"...¿A Del Bosque tendría que importarle "marcar" a un jugador o debería hacer lo que él considerara mejor para España independientemente de que esto pudiera molestar o inquietar a un futbolista?..."
Los huevos de Del Bosque
- Del Bosque es un hombre empeñado en hacer la tortilla sin romper ningún huevo. O, por mejor decir, Del Bosque es un hombre empeñado en romper sólo algunos huevos para hacer la tortilla sin que se moleste al resto. Porque para Del Bosque hay, según parece, huevos de primera y de segunda.
15 de Junio de 2014 -
Yo, como Pepe Reina, también abogo por no hacer ningún cambio de cara al segundo partido del grupo de clasificación ante Chile: ¿A santo de qué si al fin y al cabo sólo se perdió por 5-1 ante Holanda?... Pero sin embargo Vicente del Bosque, que es uno de los que mandan, parece más inclinado a introducir pequeñas variaciones. Es curioso porque el seleccionador nacional quiere hacer cambios pero que no dejen "marcado" a ningún futbolista. Del Bosque es un hombre empeñado en hacer la tortilla sin romper ningún huevo. O, por mejor decir, Del Bosque es un hombre empeñado en romper sólo algunos huevos para hacer la tortilla sin que se moleste al resto. Porque para Del Bosque hay, según parece, huevos de primera y de segunda.
Luego volveremos con los huevos pero antes: ¿Cómo se cambia después de un 5-1 a un jugador sin señalarle?... Pongamos por caso que el miércoles Casillas sale del once titular y entra De Gea: ¿No estaría señalando Del Bosque a Iker como uno de los culpables de tan abultada derrota?... Pongo el ejemplo de Casillas porque estoy seguro de que el portero no va a ser uno de los cambios que Del Bosque tiene previsto introducir ante Chile. Voy más allá: ¿A Del Bosque tendría que importarle "marcar" a un jugador o debería hacer lo que él considerara mejor para España independientemente de que esto pudiera molestar o inquietar a un futbolista?... Esta reflexión está estrechamente relacionada con otra frase espectacular del seleccionador: "Aquí hay 16 de los 23 de Sudáfrica. No tenía fuerza moral para dejarlos fuera".
Irrumpe de repente un concepto nuevo en la conversación, el de la "fuerza moral" que acaba de aportarnos el seleccionador. O mucho me equivoco o lo que está queriendo decirnos Del Bosque es que el Mundial de Brasil está siendo en realidad un premio para 16 de los 23 jugadores que conquistaron el de Sudáfrica. Profundicemos un poco más: ¿Cuántos de esos 16 futbolistas están en Brasil no por los méritos realizados a lo largo y ancho de esta temporada sino por los del año 2010? ¿10 de 16? ¿6? ¿Sólo 2? ¿Todos?... Del Bosque no tuvo fuerza moral para decirle a ninguno de esos 16 jugadores que a lo mejor ya no estaba en condiciones de acudir a un Mundial pero sí fue capaz de decírselo, por ejemplo, a Arbeloa o Navas, los huevos de segunda división. O a Gabi, que debe ser un huevo de tercera.
La moral, por supuesto, no tiene absolutamente nada que ver con todo esto. Es más, si Del Bosque se hubiera dejado guiar por un comportamiento puramente ético (y por lo tanto justo) a la hora de confeccionar la lista del Mundial le habría tenido que explicar, por supuesto que con todo el dolor del corazón, al jugador que él considerase que ya no estaba en condiciones de rendir como en 2010 que, sintiéndolo mucho, no podía convocarle para Brasil 2014 por dos motivos: el primero y fundamental porque había otros jugadores tan españoles como él y por lo tanto igualmente seleccionables que no habían ganado Eurocopas o Mundiales pero que ahora mismo estaban mejor (meritocracia pura y dura); y el segundo porque eso es precisamente lo que hace un buen seleccionador, llevar a los más fuertes y a los mejores.
Por eso me gusta tanto el Mourinho entrenador y no comulgo con el Del Bosque seleccionador. Claro que es difícil quedarte solo, naturalmente que lo es. Por supuesto que es complicado tomar una decisión desagradable, más aún cuando no te garantiza en modo alguno el éxito. España aún puede ganar perfectamente este Mundial con los veteranos de Sudáfrica 2010 y podría haberse estrellado renovando la selección. El camino más duro era indudablemente el segundo, de ahí que Del Bosque eligiera el primero porque, como él mismo acaba de decir, carecía de "fuerza moral" para no convocar a Xavi o Albiol pero sí para darle con la puerta en las narices a Arbeloa o Navas. Veo muchos cables sueltos en el razonamiento de Del Bosque, demasiados. Con Raúl, que también era un veterano, no tuvo tantos miramientos. Otro huevo de segunda. O de tercera porque lo heredó de Luis.
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