SEVILLA ERRE QUE ERRE
Por Ricardo Díaz-Manresa
EL abono sevillano 2010 se anuncia con otra composición para la polémica. revestido de modernidad. Que se fijen en los de la Aste Nagusia, que son vanguardistas y muy taurinos. Pues no, los maestrantes siguen empeñados en equivocarse.
EL abono sevillano 2010 se anuncia con otra composición para la polémica. revestido de modernidad. Que se fijen en los de la Aste Nagusia, que son vanguardistas y muy taurinos. Pues no, los maestrantes siguen empeñados en equivocarse.
El abono sevillano 2010 ( Domingo de Resurrección, la de abril, novilladas de mayo y la de San Miguel) con tanto torero de fuste, se verá bajo un cartel de papel, en la línea de horror de las dos temporadas anteriores. Es decir, en la parte superior del crucigrama de espadas y ganaderías, una denominada obra de arte, que no es tal, sino un mamarracho, menos que en 2008 y 2009, pero esperpento.
Fíjense si empezó la cosa mal, que Luis Gordillo, autor del de este año, elegido también a dedo entre lo supuestamente mejor que hay, pensó, una vez admitido el encargo, pintar –como primera inspiración- un hombre con cuernos. ¡Dios Santo! Estoy seguro de que algún cabrón habría preguntado con muy mala leche si sería su autorretrato.
Hablando en serio y respetuosamente, es la idea más descabellada que se le podía ocurrir y que a más de uno nos dejó helados. Ya ven las ocurrencias de los elegidos.Los maestrantes podían ya dejar de hacer el ridículo, convocar un concurso y elegir la mejor obra –que, cuidado, no tiene por qué dejar de ser vanguardista ni moderna-, que tendría la calidad y el prestigio suficiente para anunciar a los cuatro vientos nada menos que la de abril. Pero no, a los guajardos fajardos les ha dado la ventolera por meter la pata año tras otro y presentar un cartel abominable, que te obliga a apartar la vista y que, por el mal fario, convierte después en feria gafe lo que quiere teóricamente engrandecer. Y así Sevilla no levanta cabeza, se gasta un pastón cada año encargando la obra a caros y prestigiosos pintores y recibe multitud de críticas.
Más vanguardistas y más modernos que muchos de los carteles que dan a conocer al mundo la Aste Nagusia no creo que los haya en el resto del mundo taurino y nadie ha protestado. Más originales tampoco. Bonitos como los mejores y taurinos por supuesto. Y respetuosos, combinando tradición y modernidad.
Un ejemplo que nos da Bilbao y su Semana Grande. ¿A qué viene, por tanto, estas salidas de pato de los maestrantes cuando su ciudad es clásica entre las clásicas y mantiene sus tres bastiones –Semana Santa, Feria y Maestranza- iguales pese al transcurrir del tiempo?.
Una vez, era la época de la Expo, quisieron reformar la Maestranza, y se opuso el columnista Antonio Burgos diciendo que en Sevilla había dos cosas perfectas que no se podían tocar : el Paso de Palio y la Maestranza. Criticó a los maestrantes y lo echaron del periódico ABC, donde era una institución y ha vuelto a serlo.
Por lo tanto, no encuentro razones para una modernidad tan absurda como disparatada la que le ha entrado a la casta maestrante sevillana. No sigan erre que erre, no al sostenella y no enmendalla. No a meter tanto la pata.
Fuente: Avance Taurino.com
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