El Fandi se ha prodigado esta tarde en banderillas,
como lo ha hecho en todos los toros que ha pasaportado en esta feria.
En la penúltima de feria, con ello en los tendidos
y lluvia al final del festejo
EL FANDI CINCELA UN TRIUNFO CANTADO
Mérida 15 de Febrero de 2010
Por la mañana nos enterábamos vía móvil, mientras se realizaba el sorteo, que a la empresa había llegado el reporte que Javier Conde se había quedado varado en los terminales aéreos de México, lo que hacia que su llegada a Mérida, tras haber actuado el domingo en Autlán de la Grana fuese imposible.
Se apañó hasta donde se pudo el cartel, y al final se convino que la combinación de toreros del Lunes de Carnaval de la Feria del Sol quedara en un mano a mano singular que ni siquiera en la imaginación de muchos pasaría por alto. Por cierto, que en el callejón vi la presencia de “Gitanillo de America” lo que a su vez hizo rememorar el cartel de esta tarde a los que protagonizaron Bernardo y el Gitano, por allá a finales de la década de los ’80. Formula practica para la empresa: baratos y que llenan la plaza. Ganancia económica al máximo.
Otra de las notas que deparó la jornada de ayer, el que nos enteráramos de la muerte de la aficionada taurina tovareña, Doña Maura Omaña. Singular como pocas, muchos le recordaran con cariño y de allí el que así mismo proponga desde esta tribuna un minuto de silencio antes del festejo, en su memoria, como debiera ser…
Ayer los tendidos rebozaban de gente… incluso llegando a sospecharse el que en los altos de Sombra y Sol hubiese exceso de boletería que bien pudiese investigar, o colocarse coto con la total silleterÍa de la plaza, que a su vez ganaría en funcionabilidad y comodidad el coso. Muchos los hacían sin enterarse que el cartel de la corrida había quedado en el entretenido mano a mano que protagonizaron Fandi-Valenzuela, contando como materia prima los toros de Hugo Domingo Molina.
El toro fue elemento fundamental en la corrida. Por algo es el que quita y pone en esta profesión y sus entornos. Los pupilos de Hugo Domingo Molina, correctos de presencia en su mayoría, a excepción del segundo, un novillo que dejaron colar cuando enlotaron por la mañana. Los más potables, contaron la suerte de corresponderle a El Fandi, como lo fue el 1º, el bravo 3º y el noble 5º. Por su parte, a Valenzuela le tocó los menos lucidos, como el anovillado 2º, el venido a menos 4º y el mansote aquerenciado que cerró plaza. En todos no defraudo un torero que tal y como le llevan, puede despegar del resto del lote que actualmente contamos.
El Fandi abrió plaza, y desde el primero ofreció espectáculo. Para eso le pagan por la mañana, y para eso el público se retracta. Noble y con recorrido, Fandi supo manejar las manecillas de lo incondicional del público con todo lo hecho, desde las banderillas, hasta la metralla de muletazos/azos por ambas manos con la que se desperdigo por todo el ruedo. Un torero a destajo que sabe ofrecer lo que necesitan los públicos como el de ayer, predispuesto a todo. El espadazo efectivo hizo asomar de manera remolona par de pañuelos, cuando en realidad uno bastaba. Pero ya se sabe…
Frente al tercero, de nombre «Mechoncito» hemos visto al Fandi más entregado y torero de la feria. Así se sucedió en series largas y templadas, condimentadas con la efervescencia de un publico partido con lo realizado por un torero que aunada su veteranía se justifica con creces en lo que sabe hacer. El toro, agradecido con tal dosis de toreo también fue pieza fundamental para amalgamar la, tal vez, actuación más reposada de este eléctrico torero, quien definitivamente esta feria ha entrado en el corazón de los aficionados merideños. En su excesiva confianza, hasta en dos ocasiones pinchó entrando a matar con una toalla, antes de dejar un espadazo en todo lo alto, para recibir palmas.
En el último de su lote, nuevamente hemos visto al David Fandila bullanguero, que no pierde ocasión de resaltar en todos los tercios. Lo hizo en el alegre saludo con el percal, para luego en quites por “zapopinas” o lo que es lo mismo con otro nombre, “lopecinas”, desplegar lo florido como maneja el capote, para en banderillas en cuatro ocasiones dejar los palos en todo lo alto, ligeramente traserito, ya será para comodidad suya en la faena de muleta. Y precisamente con ella, de nuevo sinfonía de muletazos por ambos pitones a un toro que marcando clara tendencia a las querencias, supo aprovechar de ellas para exprimirlo al máximo. La forma como se fue tras la espada desató la pañolada con fuerza, que no dio más opción nuevamente a las dos orejas.
VALENZUELA… TORERO QUE CRECE EN POSO Y TORERÍA
No es menos cierto señalar que Venezuela esta ávida de toreros. Los necesitamos por que simplemente Leonardo Benítez solo no puede estar como la única referencia para ofrecer paridad a las ventajas que nos llevan los toreros extranjeros. Y para ello debemos apoyar toreros con todo el peso de la palabra que ello supone. Que lo sean, lo parezcan y lo demuestren en la arena.
Ayer Eduardo Valenzuela ha dado un fuerte clarinazo de atención. Sus toros de lote no fueron los más idóneo para lucidez, pero a ellos, con su tauromaquia, bien aprendida le has dado solución a los problemas que le plantearon. Frente al anovillado segundo –el cual ofreció buena pelea en varas- estuvo firme, hasta que el toro pudo, pues al venirse a menos, también su faena lo fue. Frente al serio cuarto, sus endebles fuerzas fueron factor a que de nuevo quedara con la “miel en los labios” a tal punto de creer que anímicamente el diestro se iba a venir a menos.
Pero no lo fue así. Ante el que cerró plaza, otro toro en el tipo de la casa, Valenzuela a hecho gala de una serenidad y reposo que poco se les ve a los nuestros. Ya lo había dejado en evidencia en los tercios de banderillas anteriores, y lo ratifico con la lluvia presente en la plaza y el fluido energético eléctrico ausente. De esta manera, por la diestra se fue haciendo, muletazo a muletazo, serie a serie, de las embestidas de un animal incomodo por su cambiante embestida. Lo pasó por la zurda con decoro, para nuevamente retomar la diestra, donde se recreó en el toreo fundamental y accesorio. El pinchazo en todo lo alto, cuando todos nos encontrábamos empapados, no fue impedimento para que tras dejar más de tres cuartos en buen sitio, doblara el toro, y de esta forma el conclave le solicitara la oreja, que sabe a poco para los buenos detalles que se le vio.
Para esta tarde, en el cierre de feria, anuncian a Javier Conde, con los ya conocidos espadas del cartel, por lo que la corrida se compone de ocho toros, pertenecientes a la divisa manizaleña de Ernesto Gutiérrez.
Por la mañana nos enterábamos vía móvil, mientras se realizaba el sorteo, que a la empresa había llegado el reporte que Javier Conde se había quedado varado en los terminales aéreos de México, lo que hacia que su llegada a Mérida, tras haber actuado el domingo en Autlán de la Grana fuese imposible.
Se apañó hasta donde se pudo el cartel, y al final se convino que la combinación de toreros del Lunes de Carnaval de la Feria del Sol quedara en un mano a mano singular que ni siquiera en la imaginación de muchos pasaría por alto. Por cierto, que en el callejón vi la presencia de “Gitanillo de America” lo que a su vez hizo rememorar el cartel de esta tarde a los que protagonizaron Bernardo y el Gitano, por allá a finales de la década de los ’80. Formula practica para la empresa: baratos y que llenan la plaza. Ganancia económica al máximo.
Otra de las notas que deparó la jornada de ayer, el que nos enteráramos de la muerte de la aficionada taurina tovareña, Doña Maura Omaña. Singular como pocas, muchos le recordaran con cariño y de allí el que así mismo proponga desde esta tribuna un minuto de silencio antes del festejo, en su memoria, como debiera ser…
Ayer los tendidos rebozaban de gente… incluso llegando a sospecharse el que en los altos de Sombra y Sol hubiese exceso de boletería que bien pudiese investigar, o colocarse coto con la total silleterÍa de la plaza, que a su vez ganaría en funcionabilidad y comodidad el coso. Muchos los hacían sin enterarse que el cartel de la corrida había quedado en el entretenido mano a mano que protagonizaron Fandi-Valenzuela, contando como materia prima los toros de Hugo Domingo Molina.
El toro fue elemento fundamental en la corrida. Por algo es el que quita y pone en esta profesión y sus entornos. Los pupilos de Hugo Domingo Molina, correctos de presencia en su mayoría, a excepción del segundo, un novillo que dejaron colar cuando enlotaron por la mañana. Los más potables, contaron la suerte de corresponderle a El Fandi, como lo fue el 1º, el bravo 3º y el noble 5º. Por su parte, a Valenzuela le tocó los menos lucidos, como el anovillado 2º, el venido a menos 4º y el mansote aquerenciado que cerró plaza. En todos no defraudo un torero que tal y como le llevan, puede despegar del resto del lote que actualmente contamos.
El Fandi abrió plaza, y desde el primero ofreció espectáculo. Para eso le pagan por la mañana, y para eso el público se retracta. Noble y con recorrido, Fandi supo manejar las manecillas de lo incondicional del público con todo lo hecho, desde las banderillas, hasta la metralla de muletazos/azos por ambas manos con la que se desperdigo por todo el ruedo. Un torero a destajo que sabe ofrecer lo que necesitan los públicos como el de ayer, predispuesto a todo. El espadazo efectivo hizo asomar de manera remolona par de pañuelos, cuando en realidad uno bastaba. Pero ya se sabe…
Frente al tercero, de nombre «Mechoncito» hemos visto al Fandi más entregado y torero de la feria. Así se sucedió en series largas y templadas, condimentadas con la efervescencia de un publico partido con lo realizado por un torero que aunada su veteranía se justifica con creces en lo que sabe hacer. El toro, agradecido con tal dosis de toreo también fue pieza fundamental para amalgamar la, tal vez, actuación más reposada de este eléctrico torero, quien definitivamente esta feria ha entrado en el corazón de los aficionados merideños. En su excesiva confianza, hasta en dos ocasiones pinchó entrando a matar con una toalla, antes de dejar un espadazo en todo lo alto, para recibir palmas.
En el último de su lote, nuevamente hemos visto al David Fandila bullanguero, que no pierde ocasión de resaltar en todos los tercios. Lo hizo en el alegre saludo con el percal, para luego en quites por “zapopinas” o lo que es lo mismo con otro nombre, “lopecinas”, desplegar lo florido como maneja el capote, para en banderillas en cuatro ocasiones dejar los palos en todo lo alto, ligeramente traserito, ya será para comodidad suya en la faena de muleta. Y precisamente con ella, de nuevo sinfonía de muletazos por ambos pitones a un toro que marcando clara tendencia a las querencias, supo aprovechar de ellas para exprimirlo al máximo. La forma como se fue tras la espada desató la pañolada con fuerza, que no dio más opción nuevamente a las dos orejas.
VALENZUELA… TORERO QUE CRECE EN POSO Y TORERÍA
No es menos cierto señalar que Venezuela esta ávida de toreros. Los necesitamos por que simplemente Leonardo Benítez solo no puede estar como la única referencia para ofrecer paridad a las ventajas que nos llevan los toreros extranjeros. Y para ello debemos apoyar toreros con todo el peso de la palabra que ello supone. Que lo sean, lo parezcan y lo demuestren en la arena.
Ayer Eduardo Valenzuela ha dado un fuerte clarinazo de atención. Sus toros de lote no fueron los más idóneo para lucidez, pero a ellos, con su tauromaquia, bien aprendida le has dado solución a los problemas que le plantearon. Frente al anovillado segundo –el cual ofreció buena pelea en varas- estuvo firme, hasta que el toro pudo, pues al venirse a menos, también su faena lo fue. Frente al serio cuarto, sus endebles fuerzas fueron factor a que de nuevo quedara con la “miel en los labios” a tal punto de creer que anímicamente el diestro se iba a venir a menos.
Pero no lo fue así. Ante el que cerró plaza, otro toro en el tipo de la casa, Valenzuela a hecho gala de una serenidad y reposo que poco se les ve a los nuestros. Ya lo había dejado en evidencia en los tercios de banderillas anteriores, y lo ratifico con la lluvia presente en la plaza y el fluido energético eléctrico ausente. De esta manera, por la diestra se fue haciendo, muletazo a muletazo, serie a serie, de las embestidas de un animal incomodo por su cambiante embestida. Lo pasó por la zurda con decoro, para nuevamente retomar la diestra, donde se recreó en el toreo fundamental y accesorio. El pinchazo en todo lo alto, cuando todos nos encontrábamos empapados, no fue impedimento para que tras dejar más de tres cuartos en buen sitio, doblara el toro, y de esta forma el conclave le solicitara la oreja, que sabe a poco para los buenos detalles que se le vio.
Para esta tarde, en el cierre de feria, anuncian a Javier Conde, con los ya conocidos espadas del cartel, por lo que la corrida se compone de ocho toros, pertenecientes a la divisa manizaleña de Ernesto Gutiérrez.
La izquierda del Fandi
XLI Feria del Sol 2010
Lunes 15 de febrero de 2010.
Plaza de Toros Monumental de Mérida. VI corrida de feria
Con lleno en los tendidos, y minúsculos claros en el numerado de sombra, en tarde nublada, que luego derivó en lluvia a partir de la faena de muleta del quinto toro del festejo, se han lidiado cinco toros de RANCHO GRANDE (Hugo Domingo Molina) y uno de EL PRADO (Hermanos Molina Colmenares) (4º), en su conjunto dispares de presencia, destacando por su aceptable trapío los corridos en 3º, 4º y 6º, más anovillados 1º, 2º y 5º, resaltando por su juego el corrido en 3º.
Pesos: 440, 430, 435, 445, 425, 432.
EL FANDI
(Rosa y oro)
Dos orejas, palmas y dos orejas
EDUARDO VALENZUELA
(Pistacho y oro)
Silencio, palmas y una oreja
Incidencias: Destacó en la brega Oscar Padilla, de la cuadrilla de El Fandi. *** Presidió el festejo Jorge Bustamante.
Un 16 de febrero en la Feria del Sol
TAL DIA COMO HOY: PEPE CACERES RECIBE BOTELLAZO EN ESTA PLAZA
Una pena que los toros no le ayudaran del todo en su afán de triunfo.
XLI Feria del Sol 2010
Lunes 15 de febrero de 2010.
Plaza de Toros Monumental de Mérida. VI corrida de feria
Con lleno en los tendidos, y minúsculos claros en el numerado de sombra, en tarde nublada, que luego derivó en lluvia a partir de la faena de muleta del quinto toro del festejo, se han lidiado cinco toros de RANCHO GRANDE (Hugo Domingo Molina) y uno de EL PRADO (Hermanos Molina Colmenares) (4º), en su conjunto dispares de presencia, destacando por su aceptable trapío los corridos en 3º, 4º y 6º, más anovillados 1º, 2º y 5º, resaltando por su juego el corrido en 3º.
Pesos: 440, 430, 435, 445, 425, 432.
EL FANDI
(Rosa y oro)
Dos orejas, palmas y dos orejas
EDUARDO VALENZUELA
(Pistacho y oro)
Silencio, palmas y una oreja
Incidencias: Destacó en la brega Oscar Padilla, de la cuadrilla de El Fandi. *** Presidió el festejo Jorge Bustamante.
*** Previa al festejo de hoy, se entregará por parte de la Cofradía de los Caballeros de la Virgen de Regla, un reconocimiento al mentor y quien le llevó a la alternativa en España al matador Nerio Ramírez “El Tovareño”, Don Ricardo Mencia.
TAL DÍA COMO HOY....
Un 16 de febrero en la Feria del Sol
TAL DIA COMO HOY: PEPE CACERES RECIBE BOTELLAZO EN ESTA PLAZA
Rubén Dario Villafraz
rubenvillafraz@yahoo.com
Varios son los hechos resaltantes en fecha como hoy. Entre ellos destaca el “botellazo” a Pepe Cáceres, o diversos triunfos de las ganaderías del Lic. Hugo Domingo Molina
1969: En la segunda corrida de la feria, se lidia un encierro del hierro colombiano de Vistahermosa y uno mexicano de Zacatepec, para los diestros César Faraco, Pepe Cáceres y Ángel Teruel. Dicha tarde se sucede el lamentable hecho de tras haber recibido cinco avisos presidenciales en toda la tarde, esto derivó en que un desadaptado le lanzara una botella y se estrella contra su cabeza, cuando apenas faltaban segundos para que sonara el tercer aviso en el quinto toro.
1980: Se lidian toros mexicanos de Santacilia para los diestros Dámaso González, Pepe Cámara y Emilio Muñoz.
1985: La segunda corrida de feria tiene en el cartel la presencia de tres toros de Fuentelapeña, dos de Mondoñedo y uno de Garzón Hermanos, todos colombianos para los coletas Dámaso González (2 orejas), Bernardo Valencia (2 orejas) y Miguel Espinosa “Armillita Chico”.
1988: Con toros de La Carbonera actúan los matadores José Nelo “Morenito de Maracay”, Víctor Mendes y José Miguel Arroyo “Joselito”.
1996: Abriendo feria, se lidian cinco toros de Rancho Grande y uno de El Prado, para los espadas “Pedrito de Portugal” (2 orejas), Leonardo Coronado (1 oreja) y Javier Conde (3 orejas). En dicho festejo, se le da la vuelta al ruedo a los toros 4º, 5º y 6º; «Nino», N° 78, 460 kilos, de El Prado, «Mocotíes», N° 1, 435 kilos y «Gariol», N° 59, 460 kilos, de Rancho Grande.
1999: La última corrida de la feria la componen cuatro toros de Rancho Grande y dos toros de El Prado. Dicho encierro fue pasaportado por César Rincón (3 orejas), Julián López “El Juli” (4 orejas, rabo) y Otto Rodríguez (3 orejas). Se le dio la vuelta al ruedo al 3º, «Rey Midas», N° 9, 440 kilos, de Rancho Grande, además se indultó al 4º, «Comandante» N° 96, 435 kilos, de El Prado.
2007: En la segunda corrida de feria, corrida mixta: cuatro toros de Rancho Grande y tres (2º, 5º y 7º) de El Prado. El rejoneador Francisco Javier Rodríguez (oreja), David Fandila "El Fandi" (oreja y dos orejas simbólicas), José María Manzanares (oreja y silencio) y Rafael Orellana (ovación y silencio). Casi lleno. El toro indultado por nombre «Cardenal», N° 145 de 428 kilos de El Prado. Esta tarde se sucede uno de los indultos más polémicos de la historia ferial merideña, donde se llegó al extremó de perdonar la vida a un toro rajado que propinó incluso espectacular voltereta al diestro granadino.
rubenvillafraz@yahoo.com
Varios son los hechos resaltantes en fecha como hoy. Entre ellos destaca el “botellazo” a Pepe Cáceres, o diversos triunfos de las ganaderías del Lic. Hugo Domingo Molina
1969: En la segunda corrida de la feria, se lidia un encierro del hierro colombiano de Vistahermosa y uno mexicano de Zacatepec, para los diestros César Faraco, Pepe Cáceres y Ángel Teruel. Dicha tarde se sucede el lamentable hecho de tras haber recibido cinco avisos presidenciales en toda la tarde, esto derivó en que un desadaptado le lanzara una botella y se estrella contra su cabeza, cuando apenas faltaban segundos para que sonara el tercer aviso en el quinto toro.
1980: Se lidian toros mexicanos de Santacilia para los diestros Dámaso González, Pepe Cámara y Emilio Muñoz.
1985: La segunda corrida de feria tiene en el cartel la presencia de tres toros de Fuentelapeña, dos de Mondoñedo y uno de Garzón Hermanos, todos colombianos para los coletas Dámaso González (2 orejas), Bernardo Valencia (2 orejas) y Miguel Espinosa “Armillita Chico”.
1988: Con toros de La Carbonera actúan los matadores José Nelo “Morenito de Maracay”, Víctor Mendes y José Miguel Arroyo “Joselito”.
1996: Abriendo feria, se lidian cinco toros de Rancho Grande y uno de El Prado, para los espadas “Pedrito de Portugal” (2 orejas), Leonardo Coronado (1 oreja) y Javier Conde (3 orejas). En dicho festejo, se le da la vuelta al ruedo a los toros 4º, 5º y 6º; «Nino», N° 78, 460 kilos, de El Prado, «Mocotíes», N° 1, 435 kilos y «Gariol», N° 59, 460 kilos, de Rancho Grande.
1999: La última corrida de la feria la componen cuatro toros de Rancho Grande y dos toros de El Prado. Dicho encierro fue pasaportado por César Rincón (3 orejas), Julián López “El Juli” (4 orejas, rabo) y Otto Rodríguez (3 orejas). Se le dio la vuelta al ruedo al 3º, «Rey Midas», N° 9, 440 kilos, de Rancho Grande, además se indultó al 4º, «Comandante» N° 96, 435 kilos, de El Prado.
2007: En la segunda corrida de feria, corrida mixta: cuatro toros de Rancho Grande y tres (2º, 5º y 7º) de El Prado. El rejoneador Francisco Javier Rodríguez (oreja), David Fandila "El Fandi" (oreja y dos orejas simbólicas), José María Manzanares (oreja y silencio) y Rafael Orellana (ovación y silencio). Casi lleno. El toro indultado por nombre «Cardenal», N° 145 de 428 kilos de El Prado. Esta tarde se sucede uno de los indultos más polémicos de la historia ferial merideña, donde se llegó al extremó de perdonar la vida a un toro rajado que propinó incluso espectacular voltereta al diestro granadino.
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