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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 2 de mayo de 2024

MADRID. CORRIDA GOYESCA / por Eduardo Balbás

 
"La estética de las corridas goyescas es la que inmortalizó el de Fuendetodos en sus cuadros a principios del s. XIX. Francisco de Goya y Lucientes, uno de los más grandes artistas de la historia; un genio que en todo se adelantó a su época, fue un apasionado, un enamorado, de la Tauromaquia.."

CORRIDA GOYESCA

Eduardo Balbás
Hoy 2 de mayo,  se celebra la tradicional corrida goyesca de las Ventas. Intervienen los diestros madrileños Fernando Robleño, asiduo a nuestro Círculo Taurino “Amigos de la Dinastía Bienvenida” (¡suerte con la espada, maestro!), Javier Cortés (recuperado de una grave cogida) y Francisco José Espada.La ganadería es de “El Montecillo”.

Antes de la corrida, habrá tenido lugar un desfile de castizos y goyescos compuesto por unas sesenta personas y ocho calesas. Ésta será la última cita importante en la Monumental antes del comienzo de la Feria de San Isidro el 10 de mayo.

Que Dios reparta suerte a todos los toreros de oro y a los de plata; también al ganadero. Lo que de cumplirse supondrá la suerte para los asistentes.


La estética de las corridas goyescas es la que inmortalizó el de Fuendetodos en sus cuadros a principios del s. XIX.

Francisco de Goya y Lucientes, uno de los más grandes artistas de la historia; un genio que en todo se adelantó a su época, fue un apasionado, un enamorado, de la Tauromaquia; a pesar de que en las audio guías del Museo del Prado se diga que Goya fue un pionero del movimiento antitaurino, una falacia que ya inició hace un tiempo la Academia de San Fernando. Cosas de esta Izquierda tan sectaria como ignorante de casi todo. Parece que a algunos presuntos expertos en la vida y la obra de Goya (incluso la propia Manuela Mena) les salen úlceras al recordar que el genio de Fuendetodos, fue un gran aficionado a los toros.

Goya fue siempre innovador, adelantándose a todos los movimientos pictóricos que fueron apareciendo en Europa, desde el Romanticismo al surrealismo, pasando por el impresionismo y el expresionismo. Goya nunca vendió a nadie ni a nada la temática de sus pinceles. Y reflejó su entorno como si de una fotografía se tratara. 

Pretender que pintó tantas taulromaquias como una crítica a la fiesta del toro, es sencillamente ridículo.


Además de su conocida serie de grabados titulada “La Tauromaquia”, a todo lo largo de su fructífera vida profesional, Goya dedicó al mundo del toro, muchísimas pinturas, dibujos, tapices, litografías y estampas. Una enorme producción para ser un supuesto antitaurino. Considerando, además, que era pintor de Cámara y que la Tauromaquia no era en esa época un tema académico, ¿por qué pintar esa temática si presuntamente le repugnaba?. Además Goya realizó muchas de esas obras para si mismo; incluso siendo un octogenario al final de su vida en Burdeos. ¿Qué necesidad tenía el aragonés de autofustigarse plasmando a toreros, cuando según los zurdos del Prado, y otros “enterados”, el propio artista los aborrecía?.

Más allá de su obra pictórica, hay muchísimos indicios, y testimonios, que acreditan que Goya hizo sus pinitos como maletilla y novillero antes de instalarse en Madrid. Y desde entonces fueron ricas y numerosas las referencias a cuestiones taurinas en el epistolario de Goya, principalmente en las cartas enviadas a su íntimo amigo Martín Zapater. A menudo, él, Zapater y Francisco Bayeu (cuñado de Goya), discutían sobre quién era el mejor torero del momento, si Pedro Romero ó Costillares, precursores ambos de la Tauromaquia moderna. Resulta un sinsentido que un supuesto antitaurino entrase a debatir con fervor qué matador ostentaba el cetro del toreo. 
Goya fue amigo del torero Pepe-hillo y, siendo asistente habitual a corridas de toros, presenció la muerte en el ruedo de su amigo, cuando éste entraba a matar a toro parado.

Aunque Manuela Mena y otros “ilustrados” críticos bastante zurdos, pretendan retratar a Goya como un animalista antitaurino, lo cierto es que fue un apasionado del toro y del toreo que, además de representar encierros , novilladas, capeas, corridas y retratos de toreros con distintas técnicas pictóricas, le gustó torear de joven en su Aragón natal y volvió a hacerlo de viejo en Burdeos,al menos una vez más.

La fiesta de los toros fue en tiempos de Goya un espectáculo profundamente “ilustrado”, incluso revolucionario, en el que el hombre se situaba, por primera vez, en el centro mismo del escenario; un hombre cualquiera, nacido del pueblo, sin necesidad de arraigo aristocrático o religioso, un héroe anónimo como los luchadores “cuerpo a cuerpo” contra los dragones y los mamelucos del ejército de ocupación francés del dos de mayo de 1.808. Y eso, seguro que Goya también lo valoraba.

3 comentarios:

  1. Magnífica ilustración periodística de nuestra fiesta nacional, donde Madrid sigue dando el do de pecho

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  2. Ante el furibundo ataque a nuestra Fiesta Nacional por parte de la extrema Izquierda en el Poder, como a todo lo que defina nuestra cultura y nuestra patria, debemos luchar para defender lo que amamos por encima de la incontinencia legislativa del comunismo desquicuado que padecemos

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