ha dicho, en varias ocasiones, “Ningún profesional, o buen aficionado, podrá decir que ha visto alguna vez a Paco Camino en grandes dificultades delante de un toro, porque cuando a todos los demás nos llegaba el agua al cuello, a él no le llegaba ni a la cintura. Era el mejor de todos sin duda”. El mismo día del fallecimiento del maestro Camino, le hicieron una breve entrevista, para Europapres, al maestro Tomás Campuzano, que toreó con él varias veces, y le preguntaron sobre su opinión, como torero, del fallecido, a lo que contestó: “Tuve la suerte de torear con el maestro Camino en su última época y ha sido un torero singular, además de un hombre pleno, y muy de verdad delante del toro y de la vida”. “Ha sido un figurón del toreo, y una referencia que, respetando a los demás toreros, es inigualable”. Luego le preguntaron qué si había, entre los toreros actuales, relevo para él, a lo que contestó, “Hay algunos muy buenos, pero Paco Camino, por su inteligencia y capacidad delante del toro, es inigualable”, y en esto último hizo especial énfasis, repitiendo varias veces la palabra inigualable. Juan Miguel Núñez Batlles, en artículo titulado, “El incomparable Paco Camino”, que escribió dos días tras su fallecimiento, lo catalogaba como, “Una figura en su época. El mejor de todos con diferencia”. Yo reafirmo la opinión del maestro Tomás Campuzano, ¡Es inigualable! ¡Hasta el momento nadie le ha igualado!
Designar a un torero como el mejor de la Historia resulta muy complicado, porque el toreo, como todo, evoluciona (cambia la forma de torear, los toros, los gustos y exigencias de los públicos), y los más grandes no coincidieron todos, lógicamente, en la misma época, por tanto, su comparación es imposible. En todo caso podemos comparar a aquellos que en la misma época compitieron en el ruedo. Los tres más grandes con los que el maestro Camino compitió en el ruedo, suficiente tiempo, fueron Antonio Ordoñez, Luis Miguel Dominguín y Manuel Benitez, el Cordobés. Nosotros creemos que fue más completo que Antonio y Luís Miguel, sin duda. Camino era mejor que Luis Miguel con capote, muleta y espada. Luis Miguel fue un gran torero, muy técnico, poderoso e inteligente, sin alcanzar el nivel de Camino, pero no de arte. Antonio Ordóñez, grandioso torero, era muy bueno con el capote, pero Camino también lo era; con la muleta era muy bueno con la derecha, pero con la izquierda bajaba mucho, y también con la espada, por lo que Camino era superior a Ordoñez con muleta por la izquierda, y con la espada. Además, Ordóñez con los toros malos lo pasaba regular, mientras que Camino resolvía con aparente facilidad, en los malos y en los buenos. Por eso pienso que Camino fue más completo que los dos, y creo que mejor. El Cordobés fue un torero heterodoxo, con su propio estilo, no artista, que se salía del clasicismo, y que después nadie ha seguido, pero un enorme torero, con personalidad arrolladora, incomparable con los demás, porque hacían cosas muy distintas. No obstante, alguno ha dicho que no pudo con Ordóñez ni el Cordobés (respetable opinión), y si se refiere a meter gente en las plazas llevaba razón, pero téngase en cuenta que tampoco lo intentó pues, incluso en varias ocasiones dijo que, “no quería ser el número uno”. De hecho, él decía que, “fue el torero que quiso ser, y no el que querían que fuera, y que el buen torero debe ir a su aire y no al que le impongan desde fuera”. Aunque delante del toro, en el ruedo, era superior a los dos, como antes expusimos, y dijera Vicenta Zabala padre, ya citado, y el mismo Manuel Benítez, también citado, lo reconoció públicamente.
Con los grandes de la Historia hasta llegar a Belmonte y Joselito, incluidos ambos, como decía, no se puede comparar, pues en aquellos tiempos se toreaba sobre las piernas, y en tiempos de Camino sobre los brazos, dejando los pies quietos, y en redondo. Ya Belmonte se paró, dejó quietos los pies, acortó las distancias, y empezó a tirar del toro, templando (trajo el temple), lo que Joselito imitó, y con ello el toreo, posteriormente, pasó a ser sobre los brazos y en redondo. Entre los dos, pusieron los fundamentos del toreo en redondo (Belmonte, que era un genio, con más arte, y Joselito con más poderío), que perfeccionarían los que vinieron después. No obstante, hemos de señalar que bastantes años antes ya hubo esporádicos intentos de torear en redondo que no cuajaron. No obstante, algunos, sin haber visto a Joselito directamente, le han calificado con el elogio ditirambo de, “El rey de los toreros”, frase con la que ni estoy de acuerdo ni en desacuerdo. Yo, que tampoco le vi, solo tengo lo que ellos, las pocas fotografías y menos grabaciones que de Joselito hay toreando, lo que he leído, y lo que me contaron los que le vieron, pienso que ambos, Joselito y Camino, fueron muy inteligentes ante el toro, muy poderosos, y que Camino era mucho más artista (Joselito fue un torero muy poderoso, pero no artista) y mejor con la espada, pues en tiempos de Joselito no se exigía, como ahora, que el estoque quedara en el mismo centro del Hoyo de las Agujas, lo que importaba era que el toro rodara pronto.
Luego vino otro grandioso torero, Manolete, de enorme personalidad, que acortó más las distancias y aportó mucho al toreo, hasta el punto de que, para mí, es el padre de la tauromaquia moderna, pero creo que Camino fue más completo con capote, con muleta y con espada, más largo, más artista y, técnicamente, más poderoso.
Cronológicamente, después del maestro Camino ha habido y hay muy grandes toreros, pero que sean tan buenos con capote, muleta y espada como lo fue Camino, y al mismo tiempo alcancen el altísimo nivel que él alcanzó en valor, arte, inteligencia ante el toro, técnica, poderío, empaque y torería, sin duda, ninguno lo ha alcanzado, y veo muy difícil alcanzarlo.
En conclusión, para mí, el maestro Camino ha sido un torero muy completo, como no he visto otro, muy valiente, muy bueno con capote, muleta y espada, muy inteligente delante del toro, muy técnico, muy poderoso, muy largo y muy artista, si bien le faltó la ambición para ser el número uno, que todos los demás tenían. Al respecto, el crítico taurino Suarez Guanes escribió en Aplausos de 24-XI-86, “No se sabe hasta donde podría haber llegado Paco Camino de haber tenido más ambición”. Pero se sabía el mejor, y cuando era necesario lo demostraba, como la tarde del 4 de junio de 1970 en la corrida de la Beneficencia en Madrid. Ese año se había quedado fuera de Sevilla y Madrid, porque su apoderado no se puso de acuerdo con los empresarios, y decidió torear gratis la Beneficencia, anunciándose con seis ganaderías diferentes. Mató los seis más un sobrero que regaló, y cortó ocho orejas (gesta aún no igualada), teniendo en cuenta que ninguno de los toros embistió de verdad, ninguno podemos decir que fuera un buen toro de verdad, pero allí estaba Paco Camino, el más completo torero y el mejor de los que yo he visto, y probablemente de la Historia. Sin duda, para los profesionales y buenos aficionados de verdad, los que no solo saben de toros sino que además entienden el toreo, ocupa un destacadísimo lugar en la historia del toreo, y allá en el Olimpo donde se sienten los más grandes toreros de la Historia, debe haber un sillón, muy especial, reservado para el maestro Camino, porque ha sido un genio sabio del toreo y de la vida.
Ene. 29, 2025
ResponderEliminarContundente, claro y muy completo homenaje al toreo de Camino --inherente al relieve de Camino el hombre, naturalmente. Muy grata, interesante y magnífica reseña.
Reitero, muy completo y bien rendido dicho tributo. Completo como Camino mismo cuando se sabe explayar y ahondar el mérito.
De jovencito tuve el privilegio de verle torear una corrida nocturna en el norte de México, ca. 1963. Vivíamos muy cerca del hotel donde se hospedó y nos tocó verle justo cuando salía vestido de luces para abordar el coche. Mi papá se acercó para brindarle un claro "¡suerte matador!" Camino asintió y le correspondió con una ligera pero sincera sonrisa de amabilidad. Recuerdo bien.
Muchísimas gracias Dn. Rfl. Comino D.
Enorme su afición. Enhorabuena. // Atte., Torotino