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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 20 de enero de 2025

En el Uber Jorge / por Arturo Díaz Reyes

Ilustración por IA (fragmento)

'..¿No le digo…? ¿Se imagina, el fútbol, la fórmula uno, el comercio, la política… sin televisión? Se encierran. Se niegan a mostrarse. No evolucionan ¿Es que no se dan cuenta del mundo en que viven? Hasta nos están prohibiendo, por raros..'

En el Uber

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, 20 I 2025
Enjuto, de unos setenta años, firme al volante de su Kia 2019. Después de saludar y confirmar el destino, pregunta jovial

—¿Usted es de los toros, cierto? Lo he visto.

—Sí, sí ¿usted también…, aficionado?

—De sol arriba, pero no he vuelto a la plaza —dice con gesto derrotado.

—¿Por?

—Muchas cosas, muchos años… —Señala la pantalla del Waze —Tomaremos la circunvalar, la quinta tiene más congestión —Mira de reojo la motocicleta ruidosa que lo cierra por la izquierda, maniobra y reanuda la conversación.

—El asunto es plata…, y que ya no es como antes… La feria era la feria… teníamos una peña popular, abonados. Ya ni modo —Una Toyota cambia de carril sin avisar. Frena duro moviendo la cabeza negativamente y protesta

—Ahora todo es así.

—¿Pero sigue la temporada desde fuera?

—Mas o menos. Ya los periódicos no publican toros. Porque son dizque animalistas, pero hay que ver la de carnicerías que presentan todos los días. Me entero en internet. En la feria oigo la radio, aquí en el carro, cuando los pasajeros permiten, y si hay ocasión, en los días libres veo alguna corrida con amigos que tienen suscripción de televisión.

—Qué tal

—Buenas. Buenísimas. El toro en Europa es otra cosa. El que sacan acá da pena. Ahora es que nos damos cuenta. Es la otra razón.

—¿Y los toreros?

—Hablo por los de mí época, los que vi, los que venían: Ordóñez, Los Girón, Pepe Cáceres, El Viti, Camino, Puerta, Curro, El Cordobés, Palomo, Cavazos, Silveti, Manolo Martínez, Paquirri… muchos, hasta César Rincón fui. Me llevaban. Usted que cree.

—Fueron buenos tiempos. Pero los de ahora también valen.

—Bueno, para los que pueden ir. Aunque para los que ya no podemos, que somos la mayoría, la televisión es la única posibilidad de continuar la afición.

—Esta temporada creo muy difícil que la haya.

—Ahí está. Se quejan de que el negocio declina, que la gente se retira, que no les entra dinero suficiente… pero ponen trabas y agregan costos a las transmisiones. Las quiebran...

—Bueno, la parafernalia para transmitir una corrida es muy costosa, encima los impuestos, los derechos de los empresarios, los de imagen de los toreros, hasta de los mozos de espadas creo. Yo no sé si de los ganaderos también…

—¿No le digo…? ¿Se imagina, el fútbol, la fórmula uno, el comercio, la política… sin televisión? Se encierran. Se niegan a mostrarse. No evolucionan ¿Es que no se dan cuenta del mundo en que viven? Hasta nos están prohibiendo, por raros. Y que no echen la culpa solo a los antitaurinos. ¡Estúpidos! —refunfuña por dos ciclistas que salen de la esquina en contra vía —y concluye

—Es el fin.

—¿De la fiesta?

—No. Del viaje. Son treinta y dos mil pesos.

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