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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 29 de junio de 2014

Un balón para James / Por Juan Manuel Rodríguez



"¿a nombre de quién extiendo el cheque?", él se ha limitado a responder: "Me llamo Rodríguez, James Rodríguez". Otro 007.

Un balón para James


29 de Junio de 2014 - 06:16:49 -
Todos los Mundiales tienen su héroe y el de Brasil-2014 parece que será finalmente James David Rodríguez Rubio y no Messi o Neymar. Al cerebro de Pékerman no le han temblado en absoluto las piernas y, como James Bond, ha hecho saltar la banca del exclusivo Les Ambassadeurs y, mirando directamente a los ojos a Eunice Gayson, cuando Sylvia Trench, la despampanante mujer de rojo, le ha preguntado "¿a nombre de quién extiendo el cheque?", él se ha limitado a responder: "Me llamo Rodríguez, James Rodríguez". Otro 007. El final para el que estaba predestinado era ese: el chico de Ibagué que nació con un balón cosido al pie clasificando con sus goles a la sorprendente selección colombiana para los cuartos de final de todo un campeonato del mundo. El principio giró lógicamente alrededor de un balón, de muchos balones.

Porque cuando los demás niños recibían juguetes por su cumpleaños, James, hijo del futbolista Wilson James Rodríguez Bedoya, ex del Cali, que le abandonó a los tres años, y sobrino del futbolista Arley Rodríguez, ex del Medellín, que no le ha dejado jamás y que aún hoy continúa siendo uno de sus consejeros, pedía un balón. Un tren para el vecino, un balón para James. Una bici para el compañero de clase, un balón para James. Un coche teledirigido, un balón para James. Un videojuego, un balón para James. "¿Y para James qué?"... "Para James un balón". Hasta que debajo de la cama del crío empezaron a amontonarse cinco, seis, siete balones de diferentes colores, improvisados ladrillos de cuero sobre los que edificar el sueño de aquel niño convertido por una noche en su ídolo Oliver Atom.

Al colombiano sólo le separa una cosa de la estrella del New Team, y no es precisamente una cuestión menor. Oliver, que era su obsesión más allá de Valderrama o de Rincón, acabó jugando ya crecidito con el Fútbol Club Barcelona y compartiendo vestuario con Rivaldo, Guardiola, Luis Enrique y Xavi mientras que Benji luchaba por la titularidad en el Bayern de Múnich y Mark Lenders buscaba su sitio en la Juventus de Turín; sin embargo este otro futbolista de dibujos animados acaba de confesar en El partido de las doce que él prefiere el Real Madrid. Ahí se la ha dejado botando a Florentino el jugador del Mónaco, el héroe del Mundial de Brasil y quien sabe si, viendo la mediocre actuación del triste y previsible equipo de Felipao, un nuevo Ghiggia. El futuro dirá si es suyo el Maracanazo, el presente dice que ya es un héroe.

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