Los chavales pusieron voluntad, caso de Diego Bastos, Nek Romero y Samuel Navalón que, a la postre resultó ser el mejor parado. Tiene este torero una alegría contagiosa que, no es mala compañera de viaje, todo lo contrario. Se le pidió tibieza la oreja a Navalón en su primer enemigo y el presidente no la concedió, pero, de haberla concedido, la rechifla hubiera sido de época. ¿Qué era peor, el remedio o la enfermedad? El chaval dio una vuelta al ruedo con toda justicia. Ya, en su segundo, el panorama resultó distinto, hasta el punto de que sonaron dos avisos y aquello pudo acabar en fracaso rotundo.
Diego Bastos dicen que es un buen torero, pero, ¿a cuántos buenos novilleros hemos conocido en los últimos años y todos se han quedado en la cuneta? Quiera Dios que no sea el caso el de este chico pero, se marchó de Madrid, ciertamente tras lidiar el peor lote, pero con el amargo sabor de la derrota. Eso si, voluntad, como sus compañeros, la tuvo a raudales. Lo mejor que tienen los novilleros actuales es que se les podrá criticar muchas cosas, pero, si de ganas hablamos, en ello son auténticos maestros. Luis Vilches tiene una gran tarea por delante con su pupilo, al que le deseamos mejor suerte que la que tuvo él como torero.
Nek Romero es un novillero que lo están vendiendo como el “dios” del toreo y, la realidad es muy otra. Tuvo dos novillos con opciones, molestado por el viento, es cierto, pero no dijo más allá que sus compañeros. Estuvo hecho una fiera en ambos enemigos, pero, aquello no caló de ninguna manera. Muchos pases, enorme disposición, ganas de ser pero, todo quedó en deseos puesto que la realidad resultó ser lo contrario de lo que el chico había soñado.
Como sabemos, Nek Romero está anunciado en el acontecimiento mundial del toreo para el 9 de octubre en Valencia en la despedida, no sé si definitiva ya de Enrique Ponce que, como es sabido, ha vuelto para despedirse porque, claro, se marchó sin decir adiós y todo el “mundo” le ha reclamado que regresara. Pues en el ciado cartel está anunciado Nek Romero, lo que no sabe el chico es todo lo que pueda pasarle cuando Ponce le de el abrazo como matador de toros. Quisiera que cambiara la suerte de Ponce al respecto de las alternativas que ha concedido porque, a todos aquellos a los que se la concedió, todos quedaron en el camino. Dios quiera que cambie el signo y Romero pueda ser un gran torero.
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