Sevilla: Cosas que pasan por ahí… / Por Álvaro R. del Moral.-

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Próxima presentación oficial del ilusionante vis a vis que volverá a enfrentar a Borja Jiménez y José Garrido en el marco inigualable de la plaza de la Maestranza.

Cosas que pasan por ahí…

Álvaro R. del Moral.- 

Las cosas del productor de arte. 

Podríamos empezar este oteo del mapa del toreo deteniéndonos en las declaraciones de Simón Casas, que echó las culpas al maestro armero -léase Eduardo y Antonio Miura- del fracasado gesto de El Juli en la plaza de Nimes, con tres toros devueltos al corral. El asunto da para mucho que hablar pero habría que precisar que es difícil creer, tal y como denuncia el productor de arte, que los toros enviados a la ciudad francesa no contaran con el visto bueno de los hombres del torero madrileño y los propios veedores de campo del empresario francés. La amenaza de denuncia -una corrida mala y floja le sale a cualquiera, en cualquier parte- ha despertado escasa empatía en el mundo del toro. Eduardo y Toto, a estas alturas, están curados de cualquier espanto. Aunque no creemos que don Simón fuera capaz de ponerse tan flamenco en otras corridas y con otros hierros. Curiosamente, los sobreros del frustrado acontecimiento -otro más- pertenecían a otra excelente ganadería, la de Garcigrande, que tenía escasa cabida en el argumento de una tarde que se había cantado como la gesta del Caballero de Olmedo. Pero no hubo tal. La culpa, ya lo saben, es del socorrido maestro armero. ¿No, monsieur?

El aire viciado de la temporada. 

Lo comentaba un veterano informador de las ondas algunos días atrás: “en el toreo hace falta algo más que estar cumbre; el G-10, los derechos de imagen, el compadreo, la dictadura de los de arriba… todo eso distrae de lo que de verdad ocurre en la arena…” Tiene toda la razón. El comentario, mucho más amplio, estaba dirigido a un grandioso torero del que ahora omitiremos su nombre. Pero la reflexión es perfectamente válida y extrapolable al hilo de lo que pasa en las plazas, que en los últimos tiempos se ha convertido en segundo plato de esa politiquilla infectada que antes no pasaba de la cloaca y, mucho menos, llegaba a los titulares de los medios generalistas y especializados. El ambiente taurino se ha emponzoñado y polarizado hasta límites desconocidos. El viaje de la temporada ya no está pendiente de las hazañas de los hombres de luces. Eso explicaría, de paso, la dificultad para romper las jerarquías de un escalafón petrificado que necesita urgente aire fresco. Ya sabemos que hay uno que puede, quiere y sabe. Aunque se le tiene que pasar su enfado con el mundo. En ese mismo panorama se pueden incluir otras situaciones, como la comentada ausencia de las ferias de Alejandro Talavante, que apunta a todas las dianas y acierta sólo a algunas. En Sevilla se quitó apuntándose al famoso G-5. Es más que sabido. Pero lo han dejado en el andén del tren de la gran temporada después de su tibio -sí, tibio- paso por Madrid. La pregunta es: ¿cual es la ecuación exacta de las exigencias de su caché y su definitivo tirón taquillero? Pues eso. Ya hablaremos de otros camarones que se están dejando llevar por la corriente. Pero hay otros casos sangrantes, como el de Manzanares. Ahora está de moda abjurar del alicantino pero no conviene olvidar su hoja de servicios. Podríamos hacer ciertas comparativas en las que hay algunos que saldrían perdiendo…

De un mano a mano deseable. 

En la web de El Correo damos pelos y señales de la presentación oficial del ilusionante vis a vis que volverá a enfrentar a Borja Jiménez y José Garrido en el marco inigualable de la plaza de la Maestranza. El evento contará esta vez con barniz nocturno aunque su anuncio definitivo, a pesar del empeño de la empresa que se puso manos a la obra a la mañana siguiente del acontecimiento se ha hecho esperar dos semanas. El mayor tira y afloja, más allá del precio de las entradas, podría haber estado en el temor a no ver la plaza llena. Pero Canorea y Valencia enseñaron ayer un cuadro de tarifas que podrían ser un modelo a seguir en el futuro si pretendemos que el personal siga asistiendo a los toros. Siete euros la grada y doce el tendido de Sol para un festejo nocturno es una invitación para abarrotar la plaza. Que así sea. Pero la rueda de prensa convocada ayer arrojó otros argumentos interesantes: los empresarios se quejaron del encorsetamiento reglamentario que impide que el ritmo natural del espectáculo -repetir al que triunfa- pueda rebrotar en ocasiones como esta. La búsqueda de la fecha -descartado el día de San Pedro- ha sido otro de los caballos de batalla aunque la elección del primer jueves de julio puede ser un magnífico momento para tomar prestado el ambiente sano, familiar y distendido que suele acompañar el ciclo de promoción, que este año retomaría el formato de tres festejos clasificatorios y una final. Y vamos bajando el periscopio con algunas noticias de aquí y de allí, como la confirmación de la ausencia de José Tomás en las plazas de El Puerto y Huelva, que la rumorología había dado por seguras en la agenda del diestro madrileño, que sí ha acabado con el papel y ha disparado el abono en Granada, escenario de su reaparición en el mismísimo día del Corpus… o de la proclamación de Felipe VI. Como quieran. Sólo dos cosas más: pronto podría haber buenas noticias para la coqueta placita de Pino Montano y la Venta de Antequera. Ya se lo contaremos.

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