“El toro Bravo, toma La Palabra”
“Un Bohemio Soñador, que ha Consumido su Vida
Con la Pluma y La Palabra, Por El Toro Bravo”.
San Cristóbal 21 de febrero del 2011.
Por: Juan Mariano Monasterios Bernal.
En este trajinar por el sendero de los campos taurinos, en rutas de fauna única y flora singular que se mantienen tan intactas, y tan vírgenes a pesar del paso arrollador de los años y de los castigos contundentes de los siglos. Existe la gemela virginidad que manifiesta el Toro de Lidia, con esos preciosos campos. Sucumbo sin remedio al entregarme ante sus encantos, al percibir la presencia de la hermosa estampa del Toro Bravo, en tan bellos parajes, y en su inigualable trapío que trasmite respeto por los cuatro costados. Manteniendo con orgullo único en el mundo el ecosistema que es su santuario. Pues hay un ser humano que en cierta medida sus extraordinarias cualidades, me inspira algunas de estas increíbles sensaciones, que he experimentado con ilusión en el Toro Bravo. Un bohemio soñador que ha consumido todos sus maravillosos años amando incondicionalmente a la fiesta más hermosa y pura que ser alguno haya podido presentir, irremediablemente esta hermosa fiesta nos tiene en esta vida taurina locamente enamorados.
Este Bohemio Soñador, que ha Consumido su Vida Con la Pluma y La Palabra, Por El Toro Bravo, le mientan en los corrillos taurinos como, Don Víctor José López “El Vito” es torero por los cuatro costados, lo cual inspira el respeto de verle hacer el paseíllo de ensueño, en cada escrito que su pluma a plasmado sobre el papel de seda y oro, lo que ha sido Sin Paralelo, donde ha triunfado, marcado el exito en su Meridiano trajinar por el mundo taurino, desparramando su inquietante forma de ver los toros con pasión de jabato, y en la impresionante palabra que emana de su garganta como lava incandescente que arrasa los campos, pero generando al mismo tiempo la vida que germina en los nuevos pastos, manteniendo el equilibrio del ecosistema de los aficionados, en cada charla de pureza que revitaliza la fe que les inspira, en cada tertulia de apasionados aficionados, que con garbo le escuchan atentamente, y en la sedienta e imperiosa necesidad de mantenerse locamente enamorados del Toro Bravo.
En la contunde capacidad de alimentar su alma taurina, con denotada entrega como novillero, que en cada crónica, desea fervientemente comerse al mundo en cada muletazo. Y usted como los antiguos revisteros en cierta forma lo ha logrado. Pero mi respetado Don Víctor José López “El Vito” en cada tintero de periodista, también se queda la faena que se ha soñado, y no sé si dicha faena usted la haya logrado. Al pasar los años en su bohemia vida. Cada escrito, necesita de la ligazón en cada tanda, en cada palabra se busca el temple sublime, en cada frase la largura que se quiere trasmitir, para vaciar detrás de la cintura cada oración, y en el remate de pecho, los párrafos le dé la satisfacción para continuar con la obra maestra que se necesita para calmar el corazón, hay que seguir inspirando al lector en cada párrafo, que se plasme con exquisita ilusión, y en el éxtasis de la soñada faena escrita ir por la suerte suprema, y tirarse al morillo del papel, como una vela y dejar la Pluma en todo lo alto, para rubricar con dignidad tan bella faena.
En la conmovedora y sentida carta a sus Compadres, creo que usted lo ha manifestado, con el sentimiento por delante, como en la milonga o el Tango, expresiones de tristeza pero de un maravilloso encanto, que se llora cantando. Pero de rebosante felicidad, y pleno placer por estar llorando, bailando y cantando. Sensación que hemos sentido estremecer nuestros cuerpos al leerle, y al mismo tiempo estar leyendo y llorando. Se va una pluma, se queda un papel sin sus encantos, se va una palabra se queda una frase llorando, se va el escritor y se queda la vida taurina sin un enamorado, se va un Bohemio loco y soñador que ha dado todo de sí por el Toro Bravo.
Hay que sacarle en volandas por toda Caracas, Bohemio Soñador de arrebatadas formas al escribir, y en su locura contagiante de arte taurino, hay que tributarle una sonora ovación. Y llevarle hasta la mezquita principal del Nuevo Circo, y con su imponente figura, logre usted abrir sus puertas para verle torear con su prodigiosa pluma. Sueño de todo aficionado por volver a ver toros en Caracas, y poder leer sus escritos colmados de sincero y puro sentimiento. Consumirnos en nuestras preciosas Vidas, Con su Pluma y en sus maravillosas palabras, en la contundencia de sus escritos, escucharle bajo la luz de la luna, y como el toro enamorado de ella. Leerle señor bohemio, loco y soñador hasta si es necesario morir de placer, amando al majestuoso Toro Bravo.
Don Víctor José López “El Vito” mi respeto y admiración, con humildad le ruego me disculpe, si hay algo malo en este escrito. Enhorabuena Caballero Bohemio, Loco y Soñador.
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