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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 7 de enero de 2025

MANIZALES / 2ª DE FERIA. Cadenero sublime / por Jorge Arturo Díaz Reyes

“Cadenero” el 5°y Román. Foto: Camilo Díaz

“Cadenero” de Ernesto Gutiérrez, que parchó la corrida prima de Dosgutiérrez, fue indultado por Román quien recibió las dos orejas simbólicas. David Galván desorejó el primero. Sebastián Hernández sucumbió. Herido Ricardo Santana...

MANIZALES / 2ª DE FERIA
Cadenero sublime

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Manizales, Colombia, I 6 2025
Hay toros tan bravos, que ponen todo, incluso el toreo en segundo plano y parecen ni siquiera necesitarlo… Como el quinto de hoy que con su nobleza y digno tipo de la casa, conmovieron la plaza de los cimientos a las banderas, rindiéndola de admiración y poniéndola a rogar por su vida.

Y además el momento ese, cuando a las cinco y media el sol y el calor habían dado paso al frío, la penumbra y la frustración acumulada que buscaba romper la represa de la razón y desbordar el instinto. Había llegado a esta corrida por accidente. La devolución de uno del hierro titular (cómo sería), permitió su entrada de sustituto en el sorteo. Todos los milagros son accidentales. Los primeros cuatro Dosgutiérrez, anovillados, escurridos, brochos, mansos e inexpresivos habían sido protestados de salida y arrastre. El buen gusto y la inspirada estética de David Galván, que tapó y desorejó el carialto y desazonado primero aplacó temporalmente el enojo.

Entonces, apareció “Cadenero”, el parche de Ernesto Gutiérrez, (ganadería prima hermana) número 197. Saltó, y se adueñó de la tarde con su majo trapío Santacoloma-Murube. Cuatreño, negro, enmorrillado, cornivuelto, cornicorto astifino, carifosco, musculoso y de correspondiente pecho y culata para su talla. Solo 460 kilos acusaba la tablilla, pero qué bien repartidos y enervados. Ovación.

Un capote de más revuelo que ángel no le hizo los honores a sus espectaculares arremetidas. Luis Viloria aguanta su arriñonada carga con puyazo en sitio de breve duración y saña. El Pino y Héctor Giraldo le adornan con dispar acierto. Román, brinda a Felipe Negret defensor de la causa en el callejón, y hace un introito frívolo de tres molinetes, tres derechas, giro y pecho. Pero la forma como el toro atacó, pronto, codicioso, galopante, largo y acompasado, arrobaron la gente. Otras dos tandas iguales acompañaron el ímpetu franco e invicto del ernesto. El desapego, las afueras y el extremo del engaño no se compadecían con la excelsitud que merecía una entrega recíproca, total. Pero el jaleo escandaloso y la música para la brega, no para el bravo se hicieron cómplices.

La ligazón y secuencia de los pases obligada por los regresos indesmayables no lograban ocultar la injusta y enorme distancia de los embroques. Qué pesar. Mas era tal el despliegue de fiereza y lealtad de las acometidas que monopolizaron de una el protagonismo. Era él, no el torero, ni la faena, ni la música el que llevaba la gente como loca tras de sí. Un toro multitud. Un toro idolatrado, como en las fiestas dionisíacas de la Grecia preclásica.

La pelea se prolongó sin desmayo. Los naturales, menos, autorizaron el “Feria de Manizales” para faenas excepcionales, pero también para toros excepcionales, debieron pensar arriba, me imagino, quiero creerlo. A más y a más “Cadenero”, soberbio. Entonces el indulto. Sin discrepancias. La estocada simulada, y la conducción a la puerta del toril por donde se fue sin dilación ni groserías llevándose tras de sí el arrobo de Manizales.

Las dos orejas simbólicas a manos del afortunado valenciano que hizo lo que pudo para no quedar borrado. En la vuelta, Román sacó al ganadero al ruedo y la monumental estalló recibiéndolo como auténtico triunfador de la corrida. Ovación, prendas, corona de café y todo…

El primero, decíamos, todo lo contrario, fue él quien tuvo la suerte de dar con el arte del sanfernandino David Galván y no al revés. Feo por fuera y por dentro, acometía sin codicia ni entrega. Blandeó en la media docena de verónicas y media pintadas. Hildebrando no le pica, le roza. Carlos Rodríguez se luce con el pocacosa. Y el brindis para el público que abriendo plaza en tarde soleada le hizo olvidar el disgusto con la triste figura de “Literato”. A la falta de clase, finura. Al desinterés, aplicación. A la insignificancia, importancia. Dicen que la literatura es el arte de hacer grandes las historias pequeñas. Pues el nombre del toro parecía invocar ese aserto. El protagonista era el torero no el toro. Contranatural, revés del canon. El rey, el animal sagrado es alrededor de quien gira el rito y la liturgia. La estocada bien ejecutada, fue total, aunque milímetros descentrada y con efecto algo tardo, sin embargo, las dos orejas cayeron.

Lo demás fue lo de menos. Los sin cuajo y la inconformidad de los contribuyentes con ellos lo hicieron intrascendente, como no fuera por las broncas postreras. Así se fueron el segundo, el tercero, el cuarto y el sexto, llevándose también consigo las ilusiones del colombiano del cartel, Sebastián Hernández.

FICHA DEL FESTEJO
Lunes 6 de enero 2025. Monumental de Manizales. 2ª de feria. Sol y nubes. Tres cuartos de plaza. Cinco toros de Dos Gutiérrez, anovillados y mansos. Protestados de salida y arrastre y un remiendo, de Ernesto Gutiérrez, de tipo y brava nobleza que hizo 5°, indultado.
  • David Galván, dos orejas y silencio.
  • Román, silencio tras aviso y dos orejas simbólicas.
  • Juan Hernández, silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Incidencias. Saludaron Carlos Rodríguez tras parear al 1° y John Jairo Suaza y Alex Benavidez tras parear al 4|. El banderillero Ricardo Santana cogido por el 4° es trasladado a clínica. Al fin del feestejo, salieron a hombros David Galván y Román.

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