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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 30 de enero de 2025

Valdemorillo ya no es... / por Antolín Castro


'..mucho ha cambiado Valdemorillo que siempre fue, además de un lugar inhóspito por el frío que se pasaba allí, significaba un trampolín para los toreros menos afortunados. Una oportunidad para quienes tenían la suerte de verse ‘calentitos’ anunciados en esa feria temprana..'

Valdemorillo ya no es...

Antolín Castro
Opinión y Toros / 30 Enero 2025
Ya no es lo que era, no solo por tener plaza cubierta, sino también por sus carteles.

Si vemos los carteles de este 2025 no se puede decir que no sean atractivos, faltaría más, pero esta plaza ha dejado de ser lo que era en tiempos no muy lejanos, más si pensamos en el siglo pasado.

Veamos las corridas anunciadas este año:

-Diego Ventura, Sebastián Castella y José Mª Manzanares

-Emilio de Justo y Juan Ortega mano a mano

Dos carteles de ‘farolillos’ podríamos decir, dignos de esas fechas y necesitados de que en la plaza luzcan sus mejores galas los/as espectadores/as.

El ganado, de igual manera, para que no se acerquen aquellos aficionados de pura cepa. Esos se estarán preparando para acudir a la feria del aficionado ‘Tres puyazos’ en San Agustín de Guadalix.

Para ser justos, es necesario hacer una aclaración sobre los dos últimos actuantes en Valdemorillo. Tanto Emilio como Juan son toreros a los que les ha costado llegar hasta el puesto que ocupan ahora y solo sus méritos los han aupado a esa posición. Con todo lo sufrido, no podemos compararles con otros que han vivido entre algodones, y sí respetarlos al máximo.

Con esos fríos las figuras no hacían el paseíllo allí, pero la afición llenaba la plaza

Pero, como decíamos, mucho ha cambiado Valdemorillo que siempre fue, además de un lugar inhóspito por el frío que se pasaba allí, significaba un trampolín para los toreros menos afortunados. Una oportunidad para quienes tenían la suerte de verse ‘calentitos’ anunciados en esa feria temprana.

Y en esas condiciones subían desde Madrid la flor y nata de la afición, con la pana bien puesta, la gorra calada y la bufanda de doble vuelta, ya que era, a veces, la única oportunidad de ver a esos toreros a los que admiraban y no los ponían nunca o, si lo hacían, era muy poquito. Lógico y natural ilusionarse con ello a pesar del frío.

Los actuantes de ahora se les verá en todas partes en la temporada, algunos ya cansados de verlos, por lo que muchos aficionados no es posible que se entusiasmen con ir. Por el contrario, será el público de aluvión, ávidos de los grandes nombres, quienes suban al pueblecito serrano y a plaza cubierta que ya no es lo mismo.

En resumen, la fiesta ya es una sola en todo tipo de plazas y al que no le guste este modelo, ya saben, pocas opciones tendrán de conocer a otros toreros, que eran con los que antes podían disfrutar en estos primeros carteles del año.

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